El Precio del Silencio

Capítulo 6

La llegada de Hugo a la fiesta había sido desagradable. Manuela lo miraba con odio, repulsión y rabia.

-Si, Soy yo. ¿Qué pensabas? Que jamás regresaría a mi casa. Te equivocaste. Le dice Hugo a Manuela.

-¡Sal ahora mismo de mí casa, asesino! Le grita Manuela.

Carlota se acerca corriendo y ve que es su hermano.

-Se acabó tu imperio Manuela, mi hermano está de regreso y es el dueño de todo esto. Le gritó Carlota a Manuela.

-¡Tú callate imbécil! Hugo no es dueño de nada, él no existe, él murió para mi y mis hijas. Gritó alterada Manuela.

Hugo, mandó a callar a Manuela, asegurando que hacía el ridículo frente a todos los invitados, incluso delante de la prensa.

Isaac, llevó rápidamente a Carla a la sala de la mansión, ella estaba desmayada por la impresión de ver a su padre. Laura, conociendo lo manipuladora y dramática que es Carla dice que eso es puro teatro, que no le hagan caso.

Al cabo de unos minutos y luego de colocarle un poco de alcohol en la nariz, Carla empieza a reaccionar.

-¿Qué me pasó? ¿Qué pasa? Pregunta aún medio dormida Carla.

-Te desamayaste mi amor, pero ya pasó. Le responde Isaac.

Inmediatamente Carla recuerda y en su mente vio el rostro de su padre.

-¡No puede ser! Ese hombre que tanto daño le hizo a mi madre está de regreso y precisamente esta noche. Dijo Carla.

Isaac, en su ignorancia pregunta quién es ese tipo, de manera muy despectiva, y por qué causó tanto alboroto.

Laura, enojada, le dice que no es ningún "tipo", es el padre de ambas. Carla de inmediato dijo que ese hombre no era su padre, que su padre estaba muerto. Se levanta y sale de la mansión, Paula, su amiga, intenta detenerla, pero no puede.

Manuela, vuelve a advitarle que se vaya o sería capaz de todo. Hugo le dejó claro que no se iría y le reprochó por haberle dado la espalda todo este tiempo, por haber hecho que sus hijas lo odien.

-Te vas a arrepentir Manuela, eso lo juro. Eres una.....

Carlota lo atajó antes de que la ofendiera, diciéndole que no vale la pena decir más.

Carla llega hasta donde están todos y por primera vez en 15 años ve a su padre. Lo miró con repulsión.

-Estoy quedando en ridículo por tu culpa. Le dice Carla.

-Tranquila hija. A ver señores, la fiesta debe continuar, acá no ha pasado nada.

Las personas volvieron a la fiesta, pero comentaban lo sucedido.

Laura estaba en su habitación con Rosa su amiga, asegurando que todo había sido una vergüenza.

-Es lo mejor que pudo haber hecho mi papá amiga. Su regreso es lo mejor, quisiera verlo, quiero que sepa que yo no lo odio, que lo extraño y lo necesito. Dijo Laura.

Rosa, le dice que lo haga, que ella la acompaña. Pero en ese instante llega Manuela y le pregunta que a dónde va. Laura le contesta:

-¡A la fiesta!. A dónde más. A celebrar que mi hermana va a cometer la peor estupidez de su vida.

Manuela, al ver su actitud le dice que no irá a ningún lado.

Dario, se acerca a la mesa donde estaba Hugo y le dice que su regreso había sido triunfal, tipo telenovela. Hugo, le dice que aunque han pasado 15 años su sarcasmo sigue intacto. Carlota interviene y les pide no discutir, a lo que Hugo responde que no se preocupe, que no vino a pelear, al contrario, regresó a tomar venganza.

Manuela, sigue reprendiendo a Laura y le dice que no volverá a la fiesta.

-De aquí no saldrás hasta mañana. Dijo Manuela, cerrando con llave la habitación.

Laura empezó a gritar que la dejaran salir. Rosa asustada le dice a Laura que su mamá estaba loca por dejarlas encerradas.

Fidel, algo incómodo decía que la fiesta había sido una total mamarrachada, cuestionando el por qué habían asistido. Julia le refuta diciéndole que ellos son prácticamente de la familia y por tal motivo debían estar ahí, le pidió que se relajara y disfrutara.
Manuela le dice a Anselmo que cuide que nadie suba a las habitaciones. Anselmo le responde que no hay problema.

-Está asustada. Pronto se le caerá todo su teatro. Dijo Anselmo.

Carla, después de todo el alboroto, volvió a pedir la atención de los invitados. Por fin anuncia que ella e Isaac se casarían. Los invitados aplaudieron por los futuros esposos. Isaac los invitó a seguir disfrutando de la fiesta.

Hugo, por su parte le pregunta a Carlota:

-¿Quién es ese muchacho que se va a casar con mi hija?

-Es un niño rico, sus papás viven en Europa, pero es un bueno para nada, ha comprado media universidad para poder graduarse. Respondió Carlota.

Hugo contestó: -Claro! Eso es lo único que les importa a Manuela y a Carla, el dinero, el cochino dinero. E imagino que a ese holgazán igual está con Carla por el dinero. No deberían casarse, por encima se nota que es un bueno para nada.

Mientras tanto, Rosa y Laura estaban buscando la manera de poder abrir la puerta, pero era en vano. Deciden salir por la ventana. Laura le dice que no, que era peligroso.

-Entonces llamemos a mis papás. Dice Rosa.

-Laura dice: No escucharán por el reuido de la música.

Rosa, como siempre medio loca y sin temor decide salir por la ventana. Laura no estaba decidida a quedarse encerrada y va detrás de ella.

-No te preocupes, yo soy muy buena trepando. Vi un tutorial en Internet, tranquila amiga. Le dice Rosa.

-Si claro. Me imagino ese tutorial. Te juro que no soporto a mi mamá. Maneja mi vida a su antojo. Dice Laura mientras bajan.

Al llegar a tierra, Rosa ve a alguien vestido de negro que se escondió rápidamente entre los arbustos.

-¿Qué fue eso? Pregunta Rosa.

Laura quien aún estaba bajando le pregunta qué sucede y Rosa le dice que no pasa nada, que siga bajando.

Cuando Laura termina de bajar, Rosa le dice que no sabe si son ideas de ella, pero vio a alguien vestido de negro escondido entre los arbustos.

-¡Que! Entonces salgamos de aquí. Le dice Laura asustada.

Rosa, como siempre de curiosa le dice que la acompañe a ver.

-Ven, vamos a ver quien está ahí.

-Tú estás loca! Regresemos a la fiesta. Esto está muy oscuro. Le dice Laura.

-Tú si eres cobarde. Vamos a ver. Ven. Insistió Rosa.

Mientras buscaban entre los arbustos, en un patio totalmente oscuro, no lograron ver nada, pero a sus espaldas venía alguien vestido de negro y con una máscara de payaso que cubría su rostro.