Ya no queda nada

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Camila solo asintió con la cabeza y pensó que era mejor decirle.

-Sí y mejor te lo digo antes que se empiece a dar como un chisme. Yo estuve allá con él.

-¿Cómo? Camila, ¿Pero cómo? Digo... no lo puedo creer.

-Para no hacerte la historia más larga y porque estoy viendo que Leonardo está hablando con el del audio. Sus padres vinieron a la casa de mis padre, me pidieron que fuera con él, me encontré con Agatha que paso por una tragedia y que lo siento por ella, su madre se portó grosera con Leonardo... yo misma iba alejar a Leonardo. Todo fue un boom de emociones mientras estuve allá.

-Debemos hablarlo más.

-Así es, pero ahorita mejor vamos a disfrutar y vamos a divertirnos.

Tomadas de la mano y riéndose fueron acercándose a donde todos se estaban reuniendo, alrededor de la pista.

-Me puede hacer el favor la bella dama llamada Camila acercarse aquí conmigo - dijo Leonardo en el micrófono, ya que lo sujetaba fuerte. A pesar que ya había pasado por esto sentía que todo era como la primera vez.

Camila se fue acercando con él con una sonrisa, Leonardo la miraba de la misma manera aunque se nota que estaba un poco nervioso.

-Aquí estoy, mi amor - le decía Camila mientras le tomaba su mano.

-Gracias por llegar a mí - le respondió Leonardo besando su mano.

-Bueno, principalmente gracias por estar aquí, gracias a las personas que se encargaron de esta fiesta o reunión.

-Acuérdate mi Leonardito que fui yo - le grito Lita que se encontraba enfrente de ellos. Mientras todos soltaron una carcajada.

-Bueno, de nuevo gracias. Hace un tiempo conocí por obra del destino a una mujer bella, que gracias a una invitación a una obra de la fundación fue como pude conocer a Camila, al verla mi corazón salto, para mi ella era la mujer más bella del mundo, hasta sentía envidia por las personas que estaban alrededor de ella, poder hablarle, verla, escucharla y poder tocarla me moría de la envidia. Me acuerdo que le deje un ramo de tulipanes rojos, no me atrevía a dárselo en persona, ese día llegando a mi casa me puse a pensar y decidir que yo debería estar en su vida. Y empecé a buscarla con tulipanes hasta que ella acepto ser mi amiga, después mi pareja.

-Leonardo... - Camila fue lo único que dijo, sentía su corazón saltando, las lágrimas no dejaban de bajar por su cara.

-Hasta que el destino hizo de las suyas y logro que esta bella mujer me diera una oportunidad... No puedo expresar más mi felicidad, aunque pasamos por unos momentos que la vida nos puso a prueba, a ver qué tan fuerte era nuestro amor, lo logramos.

Leonardo volteo con el de audio y le hizo una seña, mientras Camila solo tenía mirada para él. Y en ese momento se empezó a escuchar una canción, una con la que le expresaba todo a Camila.

-Hace poco Camila logro obtener algo que tanto luchaba y que esperábamos, su libertad. Y así que por este motivo fue la reunión - Leonardo volteo a Camila para que estuvieran de frente y sin más se hinco - Sé que esto ya te lo pregunte, pero siempre te lo preguntare... ¿Camila, Quieres casarte conmigo, compartir tu vida conmigo?

-¡Si! - fue lo último que dijo Camila antes de hincarse y abrazar a Leonardo.

Ellos sentían que estaban en una burbuja, no escuchaban nada solo ellos. Mientras todos los familiares y amigos empezaron aplaudir.