Capítulo 23

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Estefany no podía creer lo que el detective le decía, sabiendo que era inocente y que además, estaba enamorada de Isaac.

- Yo sentía algo muy bonito por él, yo estaba enamorada, decía Estefany.

Carla al escuchar esto se puso histérica.

- ¡Eres una cínica. Claro que fuiste tú quien lo mató! Lo mataste por envidia, por haberse casado conmigo.

Axel sacó las esposas y le dijo a Estefany que debía acompañarlo a la estación policial, ya que estará detenida mientras se hacen las averiguaciones del caso.

Carmen, la ama de llaves de la mansión y abuela de Estefany no podía creer lo que ocurría.

- ¡Dios mío no puede ser! No se lleven a mi niña ¡por favor! Suplicaba desesperada.

Carla, por el contrario estaba muy feliz de que se la llevaran y pensó: Vas a pagar por todo, maldita.

En la empresa, Carlota hablaba con Luciano. Le decía que si Darío no le daba el divorcio lo iba a denunciar con la policía por traficar drogas.

- Ya verás que si te dará el divorcio. No le conviene ir preso; además él es un cobarde, le respondió Luciano.

- Te juro que me arrepiento de haberme casado con un ser tan despreciable, yo lo amé, pero la magía se terminó hace mucho tiempo. Lo que siento es asco, le dijo Carlota.

En la mansión, aún seguían los ánimos encendidos. Manuela le gritaba a Carmen de que ella sabía que su nieta Estefany iba a matar a Isaac. Carmen lloraba y decía que Estefany no había matado a nadie.

- ¡Cállate! Es que si fue ella te juro que voy a hundir a tu nieta en la cárcel, le gritó Manuela.

- ¡Dios mío, ayuda a mi nieta! Ella no fue, ella no lo mató, decía Carmen desconsolada.

En otra parte de la casa, Carla se fue a pasar la rabia que sentía y empezó a hablar consigo misma.

- Claro, ella lo asesino por haberse casado conmigo y no con ella. Es una maldita zorra. La odio!

En ese instante Laura iba llegando y la escuchó. Le preguntó que sucedía y la puso al tanto de lo que pasaba.

- Yo no creo que ella haya sido capaz de eso, Estefany no es así, dijo Laura con incredulidad.

- ¡Por Dios Laura! Te juro que a veces no pareces mi hermana, vete, déjame sola, le gritó Carla.

Ya en la estación policial, Estefany no paraba de llorar y de decir que ella no había matado a Isaac.

- Yo les juro que no tengo nada que ver con la muerte de Isaac, yo no sería capaz de cometer un crimen tan horrible, deben creerme, por favor.

- Dígame ¿Cuándo fue la última vez que lo vio la noche del asesinato? Preguntó Axel.

- Fue esa misma noche, horas antes que lo mataran. Él me encerró en una habitación, me besó a la fuerza y luego yo me fui. Él se quedó allí, quizás fue ese el momento cuando lo asesinaron, explicaba Estefany.

Axel le dijo que no sacara sus propias conclusiones, que de eso se encargaban ellos. Pero por el momento, se quedaría detenida.

En la casa de los Arismendi, Julia llama por teléfono a Manuela para saber como iba el caso del asesinato de Isaac.

- Tengo mucho que contarte amiga. Hay una sospechosa principal. La inmunda sirvienta Estefany. Pero ya la policía se la llevó.

Hugo recibe también una llamada de Anselmo.

- Señor, debe venirse ya a la mansión. A Estefany se la llevaron a la cárcel por ser la sospechosa de la muerte del joven Isaac.

Hugo no salía de su asombro.

- ¡Voy saliendo ya mismo para allá!

El Precio del Silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora