TIC TAC, era el sonido que escuchaba, junto con un beep, beep, de alguna maquina extraña.
Estoy entrando en contacto con la vida, una vez más. Algo que no esperaba, después de todo el tiempo qué sentí como mi vida se desvanecía y se alejaba lentamente por la eternidad.
Cómo un acto impulsivo me lleve las manos a mi pecho, y sentí la cicatriz qué tenía en aquél lugar, y en aquél momento, cuándo estaba con Mariana.
Era una extraña sensación que se trata de más que un dolor físico, o una revelación física. Era el momento de hacer ver que todo era más real que mi respiración en está vida.
Quería levantarme y salir corriendo hasta dónde encontrará un lugar dónde meter mi cabeza cómo las avestruces.
Era un tiempo extraño y a la vez necesario para qué se hiciera todo una realidad en mi alma y mi espíritu.
De repente, escucho la voz de mi padre qué me hablaba con firmeza y autoridad.
—(Padre): ¿Tienes dudas de que la ciencia y el mundo espiritual son reales?
—¡¿Qué haces aquí?!
—(Padre): Vine a acompañarte en tu camino. Un camino que necesitabas recorrer y saber qué no has estado solo jamás. Que tu padre estará disponible para cuándo lo necesites, y que no deberás tener miedo de nada.Mi padre me abraza con firmeza y ternura a la vez. Era una sensación de dulzura que habían hecho de mi alma una gran felicidad en medio del caos. Tenía miedo, pero a la vez tenía una felicidad enorme de poder abrazar a mi padre en estás circunstancias.
—(Padre): Ten por seguro que no habrán días en los que tú te vayas a sentir completo, cuándo sientas qué todo está perdido, siempre habrá una esperanza.
Recuerda que la tercera ley de Newton no sólo gobierna éste mundo, sino el universo en general. Eso incluye el mundo espiritual que hay detrás de él.
—Tengo miedo, y todos lo saben. Hay un miedo interno que me quema el alma y no sabré sí podré lograrlo.
—(Padre): Lo harás. Todo es a su debido momento. Ten paciencia y continúa siendo firme y fuerte.
—Tengo una pregunta que hacerte... *Le digo en tono avergonzado.*
—(Padre): Tú no has renunciado a ella, así como tampoco ella ha renunciado a tí. Recuerda la ley de atracción, eso funciona en todos los campos de la vida, mi querido hijo.Mi padre tenía una forma tan especial de hacerme entender la vida, a través de la ciencia qué me resultaba muy fácil comprenderlo y hacerlo vivo y eficaz en mi vida.
No tenía duda, mi padre era el mejor. Pero, los Kang lo arrebataron a la fuerza, porqué no les gustaba su manera de ser y de ver las cosas.
Hubo un abrazo qué necesitaba, pero no pedí a gritos. Intente mantenerme en compostura total, y no quebrantarme. Pero fue inútil, fue tan innecesario, qué al final terminé sollozando de una manera tan dolorosa y tan genuina. Qué no sabía si lo estaba haciendo fuerte, o suave. Sólo quería sentir ese descanso de decirle a mi padre lo mucho qué me hacia falta, pero no podía hacerlo con palabras. Sentía que estorbaban, y qué no eran útiles para éste momento.
Era de las pocas veces que se hizo mudo mi corazón, para expresarle mis sentimientos por él, mi engendrador.
El abrazo se había hecho mas intenso y más especial, mucho más qué antes en la vida. Era tan caliente y tan fuerte qué me sentía envuelto por llamas de fuego ardientes qué habían hecho mi alma una melodía dolorosa y agónica, pero a la vez fuerte y revitalizante para mi espíritu.
Con el paso de los segundos, me sentí tan helado cómo un témpano de hielo, que quedaba expuesto en el congelador por una vez más.
Al terminar con aquél abrazo, sentí qué todo se había terminado. Qué era tiempo de una nueva temporada en ésto qué se llama la realidad de la vida.
Tocan a la puerta, quedándome mudo, ingresan a la habitación.
Sólo escuchaba el sonido de la puerta y los pasos qué estaban deambulando por aquí en éste momento.
Quería estar solo, pero no pudo ser posible eso.—(Voz masculina): Vaya, finalmente estás de regreso. O al menos has abierto tus ojos en éste momento.
No emute palabra alguna, sólo quería tener el don de recordar el momento que acabé de tener con mi padre.
Nuevamente escucho pasos, y máquinas a mis costados, con un estúpido reloj qué no me dejaba en paz y me hacían sentir el peor fracaso del mundo.
Hasta que hubo un acercamiento de parte del andante qué estaba en éste lugar.
Era Jooheon, quién con una sonrisa quebrada me saluda y me hace sentir el mismo afecto qué sentía hace unos pocos instantes.
—(Jooheon): Mi hermano, pensé que otras serían las circunstancias que estarían entre nosotros. ¿Cómo te sientes después de un largo, pero necesario viaje?
—Sólo quería quedarme allí con mis padres. No quería enfrentarme a Soyou, no quería saber nada de vida terrenal.
—(Jooheon): Lo sé, se notaba hace pocos minutos antes, cuándo llorabas llamando a tu padre, diciéndole qué no se fuera de tu vida.
Eso me estremeció mucho, porqué no puedo saber que fue lo qué vivieron allí, o qué fue ese instante de epifanías que tuvieron. Pero hay algo muy seguro y es qué todo esto es porqué habrá algo en ésto que nos pueda ayudar y hacernos útiles en medio de la tormenta.
—Sólo sé que hay que derrotar a alguién mucho mas fuerte que Soyou, es un Kang, pero es mas fuerte qué todos los monos haraposos que tiene Soyou.
—(Jooheon): ¿Sabés quién es?
—No, pero sólo se sabe que es tan fuerte cómo lo es todos los Kang juntos en un mismo sentir.
—(Jooheon): Entiendo. Por ahora, debés saber que Shownu despertó hace unos días atrás. Y qué ustedes se demoraron más en despertar.En ese instante entra Shownu a saludarme.
—(Shownu): Hey, ya estámos de vuelta. Eso me alegra mucho. Me alegra mucho verte de regreso aquí.
—No podría decir lo mismo de tí, cuándo fuiste uno de nuestros verdugos en medio del clímax de la transformación que había entre los dos, una de las experiencias más importantes, fueron arruinadas por tu esposa y por tí...

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Alma oscura, alma blanca
Fiksi Penggemar«No quiero destruir tu alma blanca, con mi alma llena de oscuridad, debes abandonarme, aúnque no quiera, aúnque me cueste la vida olvidarte. Tú, fuiste quién me enseño lo que es el mundo. Y ahora, no puedo hacer mas que aferrarme, desgraciadamente...