Capítulo 35

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Laura, le dice a Rosa que trate de calmarse. Intentan salir corriendo, pero uno de los asesinos las apunta con un arma. Ellas gritan del miedo.

- Hicimos un trato. Les dimos la bolsa y tienen que dejarnos ir. Le dijo Laura a los asesinos.

El asesino que se les apareció primero, le hace señas al segundo que apareció y le pide que baje el arma. Hace caso y la baja. Laura y Rosa salen corriendo y se van del jardín. Uno de los asesinos toma la bolsa y se van.

Luis, lleva a Luz hasta su casa. Se despiden con un apasionado beso y Luis se va. No pasa ni un minuto cuando vuelven a tocar la puerta. Luz pensó que era Luis quien había olvidado decirle algo. Al abrir, era Juan, quien de inmediato la toma con fuerza y le tapa la boca.

- Al fin nos volvemos encontrar mi amor. Se puede saber ¿Por qué me engañas con ese tipo?

Juan la suelta, y la apunta con un arma.

- ¡Por Dios! ¿Te volviste loco Juan? Tú y yo no somos nada. ¡Vete de mi casa! Le dice Luz muy aterrada.

Juan le dice que se calle. Y de ahora en adelante ella hará lo que él le ordene o si no mandaba a matar a Luis.

Laura y Rosa entran a la casa. Aún estaban muertas del miedo. Casi no podían hablar. Rosa, le sugiere llamar cuanto antes a la policía y contar todo lo que pasó. Laura accede de inmediato y llama al detective Axel.

Carlota, estaba por subir a su cuarto, pensando que por fin mañana sería libre y no seguiría casada con Dario. En ese momento ve llegar a Manuela, con bastante prisa.

- Manuela. ¿Qué llevas en esa bolsa negra y así como asustada? ¿Viste un fantasma? Le pregunta Carlota.

- Eso no es problema tuyo Carlota. Con permiso. Respondió con rabia Manuela.

- Anda muy rara esta mujer. ¿Qué será lo que está ocultando? Se pregunta Carlota.

Juan, amenazando a Luz le dice que llame a Luis y lo cite para mañana porque necesita hablar con él. Luz intenta negarse y le pone el arma en la frente, recalcando que si no lo hace, los matará a ambos. Al final, Luz accede. En su mente comienza a orar y le pide a Dios que los cuide.

DIA SIGUIENTE

Axel, llega a la casa de la familia Arismendi. Lo recibe Julia, como siempre a la defensiva, preguntando qué hacía en su casa. Axel le cuenta que la noche anterior, el asesino estuvo en la casa. Julia se asusta y no dice nada. Pero Axel le dice que no era "el asesino" si no "los asesinos". Julia se sorprende aún más y le dice que todos en la casa están bien y no debe preocuparse, pero Axel le comenta que los asesinos atacaron a su hija Rosa y a Laura en el jardín. Julia no podía creerlo. Igualmente, Axel le hace saber que los asesinos se fueron llevándose una bolsa negra que Paula había enterrado en el jardín.

- ¿Una bolsa negra? Preguntó intrigada Julia.

Luis, llega a la cita con Luz. La fue a saludar con un beso en la boca y ella se lo esquivó. Luis, de inmediato la nota extraña y le pregunta qué le pasa. Luz comienza a llorar y con todo el dolor de su alma le dice que deben terminar y lo mejor es que su relación llegue a su fin. Luis no lo podía creer. No lo aceptaba.

Dario llega a la cita para firmar el divorcio. Carlota le reprocha por llegar 20 minutos tarde y él le dice que no se preocupe, el divorcio se firmaría ya mismo.

Los abogados empiezan a leer las condiciones y términos del divorcio y es ahí cuando Carlota se entera que ella le cedía todas sus acciones a Dario. Carlota, interrumpe muy airada y le dice a Dario que ella en ningún momento firmó algún documento dándole sus acciones. Dario, saca el documento y lo pone en la mesa, diciéndole que sí lo había firmado. Carlota verifica y efectivamente, era su firma.

- ¡No, esto es una cochinada tuya! Yo jamás te firmaría eso, y menos mis acciones. Dijo Carlota.

El abogado revisa el documento y ve que sí era la firma de Carlota.

Carlota, se altera y le grita a Dario que no se va a salir con la suya, así que le dice a todos que el divorcio no se firmará. Dario, se altera y le dice que eso no podía ser. Carlota lo encara y le deja muy claro que prefería seguir casada con él que entregarle las acciones de la empresa de la familia.

- Si antes me dabas asco, ahora me das repugnancia. Te odio Dario, y hoy más que nunca maldigo el día que me casé contigo.

Carlota toma su cartera, se despide de los demás y sale del lugar.

Dario, hervía de la rabia y pensó: ¡Maldita! Te vas a arrepentir de esto toda tu vida.

Carmen estaba en la cocina, llorando. La tristeza que sentía era inevitable. Anselmo estaba con ella, dándole aliento. Carmen se lamentaba que el asesino haya matado a Estefany estando embarazada. En ese momento llega Carla y le dice que ese hijo que esperaba era un bastado, un hijo de nadie, sólo de una zorra que se acostó con su novio.

Al escuchar tantas barbaridades, Carmen respiró profundo, se le acerca a Carla y le dice:

- Yo le he tenido mucha paciencia señorita Carla, pero ya no aguanto más. Al terminar de decir eso, le dio una bofetada a Carla y le exigió respeto por Estefany.

Carla, como siempre, queriendo pisotear a los demás llamó desgraciada a Carmen y le gritó que esa bofetada le costaría muy cara.

El Precio del Silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora