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Me siento tan feliz, porqué en pocas horas estaré en el aeropuerto internacional, para emprender el viaje con Changkyun. Uno qué realmente me imaginé, pero no pensaba que fuera a ser realidad en estos momentos.

Ya tenía todo listo, para que pasará el sueño de una simple visualización, a una hermosa realidad.

En ese momento entra Jan, quién me ve con una sonrisa enorme, mientras qué ella tenía sus ojos llenos de lágrimas y algo inflamados, por el llanto.
¿Qué habrá sucedido con ella? No tenía ni la más remota idea. Sólo sabía qué era mejor estar con ella, y otorgarle un enorme abrazo.

Me he sorprendido, porqué ha respondido a mi abrazo, de manera dulce; por lo general, no era así, sino que era todo lo contrario, me empujaba, o me hacia a un lado.

—(Jan): Van a ser días en dónde me hará falta hacerte mucho bullying. Pero, sólo anhelo que todo sea mágico para tí.
Quizá vayas a revivir recuerdos de nuestros padres, pero, solamente te pido que los tengas cómo aquél cuento que contaba en el orfanato, para tí. Ese que te decía lo bello de la vida, aúnque no haya sido así. Ese que me tocó repetirte una y mil veces en una misma noche, hasta que las voces de tus fantasmas se hayan hecho a un lado. ¿Me lo prometes?
—Sí, así es, te lo prometo.
—(Jan): Prométeme también, qué darás el siguiente paso con él, hasta el día en que todo haya sido muy claro para tí, y sientas su compromiso.
Ustedes dos, han pasado por tanto, que el universo los ha dejado...
—Es El Anciano, con Su Primogénito. Ellos nos devolvieron a este lugar. Para poder abrazarte una vez más.
—(Jan): Eso no lo discuto, porqué a pesar de qué tus abrazos me sepan a guacale, puedo sentir la pureza de tu alma.
—Me vas a hacer mucha falta Jan. ¿Por qué no vienen tú y Hyungwon también, con nosotros? Necesitamos qué hayan testigos muy cercanos a nosotros. Y pues a pesar de todo, quisiera qué fueran tú y Chae Hyungwon.

Jan lanza un suspiro tan fuerte y tan pesado, qué sólo podía mantener su mirada concentrada en el cielo nocturno. El mismo qué la ha traído con algo oculto en su espalda, y en su interior. Algo qué no sería fácil de sacarle. Pero tampoco me lo podría ocultar siempre.

Ella, finalmente me ha respondido, con su mirada fija en un lucero, qué alumbraba el cielo nocturno, el cuál daba el anunció de qué en todas sus horas, hubo algo qué marco la historia de sus habitantes del mismo mundo.

—(Jan): Está bien, supongo qué necesitas qué canté aquélla canción de cuna, la cuál te sentaba mejor, cuándo veías qué me lastimaban, pero tenía algo de fuerzas para tí, con esa canción, para protegerte.
Voy a llamar a Changkyun y a el invesil de Chae.
—Gracias, gracias Jan.

Me estaba emocionando mucho más, porqué sería el viaje más increíble de toda mi existencia.

Jan, toma su teléfono móvil, y llama de primeras a Changkyun.
Éste le ha respondido muy rápido. Jan ha activado su altavoz, para dejarme oír la conversación con él.

—(Changkyun): Hey Jan, ¿Cómo te termino de ir, cómo has llegado y encontrado a Mariana?
—(Jan): Bien, todo bien. Realmente todo está bien. Pero, sé qué tú y mi hermana se van de viaje. Quería preguntarte algo sobre el tema.
—(Changkyun): Sí, claro, díme en qué te puedo ayudar.
—(Jan): Ella me pide que viaje con ustedes, y de paso, lleve al cretino de Hyungwon. Quería preguntarte, ¿estarías de acuerdo con ello? ¿podría ir yo?
—(Changkyun): Claro qué sí, pués es necesario para que se dé el siguiente paso. ¿Quieres qué le diga a Hyungwon?
—(Jan): No, no te preocupes. He podido hacer peores cosas qué una simple idiotez de estás.
—(Changkyun): Jaja, está bien. Sin embargo, voy a decirle y confirmarle su necesaria participación en esto. Ustedes dos son muy allegados a nosotros.
—(Jan): Cómo quieras. Ya en cinco minutos lo estaré llamando.

Jan me ha volteado a ver, y sonreía leve y titubeante.

—(Jan): Bueno, creó que sí me llevarán. Deberé hacer las reservas, para mañana...
—¡¡Yo ya las hice, me había anticipado a hacerlas, para qué nos acompañarán!!
—(Jan): Eres una tonta, muy astuta. Por eso te quiero.
—¿Qué dijiste?
—(Jan): Qué no quiero hablar, ni decirte algo qué ya has escuchado. Así qué no me molestes.
—Está bien.
—(Jan): Bueno, voy a llamar al idiota. Supongo qué ya han pasado los minutos qué dije, para hacer lo que debo de hacer.

Nuevamente, inicia a teclear en su teléfono móvil, y ha comenzado a sonar el tono de marcación, qué decía sí era posible para tener o no, un contacto con él.
Finalmente ha respondido, después de varios repiques de timbrar.

—(Hyungwon): Ya sé qué debo acompañar a tu hermana y Changkyun, en el viaje que tendrán. Sólo falta hacer mis reservas del vuelo.
—(Jan): No es necesario, ya mi hermana las hizo. Gracias por hacer esto, por ella. Por ellos.
—(Hyungwon): Ammm, también te quería hablar de algo más.
—(Jan): ¡Ah, ahora sí despertó interés en hablar conmigo?! Qué patético es, Chae. Déjeme tranquila. Déjeme decirle que no me intere...
—(Hyungwon): ¡¡¡¡Quiero qué me perdones, por todo lo qué ha sucedido con nosotros!!!!
—(Jan): ¿No le bastó con decirme cobarde, y condenarme, mientras veía qué mis cenizas de vida se estaban desapareciendo en ese momento? Además, yo no le estoy hablando por un interés personal. Le estoy hablando por el interés de mi hermana en acompañarles. Así que sí me disculpa, me debo ir. Porqué no tengo nada listo.
—(Hyungwon): No te...

Jan corta la llamada de manera cruel y pronta. Jamás había visto esa faceta tan fría y tan cruel. Ya me ha dado un poco de temor. Por todo lo qué eso implicaba.

Jan me abraza una vez más, tratando de encontrarse con ella misma.

—(Jan): Voy a alistar las maletas. Sólo esperó qué si vas a invitar a los demás, se los hagas saber tú. Yo no tengo la paciencia para hacerlo.
—Descuida. Yo me encargaré de todo. Gracias por ayudarme.
—(Jan): Descuida. No te preocupes por eso.

Jan salé de mi habitación, con su cabeza baja. Y su tono de voz triste.

¿Qué puede estar lastimandole a mi hermana?

Me dolía mucho, verla así. Pero me hacia feliz tenerla cerca en el paso más importante de mi vida.

Alma oscura, alma blancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora