Alma oscura, alma blanca

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Ha sido una semana increíble con Mariana.
Pero, ha llegado el momento de que antes de emprender el viaje con ella y de hacer un compromiso perpetuo. Tenía que hacerle una pequeña herida a Soyou. Pues el hecho de poner en riesgo a Jooheon, no era algo gracioso.
Debíamos hablar con los chicos.

—¡¿Pero, Siwon sabe del mensaje y las llamadas qué les hizo a Jooheon?!
—(Donghae): Obviamente todos sabemos de ese tema. Pero, ¿quiénes quieren darle su lección de vida? Además, debe ser mujer, porqué no se puede hacer sin sutileza y sin algún tipo de reparaciones o descartar las posibilidades para que pueda pasar y quitar la primer cabeza de su malévola presencia.
—(Kyuhyun): Recuerda, lo qué hablamos la vez anterior, quién sería, o mejor quiénes serían los encargados de hacer éste acto.
—Sí, seremos Jan y yo los qué daremos el primer golpe de esto. No puedo esperar más tiempo para quitarle de mi camino.

Habíamos colgado la llamada telefónica con ellos, quiénes en pocas palabras estarían dispuestos a actuar de manera inmediata, para lograr el siguiente objetivo, qué sabíamos le daría muy duro a Soyou. Me comunicó con Jan, quién estaba muy asustada por lo que iríamos a hacer, pero era una normalidad de nosotros.

—¿Jan?
—(Jan): Díme. ¿Qué sucede, hablaste con ellos?
—Sí, sí, ya es hora de hacerlo.
—(Jan): Ésto es en nombre de Ingrit, y en nombre de todo lo qué hizo con Mariana, ya qué quiso mancharla de una manera aberrante.
—Además, recuerda qué no podemos mancharle con su aberrante sangre.
—(Jan): Ya voy por ella, debe estar dónde siempre está. Además que finge esperarte, junto a Shownu, así qué entraré en acción. Nos vemos en una hora y media, para que puedas hacer lo qué tenemos pendiente.

Colgamos la llamada, yo preparaba todas mis armas qué quería usar para ese momento.
Lo único qué más me duele, es no poder decirle a Mariana qué pronto su mayor némesis será quitado, junto con la persona que intento hacerle daño.

Tenía todo listo, ya estaba muy preparado para ir al lugar dónde nos entrenamos con los chicos; pués allí sería una de nuestras pequeñas conquistas para lo qué se tendría que hacer con Soyou.

Al llegar allí, veo a Jan que les tenía bajo un tratamiento nada ortodoxo pero necesario para ellas.

—(Jan): ¡Argh, maldita Tiffany, y estúpida Lisa, finalmente han caído en mis manos!
—(Lisa): ¡Ahhh, eso duele, deja de patearme con el rostro descubierto, y muéstrate ante nosotras.!

Jan le patea la cara, haciendo que sonarán algunos de sus huesos faciales, y enmudeciendolas inmediatamente.
Luego siguió con Tiffany, para que fueran iguales.
Las desnuda, y las sienta a las patadas en unos asientos de metal, lleno de taches, en todas las sillas. Pués queríamos torturarlas un poco, así cómo ellas hicieron con nosotros.
Menos mal la oscuridad nos estaba ayudando de manera más genuina, con todo esto qué estábamos haciendo.

Jan les mantenía la bolsa de tela, en sus cabezas. Y a ambas les tira del cabello, haciendo qué se retorcieran y pudieran estar en manera descabezada.

Ella me ve entrar con las pequeñas espadas qué teníamos, para ir desmembrandolas lentamente. Pués así habían hecho con nuestras vidas.

Jan toma una, y yo sostengo la otra; Jan pedía a Tiffany, yo pedí a Lisa, fuimos quitándoles los dedos de sus pies, uno a uno, mientras que retorcían de dolor, luego veo que Jan en Tiffany le clava la espada en uno de sus pies, atravesandole el hueso y toda la protección que tenían ellos en ese momento. Luego, saca eso de una manera tan salvaje y tan fuerte qué el chillido de Tiffany se había hecho evidente. Paso igual con sus manos, hasta qué tuvimos que arrancarles las manos, para que quedarán en evidencia; tal cuál cómo el “regalito” qué nos había hecho a través de Minhyuk.

Seguíamos con dañarles su cuerpo, de manera tan fuerte y dolorosa, que era poco para lo que habían hecho con todos nosotros en ese momento.

—(Jan): ¡¡Ya no soporto oírlas chillar, les arrancaré la lengua!!

Literalmente lo hizo, corto sus lenguas, y en ese momento no podía ver a Jan de la misma forma en qué la veía. Ahora, era una mujer autoritaria, qué sabía de crueldad, y sentía la necesidad de vengarse por todos y de todo.

Nos miramos fijamente a los ojos, y ahí fue cuándo Jan me indico que debíamos decapitarlas.

A lo que asentí, con nervios y con dolor. No podía hablar, porqué todo se delataría sí llegarán a reconocer mi voz. Cosa que Lisa sabía muy bien.

Medio muertas, Jan las patea nuevamente y de ahí toma el arma mayor, para decapitarlas, y hacer que los chicos le entregarán eso a Soyou con una linda notita, en la qué le anunciamos la "aceptación al mundo del dolor, y el paraíso de la venganza".

Jan lanza un gruñido, nunca antes escuchado por mí, en los últimos tiempos, por una mujer.

Ha caído la cabeza de Tiffany. Seguía la cabeza de Lisa.

Los chicos ya habían llegado para tomar cartas en el asunto, con los cuerpos de ellas.

Jan inclina su cabeza, avergonzada y triste, por todo lo que estaba pasando en estos momentos tan fuertes.

—(Jan): Odio qué hayas visto esa parte de mí. Pero, debía hacerlo así, o de lo contrario, estoy segura que no hubiese sido lo mismo.
—Descuida. Sabés qué no te condenaría por esto.
—(Jan): Quiero qué no vayas a decirle nada a Mariana. Ella es muy escéptica de éste tipo de cosas. Además qué no quiero dañar su vida, sabiendo que tiene una hermana mayor, muy asesina.
—Ni tú, ni yo podremos decirle esto a Mariana, o al menos no, hasta qué sea el momento de contarlo todo. Pues, yo también tengo mis manchas de sangre en éste asunto.
—(Jan): Por favor, cuídala mucho, al momento de viajar. Espero que conozcas todo lo de mi familia.

Jan me hablo esto último con una tristeza, y un dolor tan profundo, que se le notaban en sus ojos, intentando ocultar y mantener sus lágrimas intactas.

Le abrazo, salimos de allí, le llevo hasta su casa. Y sólo podía decir que realmente estaba muy perturbada por lo qué acabamos de hacer. Pero, era necesario para iniciar el maldito juego.