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Pov narradora

Después del desayuno se fueron a un parque de diversiones, los mayores caminaban tomados de la mano observando a sus hijos, quienes caminaban y hablaban animadamente sobre como se habían sentido en cada juego que subían, así pasaron el día, fueron a diferentes lugares y compartieron como familia, conociendo a la azabache y ella aprendiendo de ellos, a las seis de la tarde los cuatro se encontraban en casa, un castaño a punto de tomar el teléfono para llamar a Reiner, hasta que la pequeña lo interrumpió.

-¿Puedo quedarme hoy?- pregunto aparentemente sin nervios, sin embargo esa era la actitud que había sacado del azabache y el castaño podía percibir a la perfección los nervios de su pequeña al hacer la pregunta, le mostro una sonrisa.

-Claro que si cariño, si eso es lo que tu quieres no hay problema, nos alegraría mucho, voy a llamar a Renier para ver si se puede, ¿bueno?- la azabache asintió.

El castaño llamo al rubio y hablo con él sobre lo que la niña le había pedido, Reiner por un momento dudo al respecto, era algo que no se debía, sin embargo accedió, sabía que ella estaría bien con su familia y a la pequeña le haría bien el convivir con ellos, por lo cual accedió, los dos se despidieron y Eren se acercó contento a la sala para decirle a su familia que la niña se quedaría a dormir.

-¿Y esa sonrisa mocoso?- pregunto el mayor de todos, observando una linda sonrisa en su castaño.

-Bueno resulta que acabo de hablar con Reiner- el azabache frunció levemente el ceño, tratando de no mostrar su disgusto al escuchar ese nombre, cosa que fue imposible que no notará su pareja, el sólo pudo soltar una pequeña risilla -tranquilo Levi, sólo preguntaba si Mikasa se podía quedar está noche.

-Por tu sonrisa dijo que si ¿verdad?- hablo el azabache.

Los niños lo miraron fijamente esperando la respuesta de su madre, el castaño mayor sólo asintió con una gran sonrisa, los niños se levantaron y comenzaron a correr por la sala celebrando que la azabache se quedaría, la pareja se abrazo felices de ver a sus hijos, sin embargo el castaño se levantó del sofá.

-Iré a preparar la cena- dijo dándole un beso al azabache, quien sin dudarlo correspondió.

Eren fue a la cocina y mientras buscaba en la nevera lo que necesitaría se acercó su hijo, sonrió al verlo, pero se preocupa al ver la mirada del niño, tenía la cabeza agachada, con las manos atrás y moviendo el pie derecho de un lado a otro, el castaño se arrodilló a la altura de su pequeño, acaricio su mejilla haciendo que lo mirara.

-¿Qué sucede cariño?- pregunto el mayor en un tono dulce.

-Mami...- el niño miro a su madre a los ojos, tenía dudas de preguntar, pero hace mucho se estaba conteniendo y quería saber -¿por qué... no estuviste con nosotros estos años?

La pregunta tomo desprevenido al castaño, en su expresión se podía ver lo sorprendido que estaba por esa pregunta, bajo un poco la mirada, sabía que en algún momento ellos iban a preguntar, pero aún no sabía como les contaría.

-Yo... se los diré después- acaricio la cabeza de su hijo y este se quedó mirándolo confundido -prometo que se los contaré, pero no en este momento ¿de acuerdo?

-Si mami- los dos se abrazaron, y el pequeño salió de la cocina.

Después de hora y media Eren se encontraba sirviendo la comida, pasta con albóndigas, tajadas de plátano frito, ensalada y jugo de mora, pero la pregunta que le había hecho su pequeño seguía rondando por su mente, estaba preocupado, era lógico que su hijo quisiera saberlo, y más con todo lo acontecido, el como se acercó a él, el ser secuestrado, la aparición de su hermana.

El azabache miro a su omega, por medio del lazo sentía que algo le estaba preocupando al castaño, además de que estaba distraído, hasta el momento sólo había estado jugando con la comida, si al caso abra comido dos o tres bocados, colocó su mano sobre la de su pareja.

-¿Estas bien?- el castaño salió de sus pensamientos y un poco perdido miro al azabache y asintió, sin embargo este no se convenció de que fuera así -no me mientas, ¿Qué sucede?

-Levi en serio no es nada, sólo estaba pensando en algo, es todo- el azabache frunció el ceño, el castaño al ver eso, se levantó un poco y se acercó al oído del Alfa susurrando -no te preocupes, Riren me pregunto donde había estado durante este tiempo y no pude responder, es momento de decirles, sólo... no se como hacerlo.

-Eren- el azabache acaricio la mejilla del omega -sabes que no estás sólo, hallaremos el modo de lograrlo.

Los niños sólo miraban a sus padres, les parecía un poco extraño el comportamiento de la pareja, principalmente para el pequeño castaño que ya llevaba más tiempo conociéndolos, pero prefirieron no decir nada.

Terminaron de comer y los pequeños jugaron un rato más, llegando la hora de dormir, la cama de Riren era lo suficientemente grande para que los dos niños durmiera en la misma, los pequeños se cambiaron de rompa por pijamas, Riren le presto una a Mikasa, se cepillaron los dientes y se metieron a la cama siendo arropados por Eren y observados por Levi.

-Nos cuentas un cuento por favor- pidió el pequeño.

-Claro que si- contestó Eren con una sonrisa.

En ese momento llegó una idea a su mente, paso saliva preguntándose si era lo correcto, pero no lo pensó más, era un modo adecuado para decirles y sin la necesidad de ser específico, miro a sus hijos y soltó un suspiro. 

Eso es todo por este capítulo, lamentó tanta tardanza y que sea de algún modo corto el capítulo, espero que les guste, gracias por el apoyo que me han dado hasta el momento.

❤❤❤Los amo❤❤❤

UNA VEZ MAS EN TU VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora