137.Draco 31

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Todos los personajes y la historia pertenecen a JK Rowling

POV DRACO MALFOY 31

Mañana era 19 de Septiembre, el día en que Hermione cumpliría 14 años. Ya tenía en mente lo que le iba a dar, pero necesitaba la ayuda de mi hermano para el regalo. Bueno a decir verdad, Violet fue la que me dio la idea. No me gustaba pedir favores, pero la ocasión lo requería.

Al estar durmiendo en cuartos separados no pude plantearle lo del regalo hasta la hora de comer en el Gran Comedor. Después de comer alcancé a mi hermano que ya se estaba retirando con su séquito compuesto por Pansy, Bulstrode, Crabbe, Goyle, Aquarius y Aries.

—¿Qué pasa Draco? Recuerda que mañana aunque sea sábado tenemos nuestro primer entrenamiento de quidditch. —dijo Taurus al verme.

—De eso precisamente quería hablarte. —dije con una tímida sonrisa nerviosa.

Hizo un gesto a sus amigos para que se marcharan sin él y se quedó a solas.

—¿No me digas que renuncias? Hicimos un trato, Draco. —dijo Taurus algo enfadado.

—No, no es eso. Es otra cosa. Es ... —me era difícil plantear mi cuestión. 

—Venga no te cortes, dime que necesitas. —me apresuró Taurus.

—Mañana es el cumpleaños de Hermione ... —dije.

—Mmmm, vaaaale. —hizo un chasquido con los dedos dándose cuenta. —Aaaa ya lo entiendo. Quieres escaquearte mañana del quidditch para pasar el tiempo con la sangre sucia. ¿Es eso lo que pasa, no?—preguntó Taurus.

—No exactamente. Verás, Hermione tiene miedo a volar, pero yo lo que creo es que lo que le pasa es que tiene vergüenza porque no se le da muy bien. Por tanto he pensado que sin nadie que la observe se soltará y disfrutará de lo maravilloso que es volar en escoba. Así que mañana haré que me acompañe en el entrenamiento de quidditch. —expliqué.

—Qué detallista te has vuelto de repente, hermanito. —dijo Taurus en tono burlón. —¡Viva la amistad!—añadió irónicamente. —Pero hay un pequeñíiiisimo agujero en tu plan infalible, Draco. Siento informarte que la sangre sucia no está en el equipo de quidditch, es más, ni siquiera pertenece a Slytherin. —rodé los ojos por su ''sutil'' sarcasmo. —Lo sé, lo sé ... una sorpresa en toda regla.—

—El sarcasmo no te favorece, Taurus. Y para tu información ya había tenido en cuenta ese detalle. Es ahí donde entras tú. —Taurus arqueó una ceja. —Al ser el nuevo capitán del equipo, he pensado que podrías anular el entrenamiento de mañana.—

—¿Te has vuelto loco?—dijo Taurus alarmado. —Lo que planteas no es solo dañino para el equipo por renunciar al entrenamiento, sino que es muy arriesgado. ¿Qué pasa si alguien se entera? Por mucho poder que cuente ahora mismo, ni siquiera yo podré cubrir tal afrenta. Solo de pensar como se pondría padre si se llegara a enterar que anulé un entrenamiento de Slytherin por el cumpleaños de una sangre sucia de Gryffindor ... —

—¡Por favor, Taurus! ¡Hazlo por mí! —imploré poniéndome de rodillas.

—¡Levantate de una vez! —dijo Taurus avergonzado agarrándome del brazo para incorporarme. —¡Un Malfoy nunca se pone de rodillas! ...Salvo circunstancias excepcionales.—

—Sabes que casi nunca te pido nada. Me haría muy feliz que me hicieras este favor. —dije. Taurus torció el gesto al verme así.

—¡Joder Draco! Está bien, si me pones esos ojitos de cachorro abandonado no puedo negarme ... —suspiró Taurus. Se me iluminó la cara al oírle, fui como un. rayo a abrazarle.

—¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! —dije abrazándolo

—Sí, sí. Lo que sea. Pero esta es la primera y última vez que hago algo así. Espero que te valga la pena. Diles a Nott y Zabini que mañana no hay entrenamiento, que tengo que hacer pruebas a más candidatos para entrar al equipo. Yo haré lo mismo con el resto del equipo. —continuó Taurus.—Mañana a las 8:00 os espero en el campo de entrenamiento.—

Y así lo hice, al llegar a mi cuarto les dije a Blaise y Theo esa mentira piadosa. Eran mis amigos y se llevaban bien con Hermione, pero amaban el quidditch y tenía miedo que reaccionaran mal ante la verdad del por qué se había anulado el entrenamiento. Cuando le dije a Violet que Taurus había accedido, me insistió en que quería acompañarnos. No me pude negar, al fin y al cabo, ella era la que me había dado la idea y también era amiga de Hermione. Ella se comprometió en llevar a Hermione al campo.

A la mañana siguiente sobre las ocho menos diez, llegué con mi túnica de quidditch al campo de entrenamiento. Estaba completamente desierto. Cinco minutos después llegaron Hermione acompañada de Violet.

—Violet ha dicho que tenías que hablar conmigo de algo muy importante. ¿Qué era eso tan urgente que tenías que comentarme que no podía esperar a terminar mi desayuno?—preguntó Hermione.

—Pues verás ... —me giré al ver que la puerta del escobero de atrás de nosotros (donde le di mi regalo en primero a Hermione) se abría.

 Por un instante sentí terror, ¿cómo podía explicar la presencia de Hermione? Me relajé al ver que era mi hermano que portaba en sus manos dos Nimbus 2001 y una túnica de quidditch de Slytherin. 

—Felicidades, sangresucia. —dijo Taurus sin emoción alguna entregándole una escoba y la túnica a Hermione. —Ahora ve a cambiarte, no quiero correr más riesgos de los necesarios.—

—¿Eh?—dijo Hermione muy sorprendida.

—No me digas que se te ha olvidado que hoy es tu cumpleaños, Hermione. ¡Felicidades!—dije  abrazándola. Luego Violet se unió al abrazo

—A decir verdad sí que se me había olvidado. Entre los exámenes y el girati... —se detuvo de inmediato. —Quiero decir, ¡muchas gracias! ¿Pero por qué me das esto Taurus?—

—No te lo estoy dando, sangre sucia. Es un préstamo de menos de una mañana. Así que cuando acabéis con esta pantomima quiero mi túnica y mi escoba de vuelta. —dijo Taurus.

—Sigo sin entender nada ... —dijo Hermione.

—Hermione, hoy vas a superar tu miedo a volar. —dije.

—No, no, no. —dijo Hermione negando con la cabeza. —Ni pensarlo. —

—Vamos Hermione. Tienes que superar tu vergüenza a volar. —dije.

—¡No tengo vergüenza, Draco! ¡Tengo miedo a volar! ¡Pánico! —explicó Hermione gritando.

—Hagamos una cosa, iremos juntos en la misma escoba. Así no tienes nada de que preocuparte. —dije.

—¡Estás loco! ¡La escoba no aguantará nuestro peso! —dijo alarmada Hermione.

—Ey, ey ,ey, ey. —dijo molesto Taurus. —Esto, sangresucia ... —señaló la escoba. —... es una magnífica Nimbus 2001. Por supuesto que puede soportar el peso de dos niños esmirriados como vosotros. Incluso podría soportar el peso de ese medio-gigante guardabosques bobalicón. —

—Ya ves, asunto arreglado. Ahora cámbiate, Hermione. —dijo Violet.

—¿Pero y si me pongo tan nervioso que golpeo accidentalmente a Draco haciendo que la escoba caiga en picado y muramos? —dijo Hermione, agobiada y tocándose el pecho.

—Hermione, mírame y tranquilízate. —dije cogiéndola de los hombros. —En primer lugar, es muy, pero que muy, pero que muy improbable que eso pase. Y en segundo lugar, en el remotísimo caso que algo así pase, Taurus se sabe un conjuro para estabilizar la escoba.—

—¿Ein?—dijo arqueando una ceja Taurus. Le di un fuerte codazo en el riñón. —Sí, sí por supuesto. No tienes nada de que preocuparte, sangre sucia. Soy un experto en el conjuro ..., esto sí, en ese conjuro.—

Era una mentira como una catedral lo del conjuro, pero tenía que tranquilizar a Hermione y fue lo primero que se me ocurrió.


Efecto Mariposa - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora