43. Holmes

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Jueves 10 de Octubre de 2030

Me levanto con cuidado, no quiero despertar a Madeleine. Me dirijo a la cocina para preparar el desayuno y empezar mis pesquisas. Lo admito, la curiosidad me carcome igual que a mi hermana menor. La visita de la hermana de mi rubilinda me ha dejado asombrada y la mejor fuente para echar luz sobre ella es Sophie. Luego de unos minutos ella aparece y me da una mirada extraña.

- Deberás esperar, este no es un buen momento para hablar - me advierte mi hermana mayor.

- ¿Así? ¿Por qué no?  - replico mientras me acerco y la miro seria.

- Es por Madeleine - se disculpa - podría escucharnos.

- Está echa un tronco en mi cama - argumento y luego agrego - venga cuéntame, porfi.

Mi hermana sonríe, no cabe duda que le ha hecho gracia, el que haya utilizado una de las estrategias de Cotton Candy cuando va de compras con mamá. Estiro mis labios mientras ladeo la cabeza de forma juguetona. 

- Dios, jamás pensé que te ibas a dejar influenciar por los malos hábitos de Madeleine - apunta mi hermana mientras niega con la testa en claro sentido de decepción. 

- Por favor - suplico poniendo mirada de gatito de Shrek.

- Okey... - murmura en claro tono de rendición y luego agrega - pero no se te ocurra decirle. Asiento con la cabeza.

- Entonces ¿a qué vino Kate? - pregunto ansiosa.

- Vino a preguntar por ti - farfulla.

- Por mí - musito - ¿por qué vendría por mí?

- No es obvio, tonta - me responde enarcando una ceja.

- ¿Natasha? - conjeturo al fin.

- Sí, vino por ella - confirma mientras asiente.

- Sabe lo que tenemos... - medito - entonces Nat se lo dijo. 

Titubeo un instante, pero luego de un momento me doy cuenta que no puede ser tan grave. Sino mi hermana ya me lo hubiese dicho. Entonces ¿por qué el secretismo entre ella y mamá? No, hay algo que definitivamente no calza del todo. Hay algo que estoy omitiendo y no sé qué es. Vuelvo a mirar a mi hermana, pero sigo sin entender nada.

- Ella... - trago saliva con preocupación - ¿no quiere que estemos juntas?

- No, no es eso - contesta mientras me tiende la mano.

- ¿Entonces? - cuestiono.

- Quería saber qué tipo de persona eres - absuelve al fin y agrega - solo quiere asegurarse de que no le harás daño a su bebé.

- ¿"Su bebé"? - consulto haciendo énfasis en cada palabra.

- Así es - asegura con una sonrisa.

- Ahora que lo dices - medito un momento - ella siempre se enfada cuando Gwen o Andrea le dicen Nati, pero a la única persona además de sus padres a quién le permite que la llame así es a Kate ¿Por qué?

- Porque cuando nació, fue Kate la que más tiempo y cariño le dedicó - alega mi hermana - es natural que Natasha la vea como una segunda mamá.

- Es por eso que actúa de manera infantil cuando está junto a ella - vislumbro al fin - pero y esto ¿Qué tiene que ver con los cuchicheos que tuviste con mamá anoche?

- Es que hay algo más - balbucea, pero luego se pone seria - eso te lo explicaré cuando pase por ti ¿vale?

- No me puedes dejar con la duda todo el día - me quejo y me cruzo de brazos.

Víctima IndefensaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora