UNA VEZ MAS EN TU VIDA

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Bueno se que había dicho que publicaría en la otra semana, pero pos... no pude resistir el actualizar, como había dicho en capítulos anteriores tengo varios capítulos escritos por lo que vi que querían pronto el siguiente y decidí publicarlo, espero y lo disfruten.

Pov Eren

Había pasado un mes desde el incidente del baño, ese día vi la expresión de Levi, sabia que no le gustaría el verme así, por eso me resistí cuando quiso alzar el suéter, no quería que me viera así, que viera que Kenny había estado conmigo antes de que él llegara ese día, se que cuando me vio le dio rabia, y era lo que quería evitar, desde entonces no pasamos de los besos, ya no aguanto mas, quiero que me toque, que me marque, quiero pertenecerle completamente, hace mas de una semana que los chupetones y mordiscos que tenia desaparecieron completamente. En ese momento sonó el timbre, baje a abrir.

-Entrega para Eren Jeager.

-Si, soy yo.

Firme la entrega y cerré la puerta.

-Mami, ¿Sasha no va a volver?

-¿Quieres verla?- pregunte acariciando su cabeza.

-Si, quiero volver a jugar con ella- esto es perfecto.

-Voy a llamarla y hablare con tu papa a ver si puedes pasar allá la noche, ¿te parece?

-¡Shiiiim!- dijo mi pequeño emocionado.

Tome el teléfono y le marque a Sasha, después te tres tonos contesto.

-¿Hola?

-Hola Sasha.

-oh hola Eren, ¿Cómo estas?

-¿Bien y tu?

-Bien, ¿¿Qué necesitas?

-Veras, Riren te extraña y llamaba a preguntarte si podías pasar esta noche con él en tu casa.

-Si, no hay problema, es divertido jugar con él.

-Si, tiene una gran imaginación.

-Por cierto, no te había preguntado, ¿ya encontraste tu destinado?- hubo silencio, uno que no me gusto para nada -¿Sasha?

-Yo... después hablamos de eso, paso en dos horas por el pequeño.

Y diciendo esto colgó, su tono de voz parecía triste, algo paso en estos años, de eso estoy seguro, y temo lo peor.

Ya era la hora de almuerzo por lo que fui y serví para que mi pequeño y yo comiéramos,   cuando acabamos lave los platos y después de eso me puse a jugar un rato con él, así pasando las dos horas, sonó el timbre, fui a abrir y efectivamente era ella, creí que llegaría un poco mas tarde.

-Llegaste puntual.

-Ya es la costumbre, el señor Ackerman es muy exigente con la puntualidad.