Pasaban los días, y en cada uno de ellos se oía voces de todo lo qué estaba haciendo Changkyun enfermo, aquél qué me daba miedo y me daba ganas de huir de todo lo qué quedaba de él. Pero sólo me quedaban en duda la audiencia, ya qué sería en pocos días, y debía verle a su ser enfermo.
¿Qué podría hacer? ¿Sería mejor verle, con aquélla conexión mental qué tenemos entre nosotros y mantener ese recuerdo duradero hasta aquél día? ¿Deberé huír y no verle ni siquiera de manera enferma?Todo era dudas todo era un temor, y todo se estaba volviendo una seguridad que simplemente me daba angustia sentirla de está manera.
Decido ir en búsqueda de él, aúnque fuera a manera de conexión mental, pués tenía que hacerle saber qué no es necesario un llamado de urgencia para verle y sentirle conmigo.Me dirijo a mi cuarto, y trato de hacerlo, de manera pronta y precisa. Ya qué sentía en mi interior qué debía verle con gran necesidad dentro de mi alma y mi corazón.
Al cerrar mis ojos, estaba viendo aquélla imagen que vi, aquél día en qué nos vimos, antes de aquél error de tantas cosas y dolores en medio de nosotros.
Justo allí me encuentro parada en medio de tanta oscuridad, y paredes húmedas, llenas de mohosidad y un hedor a podredumbre que no era tolerable ni con un tapabocas especial.
Al ver el cuerpo de Changkyun lleno de sangre en medio de su ropa de preso, y con su rostro casi que desfigurado, me entró un pánico por la vida de él, qué se sentía en mi interior cómo un ardor del pecho, simplemente por intentar hacer que se salvará a sí mismo en éste lugar tan triste y pesado.De manera improvista, entró en su interior, y lo veo, con la posición fetal qué una vez lo ví y me dolió en lo más profundo de mi alma.
Quería abrazarle y demostrarle que no podía continuar con su dolor de está manera. Pero, también era consciente del mundo y lo qué estábamos a punto de vivir en poco tiempo.Me voy acercando de manera lenta y delicada, intentando no hacer tanto ruído en su interior, porqué quizá su esquizofrenia paranoide pudiera absorverme y devorarme de inmediato, para llevarme lejos de él, y de todo sus recuerdos hermosos. Cosa que no podía permitirme hacer.
Al estar a pocos centímetros de su cuerpo, me doy cuenta de la fragilidad de su alma y su humanidad, pero también de su fortaleza para soportar aquél dolor y tristeza qué tenía que vivir una vez más, por causa de los Kang.
—Oye, pequeñito, vamos a sentarte.
—(Changkyun): ¿Amor, qué haces aquí?
—Sentí la necesidad de venir a verte y descubrir cómo va todo con tu vida en este lado del barco.En ese momento se levanta, débilmente se levanta y me abraza de una forma tan dulce que nuestra humanidad se había fundido en aquél abrazo que tanto necesitaba. Un abrazo qué más allá de las palabras que pudiera tener, estaba siendo la fuente de fortaleza para él, quién me estaba anhelando.
Debía darle y entregarle lo mejor qué tenía para qué no se sintiera peor de lo qué ya estaba ahora mismo. Era ese abrazo dónde decíamos que no podíamos rendirnos y dejarnos a la deriva, sin alguna manera de acercar el corazón de nosotros mismos y entregarlos en medio del caos.
De repente, entendí qué no solamente podía abrazarle y acariciarle levemente su cuerpo y rostro, con mis manos. Sino qué tenía qué hacer algo más profundo y especial que le diera la fuerza y alientos suficientes para soportarlo todo, mientras que debía esperar la audiencia.
Lo alejé pocos centímetros de mi pecho, para buscar su rostro, mirarle profundamente y directamente a los ojos, para que se llenará de luz en medio de las ruinas. Luego, voy acercando levemente mis labios hacia los suyos, intentando no ser dura ni brusca con él, para besarle de manera profunda y honesta.
El beso se estaba haciendo tan real y profundo, qué se sentía con vida propia y un amor profundo, qué nadie pudiera hacer entender en el paso de los días.
El beso era el más honesto de todos los besos qué haya podido imaginar. Eran de esos besos qué daban la sensación de no querer ser acabados y alejados a la fuerza, y la unión qué se habían hecho en nuestros cuerpos espirituales, era tan o más profunda que cualquiera pudiera entender en el caminar de la vida.Una razón para creer qué ni la distancia sería un obstáculo para separarnos y quitarnos la felicidad que estábamos teniendo en estos momentos de vida.
A pesar de todo el beso seguía siendo lo mejor y más real qué haya hecho en mi vida por él.—(Changkyun): No te imaginas cuánto necesitaba esto en éste momento.
—Es algo qué debía hacer de manera rápida, y especial. No puedo creer qué lo haya hecho después de la promesa que hiciste.
—(Changkyun): Digamos que un beso de nuestros cuerpos espirituales y conectados por nuestras mentes, no vale para que se incumpla la promesa.
—Se fuerte, por favor, no sé de qué manera pedirte qué seas fuerte y te mantengas alejado de tu enfermedad. Por favor, no te dejes decaer, y qué siempre escojas mantener tu vida y firmeza en pie.
—(Changkyun): Hoy quería tirar todo a la borda, necesitaba un aliento en medio de tanto dolor. Y el tuyo ha caído cómo sí hubiese sido enviado por El Anciano, realmente te prometo qué me mantendré en pie y hacer qué todo ésto no sea en vano, y que podamos hacer lo que prometimos alguna vez.
—Descuida, para eso habrán más días, yo sólo quiero qué te mantengas en pie. ¿Creés qué podrías concederme éste enorme y gran favor para mí?
—(Changkyun): Claro qué sí, después de todo, has venido a visitarme justo cuándo más te necesitaba.Nos despedimos con un fuerte abrazo, nuevamente alejándome lentamente por dónde había venido, con cuidado, para qué no hubiesen más problemas. En ese momento, él me envía un beso dulce, yo lo atrapo, y nuevamente estoy de regreso en mi cuerpo físico, teniendo la certeza de qué había hecho lo correcto con mi amado.

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Alma oscura, alma blanca
Fanfiction«No quiero destruir tu alma blanca, con mi alma llena de oscuridad, debes abandonarme, aúnque no quiera, aúnque me cueste la vida olvidarte. Tú, fuiste quién me enseño lo que es el mundo. Y ahora, no puedo hacer mas que aferrarme, desgraciadamente...