El Precio del Silencio

Capítulo 53

DÍA SIGUIENTE

Finalizaba el sepelio de Paula. Julia, le daba las gracias a las personas que asistieron. Rosa, la busca y le dice que es hora de irse, pero Julia se niega y le dijo que quería quedarse para no dejar sola a Paula. Rosa, la deja tranquila por un momento, se retira y la espera hasta que decida irse.

Axel y Laura, luego del sepelio deciden ir a tomar un café.

- ¡Bueno! Dicen que luego de un momento triste en un cementerio, un buen café calma todo. Dice Axel.

Laura, estaba un poco callada. Axel, la nota extraña y le pregunta qué era lo que tenía que decirle. Ella, le confiesa que había encontrado el escondite de los asesinos. Axel, casi se ahoga con el café al escuchar esa noticia.

Manuela, se encontraba en el jardín de la mansión. Carla, llega y le dice que nunca le había respondido la pregunta que le había hecho. Pero, ella le responde que si fuese una de los asesinos, ya habría matado desde el primer momento a Hugo.

- Me das miedo mamá. Estás como demente, ¡Pero me encanta! No te preocupes. Yo también pienso igual que tú. Ojalá yo fuera uno de los asesinos.

Axel, comienza a preguntarle a Laura de cómo hizo para descubrir el escondite de los asesinos. Ella, le dice que fue por la noche y que la puerta del túnel está en la biblioteca.

- Tienes que llevarnos. Tú papá se va a enojar muchísimo. Dice Axel.

Carla, le pregunta:

- ¡Ya va! ¿Por qué tendría que enojarse mi papá?

Axel, se da cuenta que ha sido imprudente. Trataba de evadirle el tema, pero Laura insistía.

- No debo decirte, pero es que, en el cuerpo de Paula, dejaron una nota, no sabemos si la escribió ella antes de morir, donde decía que uno de los asesinos, es tu papá.

Laura, se asusta al escuchar lo que Axel le decía.

Carlota, estaba en su oficina, esuchando lo que había grabado el micrófono que había puesto en la oficina de Dario. En ese momento, llega Luciano y ambos escuchan todo.

- ¡Es excelente! Con todas estas pruebas, lo vamos a hundir en la cárcel. Dijo Luciano.

Laura, reacciona y le dice a Axel que su papá no es el asesino y no es justo que lo culpen.

- ¿Sabes qué? Lo nuestro llega hasta aquí. No estoy dispuesta a soportar que acuses a mi padre de asesino.

Laura, se levanta y se va del lugar. Axel, quiso detenerla, pero no pudo.

- ¡No puede ser! Esto era lo que me faltaba. Dice Axel.

En el Hospital, Luz estaba despertando luego de sobrevirir al terrible incendio. Tenía varias quemaduras, pero no era grave. Perla, estaba con ella ahí. Se acerca y le pregunta cómo se siente. Luz, no sabía dónde estaba, ni lo que había pasado y no reconocía a Perla.

- Duerma tranquila. Todo estará bien. ¡Dios mío! No sé si podrá soportar cuando se entere de todo. Decía Perla preocupada.

Laura, llega alterada a la mansión. Hugo, la ve y le pregunta qué le pasa. Ella le cuenta que cortó su relación con Axel.

- Se atrevió a decirme que tú eres uno de los asesinos. Hallaron una nota, que al parecer, escribió Paula, donde dice que eras tú.

Hugo, se sorprende y le dice que quieren culparlo de todas las muertes.

Julia, camina por su casa. No dejaba de llorar y extrañar a Paula. Rosa, la ve y se acerca a darle un abrazo. Julia, le decía que no iba a soportar tanto dolor.

- No digas eso mamá. Paula, no va a descansar en paz si sigues así. Debemos ser fuertes y seguir adelante.

Julia le contesta:

- Ella no quería morirse. Estaba tan llena de vida, pero yo sé que fue Hugo quien la mató. Ese maldito lo va a pagar.

Axel, le cuenta a Andrés la discusión que tuvo con Laura y que no debió contarle lo de la nota que inculpa a su padre. Andrés, le aconseja que vaya a la mansión, la busque y hable con ella para aclarar todo. Axel, piensa que es buena idea y lo hará.

Carlota, hablaba con Dario. Le dijo que su propuesta jamás la iba a aceptar.

- El día que yo me acueste contigo, tendrá que ser estando muy drogada, pero en mis cinco sentidos ¡Jamás! Y te dejo. Tengo cosas más importantes que hacer. ¡Adiós!

- Entonces, será como tú quieras. Si debo drogarte, pues lo haré. Pero de que te hago el amor bien rico, te lo hago. Dijo Darío.