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...—No puede ser el mensaje que me ha dejado la mamá de Changkyun.

Todo en mi interior se había hecho una mella de emociones y sensaciones por el mensaje de la mamá de Changkyun. Y que lo leyera Jan era sin duda alguna un propósito para el cuál estaba ella en éste momento. Estaba siendo todo tan difícil y tan confuso.
Estaba oyendo demasiadas voces que me decían que decir o que hacer en formas que no podía entender todavía.
No podía aceptarlo todo, pues ya se ha hecho una renuncia. O al menos es lo que pienso en mi interior. Además, la mamá de Changkyun fue muy linda al verme, supongo que habrá sido así con todas las personas qué se han acercado a ella.

Jan queda en silencio, contemplando mi rostro que estaba reflejando el pensamiento de un todo qué no sé hasta dónde pudiera llegar a verse en la vida.

Ella rompe el silencio, con una pregunta que no sabía cómo responderle, porqué temía por darle una respuesta equivocada sobre todo lo que viví en aquél lugar, desprendiéndome de todo aquello que supuestamente no volvería a saber jamás en mi vida o mi caminar. Creía que lo había dejado todo a un lado.

—(Jan): Y bien, ¿Podrías explicarme qué significa todo esto?
—La verdad *Suspiro profundamente* no tengo el menor conocimiento de mi vida, soy alguién qué suponía conocerse y saber qué camino iba a tomar, pero... sólo hizo estupideces que no me enorgullecen de mencionar.
—(Jan): Yo me refiero a está carta, ¿Cómo hiciste que la mamá de Changkyun te conociera, sí ella está muerta desde el mismo tiempo qué nuestros padres están muertos?
—Quiero qué no me vayas a tomar por loca o por estúpida, es una explicación un poco incongruente, pero es la verdadera que tengo para esto.
—(Jan): Te escucho atentamente. No quiero sacar deducciones por lo qué me vayas a decir.
—Bien.
Resulta, que en su momento, cuándo me desprendo de éste mundo, sentí cómo si muchas manos me tomarán y me llevarán hasta dónde no sé que parte del universo era, pero estuve allí, sintiéndome amada. Luego quede en una pradera, dónde me ví sola, completamente sola, sintiendo que todo se acabaría en menos de unos momentos más.
No obstante, de la nada aparece un joven muy lindo, cariñoso y apuesto, que me tomó de las manos y me llevo hasta dónde era un bellísimo hogar. Hasta ahí  no había nada fuera de lo normal en ese aspecto.
—(Jan): Tal vez para tí no, pero para mí es cómo oír la historia de caperucita roja mezclada con blanca nieves los siete enanos, y las crónicas de narnia en todas sus temporadas y versiones.
Pero, continúa, está muy interesante.
—Jaja, bien. Continuó.
En el momento en que llegamos a la casa, salió Un Dulce Anciano, que me recibió un poco triste, pero a su vez gozoso de verme. Luego, siguieron Ingrit, Shownu, y su pequeño bebé. De ahí ella empezó a ser dura conmigo, sólo quería estar tranquila, y no saber de nadie mas.
No me preguntes cómo o porqué resulte en un cuarto, en dónde pude ver a nuestros padres, y pude hablarles. Pero, también te ví llorar por mí, te ví en está habitación, abrazando mi cuerpo inmóvil, y conectado a todos estos aparatos que estoy ahora conectada, y pedías porqué volviera.
—(Jan): Te debiste haber dado un golpe muy fuerte en la cabeza, en aquél lugar, porqué yo estaba en Cancún dándome un viaje tranquilizador después de todo.
—Jaja, eso no te lo creés ni tú, tus ojos dicen otra cosa.
En fin, cuándo sucedió todo esto, no sé cómo resulté viendo a la mamá de Changkyun, y estuvo hablando conmigo. Luego estábamos Changkyun y yo en una cabaña, y de ahí se hicieron estás heridas que ves aquí.
—(Jan): Momento, ¿hablas de las heridas qué tienes en el pecho y que recién me enseñaste?
—Esas mismas. Todo es parte de una transformación profunda, que nadie más pudo haber tenido.
—(Jan): Pues sí la idea era de cortarte el pecho, yo lo hubiera hecho con todo gusto. Es más, te hubiera hecho un lindo zorrito en el pecho, para que dejarás el drama.
—Jaja, Jan, no es que me lo hayan hecho porqué sí, todo tiene un transfondo muy profundo. Está herida, es cómo sí yo me hubiese entregado a Changkyun completamente. Pero, a su vez, es la manera de decir qué no hay manera de qué no podemos estar juntos.
Es parte de la renuncia, qué hablan allí en la carta.
Papá y mamá se despidieron de mí en éste mundo. Dándome fuerzas, y dejándome otro recado, que debo tener en la cama, por alguna parte. Mientras qué no sabía lo de la nota de la mamá de Changkyun, ya qué había considerado que mi renuncia por él había sido avalada totalmente.
—(Jan): Tal parece qué no es así. Tal parece que en ese lugar ustedes terminaron uniéndose por completo fisica espiritual emocional y existencialmente. Cosa qué no se ve por estos días.
Pero, tengo una duda mayor.
—Díme, te escucho.
—(Jan): ¡¿TE ENTREGASTE CORPORALMENTE A CHANGKYUN?!
—Jajajajajajaja, obviamente que no Jan. Eso no ha pasado, Changkyun no me ha tocado más allá de lo permitido.
—(Jan): Más le vale que todo el sacrificio qué tuve que hacer por cuidar de tu tesoro más grande haya resultado valiendo la pena entera.
—Jajajajajaja, tonta. ¿Ahora sí me puedes comprender lo qué sucedió en todo éste tiempo que no estuve aquí?
—(Jan): Pues sí, y tal parece que Changkyun vivió lo mismo que tú, porqué también está en la sala de cuidados intensivos del hospital dónde estámos.
—Él alcanzó a vivir ciertas cosas conmigo, pero tuvo que padecer otras más graves en dónde todo se había hecho caos y dolor en su piel. *Dije esto con algunas lágrimas en mis ojos tratando de escapar del dolor qué me daba el no saber sí ya habría vuelto o tal vez lo haya perdido para siempre en el camino de regreso a casa.
No quería preguntarle a Jan por esto, pero me mortificaba la idea de pensar en que todo esto se hizo en vano...*

Alma oscura, alma blancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora