54

1.9K 104 2
                                    

Aterrizando, aterrizando – Con risas decía Leonardo mientras cargaba a Camila y la llevaba a la habitación de visitas en la casa de sus padres – Estas muy pesadita amor.

-¡Cállate! – soltándole un golpe juguetón.

-Hasta que llegas hija, mira que ya te iba a buscar con tu padre – mirando como Leonardo dejaba a Camila en la cama.

-Mujer, ella ya está aquí, así que por favor deja tus escándalos.

-Tú deja de quejarte.

Solo se escuchaba las carcajadas de Luna, Sara, Camila y Leonardo. Ya que siempre vivian como perros y gatos pero no podían estar separados, se necesitaban mucho.

-Pero bueno, cuando va ser el día que ustedes se dejen de reclamar o gritar. Mejor vayan a su cuarto hacer travesuras – decía mientras entraba a la habitación donde se encontraba su nieta.

¡Mamá! ¡Lita! ¡Señora! Fueron algunos gritos que se escucharon después de escuchar lo que había recomendado su abuela. Unos cuantos sonrojos y otras más de risa.

-De acuerdo me callo pero dejen que pueda abrazar a mi nieta, ya te quiero tranquila, te amo demasiado Camila, así que por favor deja de andar dando sustos que dan gustos.

-¡Lita, esa no es una frase de una película?

-Pero bueno hasta eso me van a criticar.

-No tienes remedio Lita, si ya no voy a dar sustos.

-Esa es mi muchacha, ya después de todo... yo tengo una pregunta que ya debe ser respondida con hechos. Como me ven sé que tengo unos años y que sigo guapa como siempre pero... ¿Cuándo va ser la boda? Mira que quiero correr y ver películas de Disney con tus hijos Camila.

-Lita... eso yo...

-En dos meses, señora. Ya no vamos a seguir esperando. Ya no quiero más sustos o tragedias – le contestaba Leonardo con una sonrisa a la abuela de la mujer que amaba.

-¿Qué? – la primera en decir fue la mamá

-¿Qué? – después fue su hermana que se preguntaba como decía eso.

-¿Qué? – fue Luna con una sonrisa enorme mirando a Leonardo y Camila.

-¿Qué? – la última fue Camila que miraba con pequeñas lagrimas que amenazaban con salir.

-¡Yupi! ¡Bravo! – daba aplausos y pequeños brincos Lita – Mira que ya tengo tu vestido Camila, va ser el de la cenicienta.

-Mamá primero vamos a coordinarnos y saber que vamos hacer.

-No te preocupes yo te ayudo, la boda de mi nieta va ser la más preciosa que la boda de la cenicienta.

-Primero vamos a tener que hablar bien a bien Leonardo – esa voz fue del papá de Camila que solo miraba a todas las mujeres volverse locas por la boda.

-De acuerdo, señor.

Después de aquella noticia pasaron el tiempo que restaba del día viendo vestidos de novia, invitaciones, pasteles, lugares donde hacer la boda y de más. Pero en la parte de abajo en específico en la sala se encontraban tomando vino, el papa de Camia y Leonardo.

-Leonardo, sabes que te tengo confianza y aprecio por todo lo que has hecho y demostrado por mi hija... pero como sabrás ella salió de un matrimonio que Emmanuel prometió proteger y amar hasta la muerte a mi hija y ya sabes cómo acabo todo.

-De eso no se tiene que preocupar, a Camila desde que la conocí sentía que debía estar con ella, debía amarla, protegerla, cuidarla, ser todo para ella como ella ya es mío. Cuando la mire aquel día en la obra de la fundación me deslumbro con su belleza, quería tomar su mano y nunca soltarla pero en ese momento no podía hacer nada, solo estar como una sombra con ella, desde lejos amarla y cuando paso eso decidí que le iba a devolver a sus días la alegría, el amar, las risas, sonrisas que se fueron a causa de esa persona – levantándose y caminando hacia la ventana le seguía diciendo al papá de Camila – Yo la ame, la amo y la amare para toda la vida. Sin ella no soy nada, sin ella estoy muerto en vida. Como lo dije en la pedida de mano y como le digo ahora, yo amo a Camila.

-No tengo nada más que decir hijo, porque así va ser desde ahora como te diré, hijo.

Leonardo volteo al momento que el papá de Camila le daba la copa con el vino que había dejado en la mesa.

-Bienvenido a la familia oficialmente y ten mucha paciencia estos meses te van a traer vuelto loco con los preparativos de la boda.

-Eso es lo que más quiero.

$'M

Ya no queda nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora