Capítulo 15

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En una habitación oscura estaba un hombre vestido completamente de negro, pero su cara la cubría con una máscara de pasayo, de aspecto diabólico y tétrica. En su escritorio tenía fotografías de las familias Palacios y Arismendi.

-Semanas después-

En la mansión Palacios, estaban preparando todo para la boda de Carla e Isaac. Todo el jardín estaba repleto de decoradores, floristas, fotógrafos, amigas de Carla y parte de la familia.

- Todo está quedando hermoso amiga! Será la boda más recordada por la sociedad, comentó Paula.

- Eso espero amiga, ya no confío en Isaac, respondió Carla.

- No te preocupes amiga, todo va a salir bien, le responde Paula dándole fuerzas.

Manuela, Julia y Laura estaban en el jardín también comentando sobre la boda.

- Todo quedó hermoso! Dijo Manuela.

- Si, la decoración quedó perfecta, comentó Julia.

Laura, llevándoles la contraria dijo:

- Pues si, tanta decoración y alboroto para un matrimonio que no valdrá la pena.

Manuela, molesta le responde:

- Lárgate de aquí Laura! Tus comentarios están de más!

- Que niña tan grosera! Dijo Julia.

Carlota y Hugo conversaban en la empresa.

- Irás la boda de Carla? Preguta Carlota a Hugo.

- Claro! Yo iré. Es la boda de mi hija, aunque ella no lo acepte, respondió Hugo.

- Esta bien hermano. Yo voy a mi oficina, nos vemos en casa, dijo Carlota.

- Ok hermana. Hoy será una noche inolvidable para todos, comentó Hugo.

Isaac y Esteban platicaban acerca de la boda.

- Hoy es el día primo! Dijo Isaac.

- Si primo, hoy te echas a perder la vida, decía entre risas Esteban.

Isaac le contestó:

- No me importa primo. Carla está forrada en dinero, y te aseguro que más temprano que tarde, todo ese dinero será mío, ya verás.

Dario, entró a la oficina de Carlota fúrico.

- Necesito hablar contigo, le pidió Dario.

- Creo que no tenemos nada que hablar Dario, si quieres habla con mi abogado, responde Carlota.

Dario, alterado la toma por el brazo fuertemente y le dice:

- Hablaremos quieras o no!

En la mansión, Estefany salía del baño, con algo de malestar.
- Ay abuela, me siento mal. He vomitado muchas veces, tengo muchas nauseas, dijo Estefany preocupada.

Su abuela Carmen le respondió:

- Ay hija, esos son síntomas de un embarazo.

En ese instante va entrando Paula, escuchando lo que dijo Carmen.

- Cómo dices? Tú estás embarazada? Preguntó asombrada Paula.

Estefany le respondió:

- Mire señorita Paula, es mejor que se vaya, esto no es su asunto.

Paula le contestó:

- Claro que es mi asunto. Tú te acostaste con el futuro esposo de mí mejor amiga, así que me dicen que es lo que está pasando?

Laura, estaba en su habitación, miraba el teléfono y se preguntaba si llamaba o no a Esteban. Después de unos minutos decide llamarlo.

- Aló.... Hola. Cómo estás? Soy Laura, la chica del parque, no sé si me recuerdas.

Esteban le respondió:

- Claro! Como no recordar tan sublime belleza.

Laura, con una sonrisa en su rostro le contesta:

- Bueno, te llamaba para hacerte una invitación, espero aceptes.

Hugo iba llegando a la mansión, y Anselmo le pregunta:

- Buenas tardes señor, cómo le fue hoy?

Hugo contestó:

- Excelente Anselmo. Y veo que todo está quedando muy bien acá.

- Si. Manuela ha gastado una fortuna en esta boda, dijo Anselmo.

Hugo respondió:

- Ya veo. Con la fortuna que es mía por cierto, pero que ya estoy recuperando Anselmo, y ella no la disfrutará mucho, porque la voy a hundir en la cárcel como la rata que es.

Paula, seguía insistiendo en saber si Estefany estaba embarazada.

- Aquí no hay nada que discutir y si no se va ahora mismo le llamo al señor Hugo, respondió Carmen.

Paula contestó:

- Sirvientas muertas de hambre! Las tendré vigiladas.

Estefany, se sentó y decía que se sentía muy mal, no aguantaba más.

En la oficina, Carlota y Dario seguían forcejeando.

- Suéltame Dario! Me lastimas! Decía Carlota.

Dario respondió:

- No! No te soltaré. Algún día me pagarás la traición que me hiciste. Lo pagarás muy caro.

En ese momento entró Luciano a la oficina, ve la situación y gritó:

- Suéltala Dario! Quítale tus sucias manos de encima!

Paula, fue de inmediato a hablar con Carla y le dice:

- Ay amiga, no sé cómo decirte esto, y precisamente hoy que es tu vida.

Carla respondió:

- Pero, qué pasa? No me digas que él juez no viene, o es que el idiota de Isaac se arrepintió?

Paula le dice:

- No amiga. Es algo peor. Resulta que entré a la cocina y escuché cuando la sirvienta Carmen le reclamaba a Estefany por un supuesto embarazo.

Carla, de la impresión se sentó y empezó a alterarse.

El Precio del Silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora