Sara abrió la puerta pero no podía creer lo que les estaba pasando ya que después que pasaron dos hombres agarraron a su madre y ella, dejando a Camila sola.
Camila empezó a temblar ya que miro como aquellos hombres tenían a su mamá y su hermana.
-Muchas felicidades, amiguita – decía Lía saliendo de donde se encontraba.
-¿Lía?
-Así es, Camilita.
-Lía, ¿Por qué estás haciendo esto?
-¡Cállate! - grito Lía mientras sacaba la pistola y le apuntaba en la cabeza.
-Lía... tranquila, vamos hablar... no sé qué te sucede.
-¡Que te calles! – fue lo último que le dijo mientras la golpeaba con la pistola y miraba como se caía Camila.
-¡No! ¡Déjala! – su madre la ver lo que le hacía Camila quiso quitarse aquel hombre y correr con su hija - ¡Yo sabía que no eras de confiar, déjala en paz... lárgate!
-Amárrenlas y vámonos.
Y así fue, apuntando con el arma, amarraron a Sara y su mamá mientras uno cargaba a Camila y se iban con ella.
-Luna – le hablaba Javier ya que desde hace rato quería platicar con ella pero no encontraba el momento.
-Hola.
-¿Puedo hablar contigo?
-Tengo que ir a dejar esto. Ahorita vuelvo.
-Yo voy contigo, así no va ver más excusas.
-De acuerdo – le contesto mientras volteaba los ojos y caminaba con él al cuarto.
Cuando llegaron notaron algo fuera de lugar como el velo de Camila y zapatos tirados en la puerta, Luna entro para ver que sucedía y lo que encontró fue a su mamá y Sara llorando con cinta en la boca y amarradas.
-¿Qué les paso? ¿Camila?
-¡Llama a tu padre, Leonardo y a la policía.
-Mamá dime que...
-Lía se llevó Camila y la va a matar.
Tanto como Javier y Luna corrieron a buscar ayuda, esperaban que siguieran aun en el estacionamiento.
Emmanuel y Miguel llegaron justo en el momento en que metían a Camila en la parte de atrás de una camioneta.
-Lía, deja a Camila – susurraba Emmanuel acercándose a ella.
-¡No te acerques!
-Lía vámonos tú y yo, déjala a ella.
-¡Que no te acerque! – Grito Lía mientras disparaba a los hombres que la acompañaban – Les dije que no se acerquen, yo me voy a llevar a Camila y nadie ni nada me va a detener para que yo la mate.
Leonardo salía corriendo con toda la familia de Camila y Santiago que en la boda se mantuvo en discreción primero por el dolor de verla casarse y por otro lado que no quería estar ahí.
-¡Déjala y vámonos!
¡No y es mejor que se retiren – caminando y apuntando a todos para subirse a la camioneta.
-Lía... no lo hagas – Miguel se encontraba recargado en el carro ya que no podía más.
-¡Dame a Camila!
Lía volteo y disparo al aire haciendo que todos se hicieran para atrás, subió a la camioneta y se fue.
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Ya no queda nada
Romance¿Cómo soportar una traición, una infidelidad y varias mentiras? preguntarte en qué momento sucedido y porqué? Solo dejar que el destino contesté tus preguntas.