El Precio del Silencio

Capítulo 64

HORAS MÁS TARDE

En la mansión Roo Palacios, Laura y Hugo llegan del cementerio. Anselmo, les dice que va a preparar un café bien fuerte. Hugo, comenta que lo único que quiere es un trago. Se dispone a servise uno y le ofrece a Laura, pero ella le dice que no puede tomar licor. Hugo, extrañado, le pregunta que cuál es el motivo por el que no puede tomar. Laura, le dice que se termine de servir el trago y lo invita a sentarse para hablar. Él, se sirve un wisky y se sientan. Laura, hace una pausa de unos segundos y le confiesa que está embarazada.

En la Unidad Policial, Mariana le sirve un café a Axel, quien aún estaba un poco mal por la muerte de Clara. Mariana, le pide que se calme y le hace saber que él no tuvo la culpa del fallecimiento de Clara. Axel, se reprocha a sí mismo y dijo que tal vez debieron llegar más rápido al lugar, y así evitar que la asesinaran. El Inspector Ortega, le dice que se hizo todo lo humanamente posible para salvarla, pero no se pudo.

- Ahora yo estaré a Cargo nuevamente. Pero, a partir de ahora, debemos ser más contundentes. Si en algún momento, tienen a esos malditos asesinos de frente, los matan, ¿Estamos claros?

Axel y Mariana contestaron que si.

Hugo, no podía creer lo que escuchaba. Era la mejor noticia que había escuchado dentro de tantas desgracias. Levanta su vaso de wisky y brinda por su futuro nieto o nieta. Laura, le da las gracias por comprenderla y por estar con ella en ese momento. Ambos se abrazan.

Carlota, estaba limpiando la casa donde vivía con Luciano. De repente, llega un señor. Era Martín. El mismo que estuvo llamando a Manuela para sobornarla. Ella, le pregunta qué quiere, un poco asustada, ya que Martín siempre andaba mal vestido, con ropa vieja y sucia. En ese momento, sale Luciano, lo ve y se sorprende. Carlota, le pregunta quién es ese hombre. Luciano, no sabe que responder. Luego de unos segundos, le dice que Martín es su tío. Carlota, confundida, le recuerda que él mismo le había dicho que no tenía ningún familiar en el país. Pero, Luciano le explica que había olvidado decirle que su tío seguía en Venezuela. Toma a Martín por un brazo y se lo lleva afuera para hablar con él.

Axel y Ortega se quedan solos. Él recuerda la conversación que tuvieron sobre Clara y le vuelve a preguntar si sabía la identidad de los asesinos. El Inspector, sabía de las sospechas que tenía Clara, pero no podía decir nada aún. Ortega, le responde que, al final, Clara no le dio nombres, lo haría en persona, pero no se pudo.

A fuera, en la casa de Luciano, él hablaba con Martín.

- Luciano: ¿Qué haces aquí? ¡Te dije que no vinieras!

- Martín: ¡Lo siento! No recordaba que vivías con tu novia.

- Luciano: ¡A ti todo se te olvida papá, menos el dinero!

Carlota, a escondidas, estaba escuchando la conversación que ellos tenían, y se sorprende al escuchar que Luciano, llamaba papá a ese hombre.

- Carlota: Pero, ¿Por qué me está mintiendo? No entiendo.

En ese momento, Luciano entra a la casa. Carlota finge que sigue limpiando.

- Luciano: Mi amor. Ya mi tío se fue. ¿Te parece si salimos a cenar esta noche?

Carlota, aún sorprendida le responde que si.

- Luciano: ¡Bien! Ven, vamos a darnos un baño, nos alistamos y salimos.

Carlota, no podía sacarse de la mente lo que había escuchado.

En la casa de los Arismendi, terminaban de cenar.

- Rosa: Estuvo rica la cena mamá.

- Julia: Gracias hija. Es que, hoy estoy feliz, sé que a Paula le gustaba verme así, y no quiero que nada me afecte emocionalmente.

- Rosa: ¡Esa es la actitud mamá! Me encanta verte así. Te amo.

- Julia: y yo a ti, mi amor.

Ambas se abrazan por unos segundos.

Axel, llega a la mansión Roo Palacios.

- Laura: ¿Qué haces aquí?

- Axel: Necesito que hablemos, Laura.
Los asesinos mataron a Clara.

Laura, no lo podía creer.

- Laura: Pero, ¿Cómo pasó? ¡Dios mío!

- Axel: La secuestraron y la lanzaron en un barranco. El auto explotó y ella murió quemada.

- Laura: ¡Santo Dios! ¡Que horror!

- Axel: Si. Fue espantoso encontrar su cuerpo carbonizado. Pero, estoy aquí, porqué ella me pidio que luchara por ti y no te dejara ir. ¿A caso hay algo que ella sabía y yo no lo sé?

Laura, mira a todos lados y guarda silencio por unos segundos.

Martín, entra a un bar a tomarse unas cervezas.

- Martín: Entonces, a mi mina de oro la asesinaron. ¡Que mal! Ahora, me tocará depender de mi hijo, o no me queda de otra que volver a las estafas.

Carlota y Luciano estaban cenando en un restaurante. Ella, no decía ni una palabra.

- Luciano: ¿Por qué tan callada mi amor? ¿Te pasa algo?

- Carlota: Por nada, amor. Ando pensando en esos asesinos, y la cantidad de gente que han matado.

- Luciano: Si, pero, no pensemos en eso ahora, mi amor.

- Carlota: Lo siento. Sólo pienso en el día que los atrapen y ver sus rostros, saber cuántas veces nos mintieron, odio las mentiras, ¿Tú lo sabes? ¿Cierto?

- Luciano: ¡Claro mi amor! Eso lo sé. Yo igualmente odio las mentiras.

Carlota, lo miraba a punto de explotar de la rabia.

Axel, aún seguía esperando una respuesta de Laura.

- Axel: ¿Por qué te quedas callada? ¿Qué es lo que pasa?

- Laura: No pasa nada Axel. Mejor, vete por favor. No quiero hablar con nadie.

- Axel: No Laura. No me iré. Algo me estás ocultando. Lo presiento.

- Laura: ¡Está bien! Te lo diré. Sucede, que estoy conociendo a otro chico. Eso es lo que pasa.

Axel, no sabía que decir. Lo que escuchó, lo dejó sin palabras y con el corazón en pedazos.

- Axel: ¿Eso es verdad?

- Laura: Si. Esa es la verdad. Así que, te pido que te vayas y no me molestes más.

- Axel: ¡Perfecto! Me iré para siempre, Laura, no te molestaré jamás.

Axel, herido por lo que Laura le dijo, se marcha de la mansión.