El gran día.
-Camila, hija – le susurraba al odio su mamá ya que todos estaban preparándose desde temprano – hija, te tienes que bañar, la estilista no tarda y tú debes estar lista, el fotógrafo esta abajo esperando para iniciar.
Camila se había dormido tarde esperando la contestación de Leonardo pero no llego y solo pensaba que debería estar en la despedida o ya dormido. Paso la mano varias veces por todo, el vestido, los zapatos y el velo. No podía creer que estaba a unas horas de decir que si ante un padre, entregarse al hombre que le devolvió la sonrisa, el amor, el cariño y muchas cosas. Emmanuel se hizo presente ese día con un mensaje que ella mismo borro cuando termino de leer.
Siempre te voy a esperar.
Te amo.
No tenía palabras para decir que le ocasionaba aquello, solo lo borro.
-Hoy es el día, mamá.
-Así es mi niña, hoy te casas, así que levántate y a ponerte como princesa.
-¿Mis hermanas, Lita y mi papá?
-Ellos ya se están arreglando y tu dormida, amor.
-Vamos – dijo agarrando la mano de su mama que le ofrecía para levantarse para después abrazarla – Gracias, mamá.
-No llores y adelante.
Después de un baño rápido, las personas que se dedicaron a maquillarla y peinarla empezaron a dejarla hermosa, su peinado era algo sencillo, el maquillaje igual, algo natural no un maquillaje cargado. Camila al mirarse al espejo no podía creer, a pesar que había ido a pruebas no lo había apreciado como este día, que ya era.
-Alguien me puede pasar mi celular – preguntaba mientras ayudaba a ponerse el vestido.
-Cuidado con el peinado – le decía Luna.
-¿Mi celular?
-No lo vas a tener hasta que ya vayas a salir de esta casa – decía Lita guardándolo en su bolsa
-De acuerdo y ustedes, que hermosas se encuentran.
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Ya no queda nada
Romance¿Cómo soportar una traición, una infidelidad y varias mentiras? preguntarte en qué momento sucedido y porqué? Solo dejar que el destino contesté tus preguntas.