Víctima Indefensa

02. La chica del aeropuerto

9:45 a.m. | Miércoles 12 de Junio de 2030 | Aeropuerto Internacional de Jacksonville

La terminal está atestada de gente que llega y que se va. Se ven risas, llantos, besos y abrazos de todo tipo. Parece increíble que un lugar tan frío albergue tanta calidez humana a diario. Historias para elegir sobran. De momento concentrémonos en Alex que ha ido a despedirse de Jimena, quién se va de vacaciones familiares con sus padres y su hermano menor, David.

Los minutos de despedida se han vuelto tensos, tiene el corazón partido, ya que para nadie es fácil tener que lidiar con las ganas de irse y el deseo de quedarse. Jimena en verdad desea estas vacaciones con su familia, porque sabe que serán las últimas que compartirán juntos. Pues en solo unos meses tendrá que marcharse de casa para ir a estudiar a la universidad. Ella no quiere irse, porque sabe que le queda muy poco tiempo para organizar sus pinturas, salir con las chicas, pero sobre todo le cuesta asimilar que dentro de poco dejará atrás a una de las personas más importantes de su vida: Alex, su sincero y sarcástico amigo de infancia. 

- ¿Alex? - musita Jimena.

- ¿Sí, mujer? - contesta Alex con una radiante sonrisa.

- Quiero que me prometas una cosa - ruega la chica de cabello caoba.

- Si es solo una, vale. Aunque conociéndote... - remacha Alex socarronamente.

- ¿Puedes parar de hablar un momento? - reclama Jimena en un tono que transpira seriedad.

- Bueno, sí es solo eso, sus deseos son órdenes para mí, Milady - responde Alex, cual caballero de brillante armadura.

- Deja de hacer el tonto por favor - refunfuña Jimena.

- ... 

- Ok. Ok, no se puede contigo, habla por favor - ruega.

- ...

- Que hables tonto o te doy una reverenda cachetada - le espeta Jimena enojada

- Vaya que eres indecisa, primero me dices que me calle y después quieres que hable, decídete mujer - se mofa Alex descaradamente.

- Eres un pesado. Ya no te voy a querer - desliza Jimena en tono amenazante. 

- ¿Algo más? - contesta Alex con tono incrédulo.

Jimena se acerca y toma entre sus manos una de las suyas y en tono suplicante le dice: 

- Necesito que me prometas que no vas a hacer ninguna de tus tonterías en las semanas que vienen.

- ¿Qué tonterías? Yo no hago tonterías - responde Alex de inmediato mientras sonríe.

- Tú sabes perfectamente a qué me refiero. Te pasas la vida, haciendo cosas para ayudar a la gente que te rodea, incluso sino los conoces, trabajas de más por gente que tal vez no vale la pena. Entiendo que lo hagas por tu mamá y por tus hermanas, pero a veces siento que te desgastas por personas que no lo merecen y eso me fastidia - repara Jimena en tono preocupado.

- No, eso no es lo que te molesta y lo sabes - afirma rápidamente Alex.

- Sí... tienes razón, no es eso, es el poco tiempo que hemos pasado juntos últimamente - desliza con tristeza.

Alex mueve los ojos, se lleva una mano a la frente, levanta la mirada con una sonrisa y dice: 

- Mujer, nos vemos casi todos los días de Dios.

- Sí lo sé, pero no es como antes... ya nada será como antes - señala frustrada

Alex se encoge de hombros y responde: