Ya no queda nada

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Mientras más se acercaba los días, mas era la presión de saber que faltaba poco para su boda. Tanto como ella y Leonardo no podían con la ansiedad.

Días antes había pasado de todo, desde encontrarse a la persona que no prensaba volver a ver hasta recibir a una Lía con rastros de lágrimas y pidiendo disculpas si llegaba a faltar en su día, que tenía que resolver algo importante, ella solo le deseo lo mejor y que contaba con su ayuda, pero no la dejo tranquila ya que se comportaba de una forma poco agresiva.

Emmanuel volvió con flores solo a decirle por última vez que la amaba y que la iba a esperar para toda la vida, sabía que al final iban a estar juntos pero para eso le daría tiempo.

Santiago y Rita volvieron a visitarla en la fundación, Rita se enamoró del lugar que le pidió a Camila que si podía ayudar, que le gustaría poder jugar con los niños a lo que Camila y Santiago aceptaron a la vez que le exigían que subiera sus calificaciones y que dejara los chistes. Camila después de ese sobre sabía las intenciones de Santiago pero ella prefirió callar y no decir nada, sabía que no iba a pasar nada ya que él sabía que se iba a casar.

7 días antes de la boda.

-Camila, todo está listo verdad, el pastel, los músicos, los fuegos artificiales... - caminaba una desesperada mamá ya que miraba como Camila se perdía cuando tenía el bebé que cada vez se fue encariñando más y que ella lo protegía ante todo.

-Si mamá, ahora deja le doy de comer a este hermosos bebé... ¿Quién tiene hambre? – le decía al bebé mientras salía de la oficina.

-Camila, te casas en 7 días y necesito que todo quede perfecto.

-Lo va ser mamá, lo va ser.

-No tienes remedio hija, pero bueno... ¿Y Leonardo tiene todo listo?

-Que si mamá, si fuera por el ya nos hubiéramos ido a a las vegas.

-Ni se te ocurra hacer eso, que esta boda va a pasar a la historia.

-Si mamá.

6 días antes de la boda.

-Y luego todos empezaron a levantarse y tratar de apagar el pequeño incendio que ocasiono la cafetera – contaba Leonardo mientras daba vueltas a unas hamburguesa al carbón, aquel día decidieron juntarse todos y compartir una noche, compartí anécdotas y risas.

-No te paso nada amor – Camila preguntaba mientras lo abrazaba por la cintura pero a la vez preocupada.

-Si amor, todo paso y nadie salió lastimado.

-Camila, ¿me puedes pasar la mayonesa? Preguntaba luna con un pedazo de pan en la mano.

-Ten, por cierta familia. Leonardo y yo les tenemos una noticia.

-No se van a ir a las vegas verdad – decía su mamá con una mano en el corazón.

-Déjala que hable mujer, continúa hija.

-Que romántico las vegas una escapada para el amor – Lita son suspiros decía.

-No des ideas, Lita.

Después todos empezaron a opinar sobre las vegas dejando a un Leonardo y Camila son una risa burlona.

-¡Familia! ¡Vamos adoptar! – gritaban mientras aplaudían Camila y Leonardo.

Tanto hombres y mujeres dejaron de hablar para voltear a verlos.

-¿Cuando? ¿Un nieto?

-¿Voy a ser tía?

¿Hijo, vamos hacer abuelos?

Fueron algunas de las preguntas que hacían los padres y hermanos de ellos, no respondieron nada solo asentían con la cabeza. La mejor sorpresa fue que las madres corrieron para abrazarlos igual que los hermanos. Lita miraba como los felicitaban pero noto a una persona que aún se encontraba sentado con lágrimas que no dejaba salir.

-Qué te pasa hombre? ¡Vas hacer abuelo! – trataba de sacarlo de ese estado dándole una palmada en la espalda.

-Me da mucho gusto, Lita... mi niña por fin está obteniendo lo que deseaba para ella, un buen hombre, hijos, una casa, que fuera una súper mujer y ahora todo lo tiene.

-Ella ya está haciendo su camino, el destino nos tiene sorpresas y ahorita nos la está dando, vamos a tener a un niño corriendo por la casa, galletas y películas de Disney que le tendré que enseñar.

-Ya se, va ser el nieto consentido – pasándose las manos por la cara para quitarse las lágrimas, Lita al ver que hizo eso se acercó y lo abrazo.

-Nuestra niña ya es feliz.

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