Efecto Mariposa - Dramione

05.Taurus 01

Todos los personajes y la historia pertenecen a JK Rowling

POV TAURUS MALFOY 01

—¡GRYFFINDOR!—escuché decir al sombrero.

Por supuesto que el sombrero iba a elegir a Harry Potter a la casa Gryffindor. Un imbécil que no acepta mi ayuda sólo puede ir a esa casa. Me sorprende que haya tardado tanto tiempo ese sucio sombrero. Aunque lo que más me sorprende es que haya tardado tanto tiempo... CONMIGO. Soy el mismísimo Taurus Malfoy Black, simplemente con rozar mi cabello como con Draco tendría que haber gritado ipso facto SLYTHERIN. ¿Cuantas veces me ha preguntado si estaba seguro de que quería estar en SLYTHERIN? ¿20?¿30?¿Estás seguro?¿Pero de verdad estás seguro que quieres ir a Slytherin? Que pesado, he tenido ganas de realizarle el hechizo incendio por lo menos una docena de veces. Me ha faltado un pelo para pisotear ese sombrero mugroso. 

Tengo que controlar mi mal genio, antes también he tenido ganas de realizar un maleficio con el gilipollas de Weasley cuando se ha reído del nombre de mi hermano.

—¡Potter, Violet!—dijo el sombreo seleccionador.

Esa niña es la que antes no se ha querido presentar. Espero que la manden a Gryffindor y no volver a saber nada nunca más de ningún Potter. Mmm, ¿por qué no es una cuatro-ojos como su hermano? Bueno, que más da. A ver si esto se acaba pronto, que quiero ya investigar el castillo. Tiene pinta de ser enorme.

—¡SLYTHERIN! —oí el grito del sombrero.

¿Cómo?¿He oido bien? Vaya esto no me lo esperaba. 

Observé divertido la cara de gilipollas que se le ha quedado a Harry Potter.

—Interesante. —dije en un susurro, mientras sonreía mostrando mis dientes. —El patio de juegos se ha puesto más interesante.—

Viendo, la cara de circunstancias de Violet y el estado de petrificación de toda la sala me disponía a hacer mi primer movimiento. El primero de muchos para alcanzar la cima en Hogwarts. 

Me levanté y empecé a aplaudir con fuerza. Le di un codazo a Draco y él me imitó aplaudiendo. Después, Crabbe y Goyle e inmediatamente más tarde se va levantando toda la mesa de Slytherin aplaudiendo. Le hice un gesto a la hermana de Potter para que se sentara a mi lado. Y a pesar de que sabía que sentía animadversión por mi, también sabía que se había percatado que yo había sido el primero en levantarme por lo que me agradece el gesto.

—Gracias, Malfoy. —me dijo en un susurro la hermana de Potter.

—No es nada, Potter. ¿Tu hermano siempre tiene esa cara de pasmarote?—le pregunté señalando al fondo donde estaba Harry viéndonos con la cara hecho un poema.

—Claro que no. Le ha impactado esto. Bueno a decir verdad a mi también me ha impactado. —comentó la chica mirando al suelo.

—¿No querías estar en Slytherin?—dije, indignado porque no estuviera contenta de estar en Slytherin.— Por si no lo sabías, somos la mejor casa. Llevamos ganando la copa de Hogwarts durante 6 años consecutivos. —le dije frunciendo el ceño. —Así que arregla esa cara de pasa arrugada.—

—Me daba igual a que casa ir, solo quería ir con mi hermano. ¡Y no tengo cara de pasa arrugada!. —me replicó la hermana de Potter, haciendo un puchero.

—Comprendo que estés mal, yo también estaría fastidiado si me separaran de Draco. Pero ahora no olvides que eres una serpiente. No me decepciones Potter. —le dije con una sonrisa ladina.

—Entre mi familia y Slytherin, siempre estaré del lado de mi familia.—me replicó ella.

—Como te he dicho antes, ahora eres una serpiente, una de nosotros. Ahora NOSOTROS somos tu familia.—enfaticé.

Potter optó por no seguir hablando y la profesora McGonagall continuó diciendo nombres.

—Weasley, Ron—

—¡GRYFFINDOR!—

Esa estúpida comadreja. Sabía que tenía que ser un traidor a la sangre. No se quien me cae peor, Potter, el torpe traidor a la sangre de Longbotton, la comadreja o la sangre sucia. ¿Como no? Todos ellos han ido a parar a Gryffindor.

El último nombre que mencionó McGonagall fue el de Blaise Zabini que fue seleccionado a nuestra casa. Albus Dumbledore se había puesto de pie. Miraba con expresión radiante a los alumnos, con los brazos muy abiertos, como si nada pudiera gustarle más que verlos allí.

—¡Bienvenidos! —dijo el director—. ¡Bienvenidos a un año nuevo en Hogwarts! Antes de comenzar nuestro banquete, quiero deciros unas pocas palabras. Y aquí están, ¡Papanatas! ¡Llorones! ¡Baratijas! ¡Pellizco!... ¡Muchas gracias!—

¿Está loco ese viejo barbudo? No tengo que confiarme, es Albus Dumbledore. Si la mitad de los rumores son ciertos decir que es el mejor mago del mundo es quedarse corto. Tengo que andarme con ojo, mi padre me ha advertido que guarda una especie de rencor contra los Malfoy y contra todo aquel que se alió en el pasado con Voldemort. Será mejor no tenerlo de enemigo.

Los platos que había frente a mi de pronto estuvieron llenos de comida. Carne asada, pollo asado, chuletas de cerdo y de ternera, salchichas, tocino y filetes, patatas cocidas, asadas y fritas, pudín, guisantes, zanahorias, salsa de carne, salsa de tomate y bombones de menta. Al lado nuestro se situó el fantasma del Barón Sanguinario, mi hermano no estaba muy a gusto con su presencia, a mi en cambio me parecía premonitorio. ¿Cual era la probabilidad de que el fantasma de la casa se situara al lado de un alumno de primero? Y no solo eso, al lado de los Malfoy. El Barón debió presentir que los Malfoy íbamos a ser los más destacaríamos.