19:50 | Viernes 30 de Agosto de 2030 | En algún lugar de Jacksonville
Mi cabeza, ¿por qué me siento tan mareado? - se pregunta Alexander muy confundido
Alexander no lo sabe todavía, pero un error completamente ajeno a él lo ha puesto en el predicamento más grave de su corta vida. El tratamiento que lo ha mantenido con vida en las últimas semanas, también es una de las principales causas de los cambios físicos que su cuerpo ha sufrido. Atado en lo que parece una cama de hospital y con los ojos cubiertos, sale del sueño cuando escucha un grito muy intenso.
¿Qué fue eso? ¿Dónde se supone que estoy? ¿Por qué tengo los ojos vendados? - un asustado Alex se inquieta al hacerse estas preguntas. Luego de un instante intenta hablar, pero es entonces que se da cuenta que tiene algo metido en la boca. El joven empieza a angustiarse y luego de un momento se percata de un sonido que se sincroniza con su miedo. Es un electrocardiograma.
¿Qué hago en un hospital? Será que tuve un accidente, eso no puede ser, yo estaba... - se cuestiona Alex tratando de recordar. De pronto sus pensamientos son interrumpidos al escuchar que una puerta se abre muy cerca. Luego un par de pasos hacen eco en el lugar. El muchacho no sabe qué hacer. Pocos segundos después siente una mano sobre su rostro, primero en las mejillas y luego en su frente. No se mueve ni un centímetro por miedo a ser descubierto. A continuación su pecho recibe el frío tacto de un aparato de metal. Trata de calmarse, pero su corazón está desbordado.
- Sé que estás despierto y que me oyes, así que no finjas estar dormido. Voy a quitarte la venda, abre los ojos de a poco para que no los dañes - le sugiere una voz femenina y delicada.
Tendré que obedecerla. De un momento a otro mi rostro queda desnudo, abro los ojos lentamente. Mi vista empieza a enfocarse y allí está ella, una mujer joven, vestida con una bata blanca y además sostiene una carpeta. Es increíblemente hermosa... sus facciones son muy finas: tez blanca, su rostro es un poco ovalado, unos cautivadores ojos café y para rematar su look un largo y ondulado cabello castaño. Es un sueño de mujer.
Los pensamientos del muchacho son interrumpidos cuando la mujer empieza a hablarle.
- Hola Alex, soy Mía, la responsable de ayudarte en tu etapa de adaptación, veo que tus signos vitales se han estabilizado - comenta la joven mujer mientras observa detenidamente su reacción. Luego ella recorre la blanca habitación hasta llegar a lo que parece un intercomunicador. Marca un número y empieza a hablar.
- Doctora Espejo, ella ha despertado y se encuentra bien (...) no doctora aún no le he explicado nada de su situación (...) cuando me pusieron a cargo de ella hace 2 meses enfatizaron que debía comunicarme con usted en primer lugar y luego con la agente Robles (...) no, aún no me he comunicado con ella, pero lo haré de inmediato (...) la espero entonces.
¿Ella? ¿Por qué se ha referido a mí en femenino? - me inquieto de inmediato. Trato de levantar mi cabeza para intentar ver mi cuerpo, pero es en vano, una sábana me cubre por completo. De lo que sí puedo percatarme es que llevo algo que me sujeta de mis muñecas y tobillos. Mía se da cuenta del agobio que siento, se acerca y me dice:
- Por favor cálmate, en unos minutos la doctora Espejo te explicará todo.
Será mejor que no proteste por ahora. Piensa Alex, piensa. ¿Qué fue lo último que hiciste? ... Claro, estaba en el aeropuerto de Jacksonville... me despedí de Jimena que se iba de vacaciones y luego...
Alex está muy confundido, no es capaz de poner en orden sus recuerdos. Mientras intenta armar ese rompecabezas, Mía marca un número por tercera vez. Luce algo desesperada, hace la prueba una cuarta y tras sonar el tono, al fin alguien al otro lado de la línea, toma la llamada. Mía empieza a hablar aceleradamente:
ESTÁS LEYENDO
Víctima Indefensa
General FictionLa vida del joven músico, Alexander Collins, da un cambio radical tras ser capturado por error por agentes de Mundo Amazonas. Esta organización secreta se dedica a dar caza a hombres que han quedado impunes tras haber sido juzgados por la ley por ha...