66

8 4 2
                                    

Bueno, todo transcurría en una bella armonía de pareja.
Era un tiempo de compartir entre nosotros, siendo honestos con lo qué estábamos sintiendo y debíamos mostrarnos en genuinidad.

Estaba viendo el paisaje, intentando mantener la vista fija en los árboles, para qué fuera mi juego mental, mientras él conducía, ya qué no le gustaba ser interrumpido, mientras que estaba en la autopista.

De repente, sentí qué ha puesto la radio con GFriend. Mis emociones y mi vida se estaban haciendo muy felices, ya qué era la primer vez que él tomaba la iniciativa de hacer esto, conmigo, con lo qué más me ha gustado en la vida.

Sentí la canción, y cada letra era precisa, para decirle a él lo qué estaba sintiendo en estos momentos. Me puse a oír y cantar a manera de mímica con toda el alma, y con todo mi corazón.

Él se veía complacido, de tanta idiotez que estaba haciendo. ¿Por qué habría puesto está canción? ¿Habrá sabido algo del concierto en privado de ellas? La verdad no sabía nada, y no era tan importante en el momento.

Sonreía, viéndome hacer el ridículo; pero aún lo estaba disfrutando, pues no era algo qué no se diera en mí de está manera tan esporádica.

Al parecer hemos llegado al lugar dónde debíamos estar, todo parecía ser demasiado perfecto.

—(Changkyun): Oye, tal parece que estás divirtiéndote con esa canción.
—Obviamente, pués nunca había tenido la oportunidad de poder escuchar a uno de mis grupos favoritos, contigo. Es algo qué siempre había querido hacerlo.
—(Changkyun): ¿Por qué nunca me dijiste nada?
—Tuve miedo. Tuve miedo de parecer una tonta y pensar qué quizá no te pareciera lindo, o tan siquiera algo decente.
—(Changkyun): Ya es hora de dejar de pensar el uno por el otro, y sacar lo mejor qué se tiene, para ver sí es sincero y puro lo qué tú o yo estamos mostrando.

Repentinamente, llegamos al lugar, y se acerca el encargado del lugar, diciendo qué ya todo el lugar estaba listo. Éste sitio se parecía mucho a uno de los lugares en dónde trabajaba Jan. Sin embargo no quería armar alardes de algo que posiblemente  pudiera ser algo que no tuviera sentido o algo qué pudiera parecer paranoico y demasiado malo, para dañarle el esfuerzo que estaba haciendo Changkyun conmigo, en estos momentos.

Entramos, y cuándo él estaciona el carro, me dice algo muy extraño.

—(Changkyun): Es hora de ver tu libertad en pleno. Quiero verte ser libre, y ser tú misma, no quiero ver algo qué sea muy tuyo. Realmente no quiero ver qué todo lo tuyo sea oculto. Aquí es dónde tu verdadera esencia cobra un valor muy grande e importante para mí.

Se baja del carro, me abre la puerta del auto y me extiende su mano para bajarme, lo hace de manera dulce y delicada. Haciéndome sentir cosas qué jamás me hubieran pasado por la mente.
Mis emocionas eran más profundas qué cualquier otro tipo de sensaciones existentes en mi vida.

Al bajarme, entramos a un ascensor, en dónde me abraza y me transmite de su calma y su paz, mientras tanto que yo moría de curiosidad por saber que o quién estaría dispuesto para darme respuestas inmediatas sobre todo lo qué estaba pasando. Pero, no había más que una calma y un sonido dulce en dónde indicaban que ya habíamos llegado hasta nuestro punto de entrada. El cuál se asemejaba mucho a los pasillos de un detrás del escenario, en dónde se preparaban todas los artistas, para dar una excelente función al público.

Pasaban los minutos, y él sólo me veía con su aire de sonrisa y de misterio. Algo qué me tenía realmente impacientada; pués era tal vez cómo sí algo fuese a suceder con nuestras vidas.

En eso llega un señor, buscando a Changkyun, para hablarle sobre algo qué desconocía, o era demasiado idiota para no verlo.

—(Sujeto): Señor Changkyun, ¿cómo está usted?
—(Changkyun): He estado bien. Dígame, ¿todo está listo?
—(Sujeto): Sí, sí señor, todo está listo para usted, y para su acompañante. ¿Me permitiría hacerle un comentario?
—(Changkyun): Sí, claro, dígalo.
—(Sujeto): Su acompañante es muy hermosa, y se ve de un semblante puro y tierno.
—(Changkyun): He ahí Mariana, lo qué tú eres.
Muchas gracias.
—(Sujeto): No señor, disculpe mi atrevimiento. Acompáñenme por aquí, por favor.
—(Changkyun): Pero antes, debo hacer algo con ella. Permítame un momento, por favor.
—(Sujeto): Claro, no hay problema.

En ese momento Changkyun me toma del brazo, y me dice

—(Changkyun): Está vez, tú sola vas a usar el antifaz, para qué no puedas ver absolutamente nada. Sólo hasta qué llegué el momento de saber ¿a qué has venido hasta aquí conmigo?
—¡¿Otra vez no ver nada?!
—(Changkyun): Así es, lo qué ha sucedido hoy, es la muestra de qué tu sola presencia impacta hasta los confines de la tierra, por eso debo proteger tu mirada.
—¿Y sí se me corre el maquillaje de los ojos?
—(Changkyun): Habré de tolerarlo. Además qué está muy suave y no se notará tanto. Por eso no te preocupes.

Changkyun no me permite objetar palabra alguna, para el no uso del antifaz, y el no ingreso a las tinieblas. Pero, más valía un cacahuate parlante, a lo qué mis palabras pudieran estar objetando en éstos momentos que no sabía absolutamente nada.

Mis sentidos restantes se activaron de manera inmediata al contacto directo con el antifaz.
Nuevamente me sentía muy pérdida, sólo oía voces y se lograba percibir un aire de calor y ambiente de evento máximo.
Pero, no podía descifrar nada.

Al llegar a un punto, Changkyun me poné unos protectores de oídos, para no oír más de lo que ya tenía internamente.

Ahora todo se ha hecho más intenso que antes, mis nervios se aumentaban y mi vida se estaba comenzando a desesperar de manera más intensa y profunda.

Caminaba porqué él me estaba guiando, pero no podía decir que me sintiera completamente segura, ya qué nuevamente estaba en mi mundo desconocido.

¿Para qué es todo esto? ¿Qué ira a suceder? ¿Será algo malo una vez más?

Alma oscura, alma blancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora