Alma oscura, alma blanca

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El día se ha llegado, todo estaba listo para mi compromiso con ella. Tenía tantos nervios, porqué lo haría bajo la tierra de ella, y con su únicas allegadas cercanas a su vida, que se darían cuenta de todo lo que estoy a punto de experimentar.

—(Shownu): Felicitaciones por este paso. ¿Ya ella sabe?
—Las chicas ya la deben estar poniendo al tanto.
—(Shownu): Eso me alegra. Nos hablamos en poco.

Shownu salió, y de inmediato entra Hyungwon, algo agitado.

—(Hyungwon): Antes de qué me arrepienta, quiero darte las gracias, por lo qué hiciste entre Jan, y yo, a través de éste viaje.
—¿Qué pasó?
—(Hyungwon): Ella me odia, pero yo descubrí muchas cosas que no hubiese sido posibles descubrir, sin su ayuda.
Ah, y apresúrate qué ya es tarde y el camino al río, un poco largo.

Salé Hyungwon, yo terminó de arreglarme para irme apresuradamente. En ese momento, llega la nana y me dá unas palabras.

—(Nana): Mi estimado joven, quiero que no vaya a hacer esto por obligación, o por sentir qué es estar con alguién cómo Mariana, porqué ella es muy especial para mí.
—Descuide, no le haré daño y tampoco puedo alejarme de ella, porqué su pureza arrancó lo peor de mí.

Ella me abraza, y me dice que me acompañará al río.

Llegamos allí, y todo estaba listo.
Excepto Mariana, quién no ha llegado aquí, por alguna razón.
Cuándo menos pensé, veo que Jan la traía a arrastras, porqué tal parece algo iba a pasar.

—(Jan): ¡Te lo dije, tonta, él quería qué se casaran en este lugar.
Ahí te dejo al mamarracho, para que cuides de ella, ya qué no es fácil de dejar. Y tú, tonta, compórtate.!

Comenzó la ceremonia en medio de risas, y nervios. Todo estaba muy bien. Hasta parecía un ensueño.

Ha terminado la ceremonia, al parecer ya los invitados estaban en medio de su disfrute. Y nosotros, estábamos disfrutando de una vista hermosa en la habitación de los padres, la tenía abrazada por la espalda, intentando encontrar el punto débil de ella. Resultaba ser algo placentero para mí, porqué a pesar de estar en medio de éste lugar, y tenerla cerca, era una fortuna exquisita que me causaba miedo dañarle.

Ella nota que ya estoy algo ansioso por descubrir su todo pleno, ese qué me ha hecho el imaginar tanto, y me ha hecho esperarle de una manera correcta, la cuál debo admitir que era la única vez en la cuál lo he hecho. Jamás pensé qué fuera posible existiera.

—(Mariana): Quiero que no me hagas doler, al momento en qué tomes todo de mí, ese todo que ha sido guardado por tanto, para el único qué estuviera dispuesto a esperar por él. Necesito que me guíes hasta ver qué no seré la misma de ahora.
—Sólo puedo asegurarte que tal vez sí duela, porqué vas a sentir mi profundidad en su plenitud. Pero, ten la seguridad que ese leve dolor será transformado en placer y éxtasis, en pocos minutos. Ya después, serás saciada por primera vez, pero no será la única, porqué tu piel, tu cuerpo y tu esencia de vida van a estar reclamando para qué te sea dado una parte más de mí, esa qué vas a iniciar a descubrir hoy. Tus manos van a reclamar por sentir mi piel, tus labios por besar mi cuerpo, y tu cuerpo va a caer en un éxtasis qué no vas a comprender.

Al terminar de hablar he visto que ha cerrado sus ojos de manera tan tierna y profunda, que me producía ternura verla así.

Instintivamente nuestros labios se han encontrado de una manera tan deseosa y ansiosa, pero a la vez de una forma tan apasionada y llena de anhelo por recorrer la totalidad de nuestros cuerpos y pieles.
 
Le voy quitando mis labios de los suyos, de manera dulce y delicada. Éramos tan tiernos, que me ha enseñado un nuevo lado de su pureza.

Adoraba sentir el lado izquierdo de su cuello de manera arqueada, porque la tensión de su piel era tan placentera, y tan deliciosa, que de inmediato mi lengua quiso probar el dulce aroma de su piel

Voy haciendo ésto, mientras que siento ella ha comenzado a jadear de manera indescriptible.

Eso producía que mi erección aumentará un poco más, y mi piel se pusiera un poco más tensa y deseosa por sumergirme en la totalidad de ella.

La siento temblar, en tanto siente mi erección sobre su cintura; mis manos no aguantaban más, por lo qué ya sé lo qué iría a hacer a continuación; su vestido va cayendo lentamente, acariciando su hermoso cuerpo. Me hacía sentir celoso de cómo podía tener el primer contacto con su piel, antes de que yo lo pudiera hacer.

Al caer sus prendas, noto qué ella intenta hacer lo mismo conmigo, pero su ingenuidad no sabía cómo resolverlo, así que le voy guiando para qué quité mis prendas de la manera indicada para que se sintiera complacida.

Hemos quedado desnudos y empezando a conocer por primera vez nuestras pieles.

He de admitir que antes de Mariana hubieron muchas qué tocaron mi piel, pero no lograron nada. Mientras qué Mariana, ha tocado mi piel en un instante, y por primera vez en mucho tiempo qué llevamos de relación. Y logró lo qué nadie había logrado, tocar mi ser entero, de manera más profunda y limpia.

Sus besos por mi cuerpo, los míos por su cuerpo, eran la muestra que éramos complementos tan bellos y unánimes, que hasta en eso debían hacerse notar.

Al momento de entrar en ella, le pido permiso para hacerlo. Porqué sabía qué iba a dolerle, pero no quería qué fuera así siempre.

Ella me permite ingresar, y de manera delicada, voy entrando, mientras acaricio su pecho y lamo su abdomen, para qué se relajara un poco. Al ver que sutilmente va abriendo las piernas, yo voy bajando mi cabeza para poder saborear un poco la parte más profunda de ella, haciendo qué se empapara de inmediato. Lo que me daba a entender era la oportunidad para que mi ser ingresará en su interior. Mis dedos intentaron palpar, si había opciones para poder entrar todo mi ser en ella. He notado qué sí se podía

La penetre de manera tierna, hacerlo, fue un poco menos doloroso para ella, ya qué sentía me estaba dando toda su pureza corporal, en ese lloro y gemir de placer.

No pude ser tosco con ella, sólo iba siendo el cálido amante que ella ha necesitado para conocer más el mundo.

Nuestras almas, cuerpos, y espíritus han sido bautizados por el cáliz del amor y placer, ahora he visto su ser, y he comprendido qué ella me ha dado todo, para poder amarle, y hacer que se desenvuelva.

Está es nuestra primera vez de intimidad, de muchas veces más qué vendrán.

Amo su cuerpo, amo su pureza, y la amo a ella.