49. En el infierno

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Martes 15 de Octubre de 2030

Fue una tarde emocionante y productiva. Aproveché la oportunidad de presentar a Madeleine y Natasha como mi chica. Para nuestra tranquilidad lo tomó con mucha más calma, luego de que Sophie le explicase con detalles su relación con Kate. Mamá se puso muy contenta cuando nos encontró trabajando en mi habitación. Mi rubilinda me confesó que se sentía muy sosegada en mi casa. Me costó algo desglosar las fortalezas y debilidades académicas de Nati. Finalmente decidimos organizar sus trabajos pendientes y los ciclos de estudio que vamos a manejar. Ella asintió a todo muy contenta. Empezamos con matemáticas, el talón de Aquiles de mi bebé. He de reconocer que el inicio fue lento y aunque a mí sí que se me dan bien los números, no soy tan buena como para explicárselos. Pienso que tal vez sea buena idea recurrir a una profesional en el tema: Mágica. Aunque por ahora prefiero consultar con Julieta primero, tal vez sea un poco desconsiderado hacer que la conozca. 

Después de merendar algo Sophie lleva a Natasha a casa. Mamá y Madeleine trabajan en un postre en la cocina mientras yo me dedico a revisar un pendiente de sociales. Parece que el final de la tarde será apacible, me dispongo a sacar mi violín de su estuche cuando de pronto mi móvil empieza a sonar. Me sorprendo un poco al ver el número de Mía, después de todo, acordamos que tomará mis muestras el próximo sábado en la mañana tras mi entrenamiento con Hannah. Pienso en lanzar una broma en cuanto contesto, pero me detengo de inmediato. Del aparato escucho a alguien gritar de forma desgarradora, luego la voz de un hombre se cuela, pero desafortunadamente no entiendo casi nada. Trato de pensar en qué hacer. Lo único que se me ocurre es empezar a grabar la llamada y eso es bueno, porque aparece la primera pista fiable de este suceso de la voz de mi amiga: "¡Papá! ¡No! para por favor, deja a Emily fuera de esto".

La llamada sigue, al parecer ese maldito violador no se ha percatado de que el móvil está encendido. Piensa rápido Alma, piensa. Me tomo la cabeza, Mía es mi contacto con Mundo Amazonas, por primera vez siento que es un problema no conocer el punto exacto de sus instalaciones. No tengo a quién llamar. Espera, espera, la casa de Valeria. Eso es mejor que nada, debo pedirle a mamá que me lleve de inmediato. Me visto de inmediato con unos vaqueros y mi vieja chaqueta. Mientras me calzo las deportivas recibo una sorpresa, mamá viene a avisarme que tengo una visita. Para mi bendición es Mágica. Suspiro de alivio. Tengo que pirarme de aquí, pero le debo una explicación a mamá así que las acerco y murmuro.

- Por favor, escuchen, no tengo tiempo, solo síganme la corriente - ruego. Ambas asienten y luego agrego - Mía está siendo violada por su padre.

- Pero ¿Cómo lo sabes? - cuestiona mamá. Le muestro el móvil con la llamada activa y le hago escuchar.

- Tengo que contactar a Mundo Amazonas - afirmo y luego agrego - mi mejor opción es la casa de las agentes Robles.

- Alma, no quiero que te arriesgues, no quiero que tú... - farfulla mamá atemorizada.

- Tengo que hacerlo mamá - afirmo decidida.

- Pero... - musita mamá.

- Yo me haré cargo de ella Sra. Collins - intercede Julieta - no permitiré que se meta en problemas.

- Por favor ni una palabra de esto a Madeleine - suplico a mamá. Ella asiente y luego la abrazo.

Nos montamos en el auto de Julieta. A pesar de que solo he estado una vez en la casa de las agentes Robles sé exactamente donde se encuentra. Mágica se enfoca en mis indicaciones a la par que escucha la grabación de la llamada que terminó hace un par de minutos.

- Así que - murmura.

- ¿Qué? - consulto ante la duda de Mágica.

- Te conozco lo suficiente como para saber que tu preocupación va más allá de lo usual - señala convencida.

Víctima IndefensaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora