Empezaron a llegar los invitados a la boda, amigos, familiares y la prensa del país.
Manuela los recibía con alegría, y Hugo se le sumó en el recibimiento.
- Bienvenidos! Pasen adelante. Que disfruten, decía Manuela.
- Adelante! Disfruten la boda de nuestra hija, dijo Hugo.
Manuela, lo miró con odio y le respondió:
- Cada día te detesto más. El papelito de padre abnegado no te luce.
Hugo, le contestó:
- Y a ti el de madre no te llega a los tobillos.
Dentro de la mansión, Carla estaba colapsando de los nervios que sentía.
- Estoy demasiado nerviosa, pero tengo más rabia que nervios. Quisiera matar a Isaac, te lo juro, decía Carla mientras caminaba de un lado a otro por toda su habitación.
En ese momento entra Estefany a la habitación y le dice:
- Disculpe. Con permiso señorita, le traje un poco de agua.
Carla, consumiéndose de la rabia, tomó el agua y dijo:
- Gracias! Tan bella tú, tan atenta!
Al terminar de decir eso, le echó el agua a Estefany en la cara.
- Eres una mosca muerta, zorra, trepadora. Fuera de aquí! Sal de mi habitación, gritaba como loca Carla.
Estefany, llorando por tal humillación le respondió:
- Yo no tengo la culpa de nada, fue Isaac quien me buscó.
Carla, toda histérica le contestó.
- Que te largues te digo! Zorra!
Cuando Estefany salió, se topó en el pasillo con Isaac, quien le la tomó por un brazo y le preguntó.
- Mi vida! A dónde vas? Por qué estás mojadita?
Estefany, aún llorando le dijo.
- Suéltame! Esto me lo hizo su futura esposa. Ya ella sabe que nos acostamos.
Isaac, la apretó más fuerte y la acercó más a él diciéndole.
- Eso no es cierto, sino, no nos fuéramos a casar hoy. Ven, vamos!
Se metieron en una habitación y empezaron a besarse, sin percatarse que alguien vestido de negro y una máscara de payaso diabólico los observaba.
Laura y Rosa estaban en el jardín, cerca de la puerta viendo llegar a los invitados.
- Yo creo que Esteban ya está por llegar, dijo Laura.
- Que emoción amiga! Ya quiero conocerlo, dijo Rosa.
Carlota, se acerca a ellas y les dice.
- Cómo están? Las veo muy emocionadas. Pasa algo?
Rosa, como siempre de impertinente respondió.
- Si! Es que Laura está esperando...
Antes de que Rosa terminara de decirlo, Laura le dio un pisotón para que se callara.
- A nadie tía, solo esperamos que empiece este circo, dijo Laura.
- Bueno, tienes razón. Nos vemos al rato, dijo Carlota.
En una de las mesas estaba Julia, intrigada porque tenía rato sin ver a su esposo Fidel, quien había ido al baño, pero de repente llegó, todo sudado y algo agitado.
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El Precio del Silencio
Misteri / ThrillerUna historia de suspenso, misterio, drama y acción, donde un asesino en serie cobrará la vida de muchos en una familia adinerada.