Viernes 27 de Septiembre de 2030
La felicidad era máxima. Todo salió como quise. La fiesta estaba llegando a su apogeo. La banda hizo delirar a los asistentes con su presentación. Incluso nuestro pequeño grupo de amigas se dio el gusto de animar la fiesta con un par de coreografías. Y por si todo esto fuera poco, sabía que faltaba poco para coronar la noche con un beso de Natasha, que más podía pedir. En medio del alboroto general nos escapamos de la pista de baile y nos escondimos detrás de unas cortinas, una tenue luz de luna se filtra por la ventana. Estoy de espaldas a la pared y mi rubilinda está a escasos centímetros, Dios, se ve tan bella. Ya no puedo esperar más para besarla, la deseo más que a nada. Empiezo a acercarme a ella, de pronto algo extraño pasa, escucho que me llama por mi nombre, pero sus labios no se mueven: "Alma, ¡Alma! ¡Alma ya despiértate!" ...
¡Rayos!
Miro a Madeleine muy molesta. Mi sueño fue frustrado en el mejor momento. Mi pequeña hermana nota mi enfado y sale rauda de mi habitación. Doy un bufido, niego con la cabeza y trato de relajarme. Voy a darme un baño para terminar de desperezarme. Un poco después me dirijo al comedor para reunirme con mi trío de locas. Al menos hoy no debo portar mi uniforme de animadora debido al evento de esta noche. Al entrar a la sala soy recibida por un estruendoso "¡SORPRESA!". No lo creía, todo se ve demasiado hermoso, sobre todo el desayuno especial de cumpleaños. Es extraño, pues no pude celebrar mi cumpleaños dieciocho hace unos meses. Y ahora sí se me antoja celebrar un nuevo comienzo. Me abrazo a ellas y disfruto de un momento que deseo atesorar por siempre. Pues es mi primer cumpleaños como una chica.
El desayuno discurre rápidamente, entre halagos y consejos para sacarle el máximo provecho al día. Y es que resulta necesario. Al terminar las clases debo apresurarme para llegar a un salón de belleza para que elaboren mi peinado y maquillaje. Decido que en este punto es mejor hacer caso a los ruegos de mi madre y Cotton Candy. Me encantan las sonrisas de todas, pero sobre todo la de Sophie, pues hay algo que no descifro del todo, sé que debe ser por mí en buena cuenta, pero no puedo evitar pensar que hay otro motivo adicional. Seguramente lo descubriré luego. Quedan unos minutos antes de que las Bailey lleguen por mí, de pronto mamá mira a mis hermanas y dice: "Ahora". Cada una abandona el comedor un momento, pestañeo un par de veces y centro mi mirada en mamá, ella sonríe de manera divertida. De pronto mis hermanas regresan con algo entre sus manos.
- En serio, no tenían que comprar nada, ustedes son todo lo que necesito - farfullo. Sonrío mientras intento ocultar una pequeña lágrima con un mechón de mi cabello.
- No seas tonta - alega Cotton Candy - toma, abre el mío primero.
- Y esto - murmuro vacilante, al ver un estuche con algunas letras sangrientas que forman el título "TLOU".
- Ábrelo y verás - insiste Madeleine, mientras mamá y Sophie nos miran extrañadas.
- Vaya, esto es... ¡WOW! - señalo mientras me quedo con la boca abierta.
- Alguien me puede explicar qué es eso y por qué se ven tan emocionadas - indaga mamá.
- Es solo un videojuego - interrumpe Sophie.
- ¿Solo un videojuego? - cuestiona Cotton Candy indignada y luego agrega - ¿Cómo te atreves? Es la trilogía de uno de los mejores juegos de miedo de la historia. Y además contiene dos novelas gráficas.
- Gracias Cotton Candy, es un gran regalo - afirmo mientras abrazo a mi hermana menor.
- Sigo sin verle la utilidad - señala mamá.
- Me ayudará a relajarme - apunto - además los juegos de terror siempre han sido lo mío.
- Y lo mejor no es eso - interviene Madeleine.
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Víctima Indefensa
General FictionLa vida del joven músico, Alexander Collins, da un cambio radical tras ser capturado por error por agentes de Mundo Amazonas. Esta organización secreta se dedica a dar caza a hombres que han quedado impunes tras haber sido juzgados por la ley por ha...