09. Aceptando mi femineidad

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09:50 | Sábado 31 de Agosto de 2030 | Casa de Mía Hopkins 

Mía va a su habitación y encuentra a Alex a medio vestir mientras le da la espalda. Ve que está a punto de coger el vestido y le dice: "Espera, espera preciosa, que aún no puedes ponértelo".

- ¿Por qué no? No pretenderás que salga desnuda a la calle - comenta Alex en tono confuso.

- No pequeña, claro que no. Pero tu cabello ha atrapado todo el olor de lo que has preparado, además necesitas un verdadero baño, ya que en estos meses solo has tenido baños de esponja - manifiesta Mía en tono casi maternal. 

- Pero no tenemos tiempo que perder, tenemos cosas por hacer - contesta Alex de forma ansiosa.

- Lo sé, pero estás bajo mi responsabilidad y no pienso dejarte salir como cualquier cosa. Además no nos tardaremos más de cuarenta minutos en estar listas para salir. El centro comercial está a quince minutos de aquí, lo cual nos da un margen de dos horas para comprar tu ropa y dejarte con tu amiga - expresa Mía con mucha seguridad.

- Pero...- replica Alex, pero es interrumpido por Mía.

- Sin peros señorita. Por favor utiliza la ducha. Ah y abre las llaves de la tina con agua caliente para mí, entraré enseguida - indica Mía

- Ahora ¿Quién es la mandona? Por cierto deberías llamar a Emily y decirle que sí irás al almuerzo - apunta Alex mientras sale.

- ¡Cielos, Emily! se me había olvidado por completo. Gracias pequeña. Y sí, que no se te olvide quién está a cargo - afirma Mía en un intento por sonar convincente.

Mía aprovecha de llamar a Emily: "Hola corazón, perdón por responder recién... estaba un poco liada con un tema del trabajo, pero te veré para el almuerzo... no, no es necesario... pues de todas formas voy a salir dentro de un rato al centro comercial... a ver sí compro algo para la noche... sí, ya luego me paso por el restaurante, de todas formas está cerca, así que será imposible que llegue tarde... ok, un beso... yo también te amo... besos y bye".

Mía toma su toalla y se dirige al baño, pero sabe que pasa algo raro cuando no escucha correr agua en la ducha. 

¿Qué estará haciendo Alex? 

Al entrar al baño la ve de espaldas y la cuestiona de inmediato: "¡Hey! ¿por qué no te has metido a la ducha?"

Alex no reacciona, está como aturdido. Mía se acerca y ve que tiene la vista perdida y de sus ojos escapan algunas lágrimas. Entonces posa sus manos sobre sus hombros. 

- No puedo Mía... no puedo hacerlo - responde Alex finalmente.

- ¿Qué no puedes hacer? - pregunta Mía preocupada.

- Verme desnuda, pensé que podría, pero no y todo empeora al saber que tendré que tocarme, tengo miedo de... encender algo mí. Me siento tan confundido... ayúdame por favor, no sé qué hacer - pide Alex con voz suplicante.

Mía, lo gira hacia ella y con suma delicadeza empieza a hablarle suavemente: 

- Preciosa, sé que tienes miedo de las nuevas sensaciones que puedas descubrir con tu nuevo cuerpo. Entiendo el pánico que te inunda... yo estaría igual o peor que tú. El proceso no será fácil, pero tienes que enfrentarlo con valentía. Cuanto antes mejor, ya que tendrás mejores posibilidades de lidiar con las situaciones que deberás enfrentar - asevera Mía en tono convincente. 

- ¿Qué piensas que debería hacer para lidiar con esto? - cuestiona Alex.

- ¿Confías en mí? - consulta Mía mientras lo mira directamente a los ojos.

Víctima IndefensaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora