56. Historias de Domingo

127 8 37
                                    

16:50 | Domingo 20 de Octubre de 2030

Mamá conduce con tranquilidad, sabe que nuestra visita a la casa de la familia Bailey saldrá bien. La verdad es que me encuentro un poco ansiosa. Supongo que Nati debe sentirse igual. Después de todo sabemos que la charla que vamos a tener no es poca cosa. Nos van a repetir el mismo disco rayado que venimos oyendo desde hace algunos días. Por suerte solo seremos nosotras, pues Kate y Sophie se han escapado al cine, aunque han debido cargar con Madeleine.

Falta poco para que sean las cinco de la tarde en este domingo de locos. Aunque mamá ya me aseguró que intentará ser lo más flexible con nuestra relación, sabe que debe mantener la misma dirección que los padres de Natasha. Al fin llegamos, ni bien mamá se estaciona, bajo de un brinco, ya no puedo esperar para verla. Vale sé que vi ayer a mi rubilinda, pero en serio la extraño.

Mamá me alcanza y antes de que siquiera pueda tocar la puerta, Natasha la abre de par en par, sin pensarlo demasiado se arroja para abrazarme. Me alborozo un poco, no puedo evitar que mis mejillas tomen un tono carmesí. Mamá niega con la cabeza. El dueño de casa se percata de la situación y nos invita a pasar con una expresión divertida.

- Buenas tardes Arabella, buenas tardes Alma – nos saluda la mamá de Nati.

- Hola Sra. Bailey – intento saludar mientras mi rubilinda me sujeta del brazo.

- Hola Daisy, es un gusto de verte – apunta mamá con cierto grado de delicadeza en el que nunca antes había reparado.

- Asiento por favor – nos pide el Sr Bailey.

Natasha y yo nos sentamos juntas en el sofá. Mientras que sus padres y mamá se acomodan frente a nosotras en un semi círculo. Sé que será una charla incómoda para todos, en especial para nosotras, porque lo más probable es que tengamos que seguir sus consejos y aceptar los parámetros que vayan a darle a nuestra relación. Ojalá mi rubilinda me haga caso y no se ponga a la defensiva.

- Bueno... sabemos que esto no es fácil – apunta la madre de Natasha.

- Pero nuestra intención es apoyarlas – sostiene mamá.

- Por eso queremos brindarles algunos consejos para que puedan llevar su relación de una forma sana y estable – razona el Sr. Bailey.

- Exacto Frank – concede mamá – por eso pienso que por ahora lo mejor es que no se expongan demasiado a la crítica.

- Sé perfectamente que ninguna de las dos es una chica de perfil bajo – medita la Sra. Bailey – y quiero que sepan que detesto la idea de que tengan que esconderse, por eso creo que sería adecuado que en la medida de lo posible, cuando estén fuera de casa, intenten mantenerse cerca de sus amigos.

- Daisy y yo nos encargaremos de la Junta de Padres – nos sosiega mamá, pero subraya que – el que el Sr White de momento no haya tomado ninguna, no implica que no vaya a hacer nada si recibe una presión externa.

- Lo sabemos tía – farfullo – nosotras vamos a esforzarnos para estar lejos de los problemas ¿no es cierto Nati?

- Así es Sra. Collins – asiente mi rubilinda – nosotras vamos a cuidarnos lo más posible para evitar caer en provocaciones.

- Solo mantengan su buen desempeño académico y personal – apunta el Sr Bailey.

- Chicas quiero que tengan en cuenta que en este momento su historial en Lincoln es impecable, es por esa razón que el Sr White no ha tomado cartas contra ustedes - señala la Sra. Daisy.

- Y eso va a seguir así mamá – apunta Natasha – por eso Alma y yo ya nos hemos organizado para estudiar juntas.

- Sobre eso – comenta mamá – a nosotros nos gustaría que intercalen las sesiones de trabajo una semana en cada casa. Los padres de Nati asienten.

Víctima IndefensaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora