33. Esencial

271 15 90
                                    

02:30 | Jueves 19 de Septiembre de 2030

Mamá lleva a Madeleine al tocador para calmarla y me deja bajo el cargo de Sophie. La mirada de mi hermana refleja sorpresa y preocupación. Yo sigo sin terminar de creerlo. Me tomo unos segundos y respiro hondo tres veces. Quiero darme el tiempo necesario para procesar todo lo que ha pasado. En definitiva es el inicio de mi vida como Alma Wright. No hay marcha atrás. Ya no puedo seguir pensando que soy Alex, no hay forma, pues ni yo misma lo creo.

Mi hermana mayor se acercó, se sentó a mi lado y me abrazó suavemente. Ladeé la cabeza lentamente. Luego sonreí, algo en mi pecho empezó a crecer, era una sensación cálida. Al contrario de lo que hubiese podido pensar antes, no estaba triste ni en pánico. Una especie de paz se instaló en mi corazón, sentí que al fin empezaba a dejar atrás los miedos e inseguridades que cada tanto habían rondado mi mente en las últimas semanas. 

- Bueno supongo que es un buen momento para que me expliques todo lo que necesito saber sobre mi periodo - señalo mientras miro a mi hermana.

- De acuerdo, pero antes de eso necesitamos asearte y eliminar los restos de esta escena gore - responde mi hermana mientras me ayuda a pararme.

- Lo que tú digas Clave de Sol, aquí tú eres la experta - contesto mientras la sigo al baño.

Sophie se encarga de desvestirme y asearme, mientras va explicándome todo, desde contar los días de mi ciclo para saber si soy regular o no. Además de descubrir cuántos días puede durar. Ella me reveló que a ella usualmente le dura entre tres y cinco días. Pero que es una cosa que varía de mujer a mujer. Puntualiza que otro punto a tomar en cuenta es la cantidad de flujo que se puede liberar. Por lo que debo empezar a llevar protectores y una ropa íntima extra en caso de una emergencia. 

- Vaya - musito - nunca pensé que hubiese tantas cosas asociadas a la menstruación.

- Y eso que solo he empezado hermana - contesta Sophie mientras me hace entrar en la tina que ya tiene el agua lista.

- Entonces ¿hay más cosas que debo saber? - pregunto alucinada.

- Claro que sí - murmura Sophie y luego prosigue - como por ejemplo que cosas puedes comer y hacer para disminuir el dolor de los cólicos, que alimentos son provechosos para mantenerte de buen humor y cuales debes evitar para no aumentar tu irritabilidad.

- Vaya - farfullo mientras me aseo.

- Lo sé hermana, ser una mujer no es fácil, pero sé que podrás hacerlo - comenta Sophie mientras coloca su mano sobre mi hombro.

De pronto mamá ingresa al baño. Se ve algo preocupada. Se acerca a nosotras. No sabe qué decir, así que decido romper el silencio.

- Mamá ¿Cómo está Madeleine? - pregunto serena.

- Ella ya está bien, pero la que me preocupa ahora, eres tú corazón - afirma mamá al tiempo que se arrodilla para estar más cerca de mí.

- Mamá, en serio, estoy bien - afirmo mientras acaricio su rostro.

- Está bien - contesta mamá.

- Alma termina de asearte mientras pongo tus sábanas en la lavadora y te traigo algo de ropa - ordena Sophie mientras se pone de pie. 

- Si señora - respondo con un saludo militar y con una sonrisa.

Mamá y Sophie no pueden contenerse y estallan en risas. Me sorprendo riendo con ellas. Mi hermana mayor menea la cabeza y pone manos a la obra. Mi progenitora me mira con una sonrisa extraña.

- ¿Qué? - pregunto al cabo de un momento.

- Tu hermana tiene razón - murmura.

- ¿En qué? - pregunto con la mirada confusa.

Víctima IndefensaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora