No podía creerlo, he tenido una de las mejores experiencias con un gran artista musical, el cuál he admirado tanto, qué realmente me ha llenado de vida poder hacer lo qué soñaba cuándo era un pequeño niño.
No tenía palabras que pudieran agradecerle a Mariana por semejante sorpresa, pués entiendo qué es en retribución por lo qué había hecho con ella, y las chicas de Gfriend.
Honestamente me ha superado en todos los aspectos y nociones básicas sobre lealtad y amor puro. El cuál me hacía sentir mejor, y muy afortunado.
No cesaban los elogios, pero así mismo, no cesaban los envidiosos qué quisieran tenerme limitado a su caminar. No me importaba nada, nada qué me afectará por esto.
Estaba sumergido en mis recuerdos de un día que creía acabado, terminando ser el mejor de todos los días de mi existencia. Ahora, con la canción qué me había ayudado muchísimo en el orfanato, siendo otorgada por mi gran motivador para ser mejor en éste arte.
Caminaba de lado a lado, sintiendo mis manos heladas y llenas de vitalidad. En ese momento escucho que entran a la puerta de mi casa, en una manera imprevista.
Me he sobresaltado, y he salido de mi habitación, de una manera oportuna, y casi qué veloz, bajando por las escaleras. Pués entiendo que lo qué se había desatado en éstos pocos días, y más el día de hoy, ha sido de gran fortuna y un gran impacto que merecía toda la atención central sobre los enemigos que deberían estar pendientes de todos los movimientos qué se hicieran.
Pero, era todo lo contrario, a lo que yo pudiera pensar que estuviera en frente de mis ojos, en la sala de mi casa. En éste momento me he encontrado con un Jooheon triste y algo decaído, por quién sabe qué cosas le estén inquietando en su mente.
Me acerco un poco, de manera silenciosa, hasta verlo fijamente a los ojos, cosa qué no tuviera excusa de mentirme o de hacerme ver algo qué no era cierto, y que le estaba costando mucho trabajo poder comprender.
—(Jooheon): Deja de verme cómo si fuera un maldito fantasma, qué ya no me puedo ocultar entre las sombras de mi fortaleza.
—¿Te ha pasado lo mismo qué a mí?
—(Jooheon): Está vez, es peor de lo qué te pasó a tí. Pero, no quiero dañarte la noche, con mis estupideces de algo qué posiblemente me competa sólo a mí.
Sólo quiero saber, ¿me dejarías quedar contigo está noche?
—Puedes quedarte, pero necesito saber qué es eso que te está atormentando tanto.
—(Jooheon): Todos piensan qué mi paso por el orfanato de los Kang fue producto de ellos, pero no es así. Estoy con ustedes en medio de está guerra, sólo porqué quiero ver el daño qué les haríamos a ellos, con todo esto qué hemos preparado desde hace mucho tiempo atrás. Además... hay otra cosa más... *suspira ahogada y pausadamente. De tal manera qué me había hecho sentir el estruendo de su alma y de su interior.
Era cómo sí fuese una nube intentando ocultar la luz del sol, y pensar qué todo seguiría en tinieblas.
Le tomo las manos y le abrazo, cómo un hermano, porqué ya sabía qué todo esto era un dolor de lo más profundo que tenía en su alma.*
—Sé a lo qué te refieres, y entiendo por lo qué me estás diciendo en estos momentos. Pero, sino puedes sacarlo todo, ¿Cómo pretendes ser libre de todo lo qué estás sintiendo ahora?
—(Jooheon): En éste momento, no sé cómo poder sacarlo todo. Pero, también hay algo que tengo entre el pecho y la espalda, y es el temor de que “Day” se aleje de mi, por lo qué he de contarle...
—Espera, ¿estámos hablando de la suerte qué tuvieron sus padres, hace mucho tiempo atrás?
—(Jooheon): Ya lo has descubierto todo. Así es. Es algo que conozco y qué detesto con todo mi ser. Pero, o era eso, o era ella. Y su madre... ¡ASH, ABORREZCO TODO ESTO!En ese momento Jooheon ha roto en llanto. Eran de las pocas veces que le veía de está manera. Pués, cuándo él lloraba de manera desmesurada, era porqué honestamente había algo en medio del mundo qué le estaba atragantando su alma.
No era cuestión fácil de resolver, tampoco era el motivo de seguir contemplando mi fugaz alegría y dejar de lado a mi hermano del alma.Pues entendía la historia de Jooheon, y aúnque todos hemos tenido un camino arduo de recorrer, el qué tenía Jooheon era mucho más pesado y triste. Hasta tal punto qué podría decir qué la vida le ha quitado muchas cosas en su vida y la devolución qué debía hacerle la misma, no era algo que se diera de la noche a la mañana, de manera oportuna y total.
No podía dejarlo solo, pues mi vida se había sentido así, y entendía el enorme problema qué internamente poseía Jooheon. El cuál no era algo sencillo de poder ver y dejarle solo.
Aúnque su silencio quisiera robarle lo más hermoso que tenía su vida, no se podía dejar solo. Porqué sabía que en cualquier momento su luz podría apagarse, junto con su voz. Y no era justo con él.
Al llevarlo en brazos hasta la habitación dónde se quedaría está noche, siento qué le vibraba su celular, de manera qué me detuve un momento, y ví que era una llamada de un número desconocido.
He decidido responder, sin dejar qué se evidenciara que he respondido de manera rápida desde el celular de Jooheon.
—(Extraño): «Ya es hora de que decidas, sí viven tus amiguitos a cambio de tu vida, o sí mueren ellos a cambio de la vida de tu “Lau-Day”, tienes menos de veinticuatro horas para que tomes la decisión qué más te convenga.»
En ese momento, sentí que mi vida estaba dando vueltas, y ahora temía por la vida de todos, incluída la de Jooheon, pués era evidente qué no tenía una alternativa para el decidir qué iría a hacer.
Obviamente, esto sería una obra más de los Kang, el cuál no quería quedarse con sus brazos cruzados, mientras tanto le estábamos venciendo.
Ahora entiendo que el problema de Jooheon era más fuerte de lo qué imaginará.

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Alma oscura, alma blanca
Fiksyen Peminat«No quiero destruir tu alma blanca, con mi alma llena de oscuridad, debes abandonarme, aúnque no quiera, aúnque me cueste la vida olvidarte. Tú, fuiste quién me enseño lo que es el mundo. Y ahora, no puedo hacer mas que aferrarme, desgraciadamente...