Ya no queda nada

Prólogo

-¡Camila, no me contestan! ¿Qué debo hacer?

-Debes de llamar de nuevo Yesenia, no puedo creer que no devuelvan la llamada si estamos a 4 días del festival.

- ¿Y si de plano ya no quieren? se acabó, no los necesitamos - anotó en su libreta los pendientes que le pasaba Camila - Debes de estar tranquila, haces mucho por esta fundación que te quiere aunque unas personas no quieran venir a ver la obra.

Camila pensaba que estaba en todo en lo correcto por poner todo su empeño y amor a su fundación, pero al ver las caritas de los niños no había algo que no pudiera hacer.

-Tienes razón, debería ir a casa y tomarme un tiempo para descansar, a parte que a Emmanuel lo noto muy extraño - Yesenia solo frunció las cejas y continuó escuchando - Debo poner también más atención en él, ya sabes que lo amo- sin más las dos se levantaron y salieron de la oficina para que cada una se dirigiera a sus compromisos.

En esos momentos pero en otra parte de la ciudad y en una cafetería.

- ¿Y siempre que va a pasar con nosotros Emmanuel?- Agatha se acomodó mejor para tener toda su atención - Yo te amo pero no puedo seguir así, soy amiga de tu esposa ¿sabes o tienes un idea cómo me siento?

Emmanuel solo escuchaba y la miraba aunque no le ponía tanta atención porque se preguntaba como sacaría adelante esa relación sin lastimar a Camila, ya no sentía nada por ella pero no le gustaría ver la sufrir.

-Dame tiempo, unos meses para saber cómo le voy hacer para terminar bien con Camila, sabes que te amo Agatha y que nunca te dejare, eres todo para mí- en ese momento Emmanuel le tomo las manos y se las besó.

Agatha solo dijo que si con la cabeza mientras esperaba que todo saliera bien.