49

9 5 0
                                        

Hemos pasado la prueba de seguridad. Y he decidido hacerle una nueva propuesta, una que saliera de lo más profundo del alma, porqué sí quería un noviazgo y compromisos con ella diferentes a los qué ya se estaban acostumbrados a hacer, era porqué sentía la necesidad de hacerlo con el corazón y siendo consciente que el tiempo y la paciencia serían factores claves para poder tener la certeza de que pudiera hacerlo realidad. Una bella realidad.

Mientras la abrazo, le he anhelado decir mi propuesta, la qué llevaba guardada en el fondo de mi corazón, para qué la noche fuera perfecta.

—Mariana, amor, ¿sabés a qué me refería a tener un noviazgo diferente?
—(Mariana): Hummm, ¿A qué no me tocarás hasta el día cero?
—No, no solamente eso. También a qué... hummm, voy a besarte nuevamente hasta el día en que se selle completamente nuestro compromiso, en medio del modo en qué lo has anhelado.
Es decir, no me atrevere a dañar tu pureza en todos los sentidos. Sino qué mi mayor compromiso contigo será respetarte y demostrarte con mis acciones que realmente te necesito a mi lado para seguir caminando por tu vida, con sinceridad y al lado de tu alma blanca. ¿Qué dices?
—(Mariana): Está bien, de igual manera haré yo contigo. No quiero qué está relación sea basada en lo monótono de la vida, porqué no deja nada bueno. Además que quiero conquistar a mi mayor tesoro, con todo lo qué he venido siendo.

Termina de decir la frase, en ese momento sentimos que comienzan a aplaudir de manera irónica, y a soltar unas rizas malvadas que me hicieron temblar la mente, y sacudieron mi corazón de un modo inmediato.

—(Señor Kang): ¡Vaya, vaya, estoy ante nada más y nada menos que mis marionetas favoritas. La inmadura y patética inútil de Mariana, con su estúpido y esquizofrénico enamorado de CHANGKYUN!

En ese momento giré inmediatamente mi cuerpo con gran rapidez. Pude ver la silueta maldita qué envolvía el cuerpo de aquél infame que se atrevió a arrebatarle la vida a mis padres, cuándo era un niño.
Los gritos desgarradores se habían hecho presentes en éste momento que debía ser mágico.
El reino del terror se ha hecho presente en mi vida, en menos de pocos instantes de habérseme revelado el mundo en todo su máximo esplendor.

Mariana me ve con mi rostro oscuro, mi mirada marcada por los tormentos que estaban siendo presentes en mi ser, una vez más.

—¡¿QUÉ DESGRACIAS QUIERES DE MÍ, INÚTIL ENFERMO?!

Vocifere a una voz qué estremecían todos los reinos invisibles y visibles que existieran en la vida. Y aún los qué no, también estaban incluídos en mi grito agónico.
Mariana aferra sus manos de una manera qué me habían hecho sentir protegido y de paso, me daban fuerzas para continuar.
El cretino, no tarda en responder con voz de travesti reconociendo su condición de poca originalidad y de asquerosa letrina podrida por el paso del tiempo y de los días sucios.

—(Señor Kang): Sólo por está vez, permitiré qué “una de mis esclavas” me hable de esa manera. ¡¿A caso no saben qué soy su ‘señor’?!
—(Mariana): ¡¡¡Usted de lo único que puede ser señor es de un império muerto, cómo el que tiene a cuestas de nosotros, pero ni aún ellos le servirían a un hombre tan patético cómo usted, qué lo único que pretende es darle poco sentido al poder, manipulandolo para si mismo.!!!

El desgraciado le ha levantado la mano a Mariana, para proporcionar una afrenta en su delicado rostro, cosa que me dio aún más ira, y es allí que le tomo de la muñeca que le había levantado a Mariana, y se la comienzo a torcer de una manera muy fuerte, y muy dolorosa para él. Más he de reconocerle que ha sido demasiado masoquista, pero lastimosamente no duro mucho, y se comenzo a doblegar de dolor, cómo el desgraciado perro qué era.
Verlo en ese modo me dió tanto gusto y placer, que realmente me parecía satisfactorio para mí, tenerlo de está manera.

—¡¡Escúchame tú, maldito engendro de lucifer, le vuelves a levantar la mano a Mariana, o cualquiera de nosotros o nuestras mujeres, y te juro por lo más sagrado que tengo qué son mis padres, y el amor de Mariana; qué acabo contigo, pero antes, te arrancaría la mano de un sólo tirón, y es allí dónde verás desmembrarte, y ser devorado los cuervos qué estarán presentes en el gran banquete!!
—(Señor Kang): ¡¡¡Pedazo de estiércol, ¿A caso no se dan cuenta qué puedo arruinar o salvar sus vidas, sí se me dá la maldita gana?!!! ¡¡¡¿Cómo pretenden acabar conmigo, cuándo soy un ‘dios’ para ustedes? El mismo qué les ha liberado de los obstáculos para llegar hasta dónde están, en este punto de sus malditas vidas!!!
—(Mariana): ¡¡¡¡Usted es un asesino, no ‘dios’, ni nada de eso, usted es un perdedor qué sólo sabe destrozar vidas, las mismas qué tuvieron que aprender a renacer de las cenizas y hacerlas vidas llevaderas con todas sus cicatrices internas!!!!
—(Señor Kang): Las fulanas cómo tú, deberían estar más agradecidas conmigo, porqué se te ha liberado de todo lo apestosa que eres, y puedes estar compartiendo con el mamarracho esquizofrénico enamorado, pero al final patético y absurdo en todos los sentidos de la palabra.

En ese momento, se me olvidaron las clases de protocolo y de decencia, y pase a golpearle su entrepierna, haciendo que cayera por el dolor qué estaba sintiendo en ese momento.
No pude más, y me he transformado en una bestia qué no dialogará con el maldito asesino de mis padres; pues había arruinado mi momento especial y maravilloso con Mariana.
Todo lo qué tenía en mi mente era otra melodía, otra atmósfera brindada por éste maldito, que no sé a qué habría venido hasta éste punto, pero sí sé qué estaba sacando mi lado más oscuro y perverso en todo el mundo.
Quería acabar con el reino de la tragedia y dolor, con estos golpes qué estaba dándole a éste infame...

Alma oscura, alma blancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora