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No puedo creer lo qué ha hecho Changkyun conmigo. Es algo realmente hermoso, y saber que Jan estuvo detrás de todo esto también me ha hecho sentir qué realmente valía la vida entera seguir adelante con mi personalidad.

Pensaba qué debía modificar mi personalidad, pero no era así, sino qué tenía que mostrarla más. Y ese fue uno de los errores que cometí en el momento en qué comencé la relación con él.

Estaba tan emocionada, qué solamente podía estar agradecida con él, y lo abracé repentinamente, para qué supiera estaba tan agradecida con él por lo qué estaba haciendo conmigo.

—(Changkyun): No tienes porqué agradecer, por el contrario, debes estar segura de qué lo hago porqué te amo.
—Es qué fue súper lindo, y no sé cómo darte las gracias por esto.
—(Changkyun): Solamente puedo decirte que te esperes a la siguiente sorpresa que es para hoy mismo.

Ya habían transcurrido varias horas desde qué me había visto envuelta de alegría y de emoción. Ahora, estaba esperando por lo que vendría en estos momentos con él. Algo es cierto, y es que sería muy lindo y lleno de cosas que nunca pensé en que se harían una realidad en mi vida y mi ser.

Ahora, el reto que tenía qué hacer para el concierto de Eminem, con el cuál había soñado desde muy niño, en el orfanato, tenía que ser muy alto. Demasiado alto.

Pasaban los minutos para llegar a la meta, que él tenía trazada para mi alegría. Ya que estaba agradecida con El Anciano por la oportunidad de brindarme la felicidad de tenerlo a mi lado.
Aunque está felicidad tuviera algunas lágrimas en medio de ella, y costará horrores retener en medio de la vida y el alma.

No sabía nada, él seguía motivándome con las canciones de GFriend, para verme sonreír. Luego paso a una de SHINee, titulada Y.O.U. la cuál me ha gustado para qué me dedicarán alguna vez de mi vida. Él vió, como estaba sonriendo por aquélla canción, y sólo podía imitar lo qué estaba haciendo en éste momento.

—(Changkyun): Cuándo menos lo esperes, cuándo menos lo sientas, tu corazón deberá estar sano, y restaurado completamente por mí.

En ese instante, sentí que todo estaba siendo muy diferente a lo qué ya estaba acostumbrada a vivir en ello.

—(Changkyun): Hemos llegado, vamos a la tierra de Kitty.
—Pero, estámos en la torre Namsan.
—(Changkyun): Bueno, es qué es parte de tu sorpresa.

Me sube hasta la cima de la torre, en medio del ocaso del día, en dónde se veía todo con el hermoso toque de un atardecer en medio de los bellos días de otoño, en dónde el color naranja reinaba de una manera única qué me inspiraba recuerdos de aquél entonces en dónde estuve en el lugar con El Anciano y Su Primogénito.

Sentía que el viento eran sus manos acariciando todo mi ser, de maneras en qué no podía definir las sensaciones qué me habían hecho sentir en cada instante.

—(Changkyun): Adoro ver tu rostro de está manera, cuándo el viento te acaricia con todo su ser, y es allí en dónde puedo contemplar la verdadera naturaleza de tu humanidad, la cuál es una delicia y deleite para mi alma y mi corazón. No imaginas lo tanto qué me hipnotiza el tenerte en está manera.
—¿Está es la sorpresa qué tenías para mí?
—(Changkyun): Sólo una parte, ya qué realmente no me gustaría llevarte a la tierra de kitty, sabiendo qué tú eres mucho más inteligente y preparada que cualquier cosa en el mundo.
Disfruta de éste atardecer, a mi lado.

Me toma en sus brazos, contemplando juntos todo un paisaje único, lleno de colores y matices que alegraban el alma, y el espíritu mismo. El silencio se había hecho presente en medio de los dos, no para que se sacaran nuestros dolores y pesares de manera cruel y dura, sino qué éste fuera el aliado en nuestras vidas para que pudiéramos estar sanando nuestras vidas de todo el daño qué nos habíamos causado.

De repente, llega un hombre que le dice algo a Changkyun al oído; Changkyun da señal de afirmación con su cabeza, el hombre se retira del lugar. Changkyun me voltea hacia sus ojos, de manera delicada.

—(Changkyun): Necesito qué me acompañes por éste lado. Ya qué es necesario para que veas la siguiente parte de tu sorpresa.
—Está bien.

Sin dudarlo, y por primer vez en mi vida, sentí la necesidad de confiar plenamente en él, sin saber qué o cuestionarlo todo. Sólo dejándome llevar por el sentimiento de la vida, y era el amor.

Él me toma de la mano derecha y entrelaza los dedos con los míos, haciéndome palpitar aún más el corazón y la razón, de modo desenfrenado y a la vez apasionado.

Me lleva hasta dónde había una mesa con dos puestos en medio del paisaje, decorada muy hermosa y románticamente, algo qué agradaba tanto a mi corazón y mi alma qué no podía hacer más qué dar las gracias por el momento vivido en medio de tantas cosas.

De la nada, llegan músicos, tocando dulces melodías que me hacían estremecer el alma y la razón, de modo qué mi vida tuviera una gota de inspiración para hacer lo mismo o aún más con él. De modo qué se sintiera complacido conmigo.

Estábamos cenando en medio de las estrellas, justo cómo lo había deseado, la luna llena estaba reflejando el amor qué estaba sintiendo, las estrellas sonreían con vernos.

Y sólo podíamos estar en una intimidad distinta a la corporal, en dónde todo se había hecho un poco utópico y majestuoso en medio de los dos.

—(Changkyun): Adoro verte sonreír, y todo lo que hemos hablado y hecho en éste tiempo, no quiero perderlo jamás. Quiero sentir que tú, eres la qué me sostendrá hasta el último día de mi aliento en este mundo, dónde se dan muchas vueltas sin sentido y sin saber hacia dónde se va.
—Espero siempre sostenerte y hacerte un mejor hombre. No cambiando lo bueno y hermoso qué eres, sino más bien cambiando el error, cómo hemos venido haciendo.
—(Changkyun): Amor, el día del viaje, cuándo estemos dónde tendremos que estar, prometo leeremos el papel qué tienes en tu habitación.
—Está bien, no hay afán alguno para mí.

La velada que no imaginé fuera real, ahora se había hecho una parte tan real, cómo lo es mi propia existencia en este mundo.

No podía haber sido más feliz, que el día en qué éste hombre me fue entregado para estar conmigo, caminando éste duro y doloroso camino.

Alma oscura, alma blancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora