Alma oscura, alma blanca

56

Verlo en la cárcel no era algo que me hubiese imaginado.
Sin embargo, debía demostrarle una fuerza y un valor que no pudiera haber sido visto en medio del caos.

Hablarle de manera dulce, fingiendo ser fuerte para él, mientras qué por dentro me estaba consumiendo el alma; no eran las mejores maneras de sentirme bien con mi vida, pero tal cómo me dijo Hyungwon al entrar en éste asqueroso lugar, debíamos tener la claridad de qué sí uno de nosotros flaqueaba, era la señal para que ganarán los Kang, sin pensarlo dos veces.

Al dejarlo con Hyungwon pude oír y leer sus labios, para saber de qué estarían hablando en éstos momentos.

—(Hyungwon): Te lo voy a decir de está manera no tan legal y de derechos.
El tipo lo qué pretende es qué uno de nosotros se quedé aquí para que se debilite el grupo, y así poder difamar hasta que los fans se vayan, y según él también lo hagan las chicas que están con nosotros.
—(Changkyun): ¡Maldita la hora en la qué tuve que alquilar ese lugar!
—(Hyungwon): Cálmate, cálmate, ahora es el momento en qué tienes una solución para que puedas salir pronto, y cómo tu abogado podría apelar a ése único argumento que nos podría estar ayudando en estos momentos.
—(Changkyun): ¡¿Cuál es?!
—(Hyungwon): No será sencillo, pero es prácticamente todo lo qué tenemos a favor.
—(Changkyun): Déjate de rodeos, y habla de una vez que me estás desesperando. Más de lo qué ya estoy aquí desesperado en éste encierro.
—(Hyungwon): Está bien, está bien, la idea es simple, tú tienes qué sumergirte en tu esquizofrenia paranoide, tienes qué entregarte a ella, y hacer notar qué realmente necesitas salir para recibir tu tratamiento.
Es lo que veo más sensato y está premedicado en éstos momentos.
—(Changkyun): ¡¿Estás seguro?!
—(Hyungwon): Sino lo estuviera no lo estaría sugiriendo en el momento menos oportuno para que se hiciera posible.

Changkyun me voltea a ver, expresando dolor, tristeza, y preguntándome en su interior «¿Quieres verme totalmente desquiciado por culpa de la esquizofrenia paranoide?» La verdad todo dentro de m interior daban vueltas, porqué temía que sí se sumergía en ella, podría ser fatal, pero sino lo hacia, tal vez sus días en este mundo estarían contados; de manera qué no había opción para saber qué estaría peor. Sí el darle la aprobación para qué se sumirgiera en el foso profundo, o en su defecto ignorar todo esto.

—(Hyungwon): Tienes qué tomar una decisión. Él necesita saber sí estás de acuerdo, con la locura qué acabé de mencionarle.
—¿Me dejarías hablar con él durante los minutos que quedan de visita, y qué allí mismo te dé la respuesta?
—(Hyungwon): Está bien, sí eso es lo qué quieren hacer, por mí no hay problema.

Hyungwon se levanta cediendo el lugar qué hace poco le dí para qué le mencionará aquélla proposición de la qué temía por tomar la peor decisión que le ayudará a salvar su vida de un modo severo.

Me siento, nuevamente en frente de él, viendo el reloj el cuál me indicaba que tenía menos de doce minutos para decirle algo que puede cambiar su vida, y de paso puede condenar la mía de manera que no sabría cómo experimentar.

Con el teléfono nuevamente en la mano, mi alma queriendo salir de mi cuerpo, mi corazón latiendo a toda prisa, y mi vida en la completa ruina del momento, estaba en un peñasco qué me estaba haciendo debatir entre la razón y la locura. Porqué al parecer todo dependía de mí cómo no quería que sucediera ahora.

Al verle, estaba con su rostro lleno de temor, dudas y hasta su respiración estaba en contra todos los estados normales y joviales, qué se pudieran imaginar en la existencia humana.

—(Changkyun): A... a... amor... e... e... estás aquí, de nuevo. *Me dice con su voz apagada, intentando no dejar que me debilitará por oírlo de está manera*.
—Mi dulce príncipe, tienes que ser fuerte. No debes estar así.
—(Changkyun): Es qué temo que me domine por completo, y que no pueda ver tu rostro una vez más.

Hace un estiramiento de su manito derecha hacia el vidrio que nos estaba separando en estos momentos.
Le devuelvo el gesto, intentando decirle qué estaba sosteniendo su mano, que no podría soltarle, y que a pesar de qué estuviera con el dolor más profundo de su ser, yo estaría para traerlo de regreso.
Me costaba mucho verle con su cabeza abajo, sus lágrimas caían y su voz se sumergía en el ahogado mar de desesperación por el qué estaba pasando. No podía soportarlo por mucho tiempo, pero debía ser fuerte y tener la certeza de qué se estaba haciendo valiente en medio del caos por el qué estábamos atravesando una vez más.

—Cielo, sé qué no será fácil. Pero hay algo qué ellos no pueden hacer para alejarnos; ni siquiera tu estúpida esquizofrenia paranoide, no pueden, ni podrán hacer qué está acción qué vas a tomar para salvar tu vida sea la peor. Yo estoy contigo, te he traído del mismo infierno y no estoy dispuesta a dejarte ahora qué me necesitas.
Así deba sacar salvajismo, cómo el de los caballos, o cualquier animal que esté en peligro, lo haré porqué tú me necesitas y no puedo darme el lujo de perderte en medio de una tormenta leve.
Levanta tu rostro y vamos a luchar contra los designios que han querido alejarnos del mundo en el qué estamos.
—(Changkyun): Lo haré, oíste bien Hyungwon, lo voy a hacer, y necesito qué por favor tú me prometas qué sí es necesario invadir mi mente, para traerme de regreso, y contemplar tu rostro una vez más, lo hagas. No quiero que dudes en hacerlo, porqué no sé cómo pueda reaccionar.
—Te lo prometí, y deberé cumplirlo con mi vida entera.
Estás a salvo conmigo.
—(Changkyun): Sí me vienes a ver en medio del desastre de persona en el que me convertiré, te pido que no lo recuerdes, y qué mantengas está débil pero significativa imagen de mí, cómo ahora, cómo en el momento en qué te estoy diciendo qué te amo.
—No te preocupes, porqué sabré qué el verdadero tú me ama, y deberé verme nuevamente con el triste tú. Pero de las dos maneras estoy dispuesta a amarte, más no estaré dispuesta s convivir con el triste tú.

En ese momento llega el guardia de la cárcel, llevándose consigo a Changkyun de una manera cruel y salvaje. Nuestras manos se estaban despidiendo de todo, y esperando volver a encontrarse realmente, en poco tiempo.