El Precio del Silencio

Capítulo 27

HORAS MÁS TARDE.

Carla y Estefany volvieron a la clínica para buscar los resultados de la prueba de embarazo.

- Un momento. Tome, acá tiene los resultados. Dijo la enfermera, entregándole un sobre.

- Gracias. Ahora si, se terminó la espera Estefany.

En la mansión seguían Esteban y Laura conversando.

- Tu mamá casi me mata con la mirada.

- No le pares. Ella es así. Sabes, lo que pasó hace días en tu casa, lo del beso. Perdón por la bofetada, por cierto. Yo prefiero que nos conozcamos mejor.

- Más bien perdóname tú a mi. Fui un bruto, y si, estoy de acuerdo contigo, debemos conocernos mejor.

Esteban, volvió a besarla y esta vez Laura le respondió el beso. Pero ellos, sin saberlo, el asesino los estaba observando.

Darío va a la oficina de Carlota.
- ¡Hola esposa!

Carlota, al verlo se puso de mal humor.
- ¿Qué quieres? No tengo tiempo para tus estupideces.

- Vengo a decirte que lo he pensado bien, y pues, voy a firmar el divorcio cuando tú quieras y dónde quieras. No quiero seguir casado contigo.

Carlota no podía creer lo que escuchaba. Al fin sería libre, y lo mejor, no estaría atada a un ser tan despreciable como Darío.

En la clínica, Carla abrió el sobre con los resultados de embarazo y los leyó.

- ¿Qué sucede? ¿Estoy o no embarazada? Pregunta Estefany asustada.

Carla, la toma por el brazo violentamente.
- ¿Qué crees tú zorra barata? ¡Claro que lo estás! Pero ahora mismo te vas conmigo a interrumpir ese maldito embarazo.

- ¡No, sueltame! O empiezo a gritar para que llamen a la policía. Déjame ir o empiezo a gritar.

Carla la soltó y Estefany logró irse.

- ¡Maldita! Ese mocoso no va a nacer o me dejo de llamar Carla.

Laura, vio que alguien los observaba.

- ¿Quién anda allí? Alguien nos observaba. Espera aquí, iré a ver.

Laura se asomó pero no había nadie.

- No hay nadie. Te juro que vi a una persona parada ahí en la puerta viéndonos.

- Quizás era tu mamá. Dijo Esteban.

- Si, seguro era ella. Bien, vamos a tu casa.

Ambos salieron. Y el asesino los seguía viendo mientras salían.

En la cocina llegó Estefany alterada y llorando.

- Mi niña, ¿ Qué te pasó? ¿Por qué lloras?

- ¡Ay abuela! Estoy embarazada.

- ¡Que emoción mi niña! Es una bendición.

- No abuela. Yo tengo que irme de esta casa. Este bebé es una desgracia para muchos.

- Hija, a esta hora no puede irte. Mejor espera hasta mañana, por favor.

- Esta bien. Pero mañana mismo me voy de aquí. Mi bebé corre peligro.

Carla llama por teléfono a Manuela y le cuenta sobre el embarazo de Estefany.

- No te preocupes hija. Esa arrastrada no saldrá de esta casa, te lo aseguro.

Carlota y Hugo estaban platicando.

- Me pareció muy raro que accediera así de fácil a firmar el divorcio.

- A mi también. No será que te hizo alguna mala jugada. ¿Él no te hizo firmar algún papel o algo parecido últimamente?

Carlota recordó los papeles que Fidel le había llevado para que los firmara.

- Si. Claro que recuerdo. Dijo pensativa.

Laura se despide de Estaban. Habían ido a su casa. Él le dijo que la esperaba de nuevo. Se recostó en el mueble y empezó a pensar en lo bien que se sentía con Laura.

- ¿Qué me está pasando con esta niña?

De repente, tocaron la puerta.

- Que raro. Seguro olvidó algo. Dijo Esteban.

Al abrir la puerta no había nadie. Solo un sobre en el suelo.

- ¿ Y esto qué será?

El sobre decía: CUÍDATE. TÚ PUEDES SER EL PRÓXIMO.

Esteban entró en pánico de inmediato.

Hugo le dice a Carlota que si había firmado el papel que le llevó Fidel.

- ¿No me digas que firmaste sin leer los papeles?

- Pues... si hermano. Me distraje y no leí nada. ¿Será que me jugó sucio?

- Eso hay que averiguarlo, y yo sé cómo. Dijo Hugo.

Estefany estaba sola en la cocina. Ya era de noche.

- Esa Carla es malvada, pero ella no podrá hacernos daño bebé.

De repente, por la ventana vio pasar una sombra.

- ¡Dios mío! ¿Quién anda ahí? Responda.

Sin darse cuenta, tenía al asesino detrás.

- Ay no. Yo mejor me voy de aquí.

Al voltear, vio al asesino. Gritó y dejó caer un vaso de leche que se iba a tomar.