07:30 | Martes 10 de Septiembre de 2030
Me planteé llegar a la escuela por mi cuenta. Aunque debo admitir que me costó mucho convencer a mamá. Tomé un bus que me dejaría en la escuela.
Evito escuchar los murmullos elevando el volumen de mi música. Un rato después, de estar sumergida en mis pensamientos, una chica capta mi atención. Lleva unos anteojos rojos, no puedo verla directamente pues evita hacer contacto visual. Se detiene frente al asiento vacío que está a mi lado. Doy una mirada rápida al interior del vehículo y ya no hay lugares disponibles. Cuando nuestras miradas se cruzan hace un amago para retirarse, pero se queda inmóvil cuando meneo suavemente con mi cabeza, le brindo una sonrisa y con mi mano la invito a sentarse. Ella se acomoda y deja caer suavemente sus manos sobre sus rodillas. La dejo estar tranquila mientras disfruto de algunas canciones.
Noto que un par de chicos me miran mientras intentan disimular, pero se les da fatal. Cuando el autobús llega a Lincoln, todos bajan desesperados, yo prefiero darme unos segundos de tranquilidad. La chica que estaba a mi lado, por el contrario, lleva muchísima prisa. Tanta que olvida una libreta roja. Trato de hablarle, pero ya está fuera del vehículo. La recojo, bajo rauda y la sigo. Después de un par de zancadas logro alcanzarla. Le pico el hombro con suavidad. Se asusta al comienzo, pero cuando nota que sostengo su posesión respira hondo y de su rostro emerge una dulce sonrisa.
- Hola, olvidaste esto en el bus - digo mientras le entrego su libreta.
- Gracias - responde con timidez.
- De nada, procura tener un poco más de cuidado - agrego mientras me encamino a la escuela.
- Tú eres Alma ¿cierto? - pregunta con cierta duda.
- Así es y ¿tú eres? - le consulto con una sonrisa.
- Emma Harris - farfulla - también estoy en noveno año.
- Qué bueno, tal vez estemos juntas en alguna clase - sostengo.
De pronto Emma retrocede asustada. Alguien tira de mi brazo con fuerza y me hace caer sentada. Alzo la mirada y allí está Dean Gray. Aún le hierve la sangre. Esta vez estoy en desventaja, ya no cuento con el factor sorpresa. Trato de ponerme de pie, pero me empuja nuevamente.
- Quédate donde estás maldita escoria. Creíste que ibas a salir ilesa después de lo que me hiciste pasar ayer - vocifera Dean. Luego a mis espaldas escucho que alguien clama por ayuda.
Me paro de un brinco. Lo miro fieramente y decido actuar.
- Puede que no salga ilesa, pero no creas ni un por instante que te tengo miedo - afirmo mientras aprieto el puño y me pongo en guardia - ya te hice caer una vez y puedo hacerlo de nuevo".
Salta sobre mí, intentando sujetarme, me concentro en sus pies en un intento por predecir su siguiente movimiento, logro evitarlo dos veces. La tercera vez no corro tanta suerte. Toma mi muñeca y me jala en su dirección, lo cual me hace trastabillar y caer de rodillas. En ese momento agradezco haberme puesto unos jeans. Aún sujeta mi mano con firmeza.
- ¿Qué pasa no vas a rogarme? - expresa Dean en son de burla.
- Suficiente Gray, vas a soltar a esa chica ahora - escucho la voz de un muchacho detrás de mí.
- ¿O qué Harris? Tú no me das ordenas - le espeta.
Harris, Jake Harris, debe ser mi día de suerte. Claro, ahora recuerdo que alguna vez mencionó que tenía una hermana pequeña.
- No es una orden, es un consejo del capitán del equipo del que formas parte. Además solo trato de librarte de que inicies otra cadena de suspensiones. Por otro lado te aconsejo que dejes a esta chica tranquila, ya que es familia de un buen amigo mío, Alexander Collins - remarca Jake.
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Víctima Indefensa
General FictionLa vida del joven músico, Alexander Collins, da un cambio radical tras ser capturado por error por agentes de Mundo Amazonas. Esta organización secreta se dedica a dar caza a hombres que han quedado impunes tras haber sido juzgados por la ley por ha...