Ya no queda nada

15

No lo podía creer después de tiempo lo escuchaba.

-Camila..., Camila?

-Para que llamas?- un tanto nerviosa y a la vez enojada respondía.

-Yo solamente hablaba para saber..., De los papeles del divorcio.

-Yo le dije a mi abogado que no quería saber nada sobre eso, se supone que estamos separados... A de más porque me hablas, tu y yo no tenemos nada de qué hablar, como que ya paso el tiempo para que ahora me hables.

-Camila sé que no tengo vergüenza para hablarte, que no debería pero...Quería saber cómo estabas?

-Qué me estás diciendo ¿- dijo con una voz baja para que no escuchara su familia, que ya estaba alterándose, no quería que supieran quien le estaba hablando.

-Si, quería saber de ti.

-Eres un sinvergüenza, para que quieres saber de mí. Nosotros no deberíamos hablar, es más voy a cortar esta estúpida llamada y te pido que sea la última vez que me llamas.

-Camila, Camila por favor no cortes quiero decirte algo como..., saber cómo estás?, Cómo está la familia?, la fundación?

-Te dije que me dejes en paz y no me vuelvas a llamar!

Camila corto la llamada y se dirigió al baño, ya adentro empezó a llorar. Sentía que se derrumbaba algo dentro de ella, no podía creer lo que había pasado, que Emmanuel se atrevió hablarle.

Emmanuel se sentía nervioso, sentía como su corazón estaba latiendo como loco, una emoción pero sabía que no estaba bien eso, ya ellos eran como dos extraños pero no podía y no quería. El solamente necesitaba escuchando su voz.

Alguien toco la puerta, rápido se levantó guardo la foto y los papeles en la caja fuerte, se dirigió a la puerta para abrirla

-Amor, qué estás haciendo aquí? Vamos a seguir viendo otras películas, Vamos!

-Si, vamos-dijo con un poco de inseguridad, el quería quedarse solo y recordando.

Los dos se retiraron hacia la sala, cuando se sentaron él tenía su mente ocupada pensando en ella.

-Camila , te encuentras bien?- le pregunto Leonardo que al notar que se tardaba se fue a buscarla.

-Si, estoy bien solamente vine al baño pero ya iba para allá con ustedes- pasándose las manos por la cara- Me puedes abrazar, por favor?

Leonardo se acercó, la abrazo con fuerza y le daba besos por el rostro pero el sentía que algo le había causado esa llamada para que la sintiera tan tensa, tan triste de pronto.