162.Draco 37

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Todos los personajes y la historia pertenecen a JK Rowling

POV DRACO MALFOY 37

—Ya tengo el regalo que quiero darte. —se quitó del cuello un colgante con un reloj de arena que no había visto ya que lo tapaba su ropa.

—¿Un colgante?—cuestioné.

—No.—negó Hermione con la cabeza. —Mi secreto.—

No entendía nada. ¿Ese colgante era su secreto? Pero si solo había un reloj de arena en él. Además ...., ¿de qué secreto hablaba?. Quise preguntarle, pero me cogió de la mano y volvió a colocarse colgante en el cuello, pero esta vez lo colocó para que la cadena de oro también rodeara mi cuello.

—¿Qué haces?—pregunté arqueando una ceja.

—Confía en mí. —dijo Hermione mirándome a los ojos. Tragué saliva con dificultad. Estaba muy nervioso por la cercanía de la castaña y por esta extraña actitud. —. ¿Preparado? —

—¿Preparado para qué —pregunté

Hermione no me respondió y la vi como le daba al reloj de arena una vuelta. Noté como la sala desaparecía. Me daba la sensación que volaba muy rápidamente hacia atrás. A mi alrededor veía pasar manchas de formas y colores borrosos. Y sentía palpitaciones en los oídos. Además, las náuseas me impedían pensar con claridad.

Por suerte, volví a sentir el suelo firme bajo mis pies y todo volvió a aclararse.

—Hermione, ¿qué...?—no me dejó preguntar ya que me arrastró con el brazo.

—¡Tenemos que irnos antes de que yo entre a la enfermería! —me apresuró.

Parece ser que a Hermione le ha afectado más que a mí este extraño viaje.

Me del brazo y me arrastró por el vestíbulo hasta la puerta del armario de la limpieza. Lo abrió, me empujó dentro y ella entró tras de mí. Después cerró la puerta.

—Hermione, ¿te encuentras bien?—pregunté preocupado.

—¡Mira! —susurró ignorando mi pregunta. 

Me dio con el codo con las costillas para que le hiciera caso. Por la mirilla de la puerta del armario de la limpieza vi como Hermione caminaba rumbo a la enfermería.....¡Pero qué demonios!

—Hemos retrocedido en el tiempo —me aclaró la Hermione que estaba conmigo en el armario al ver mi cara de estupefacción —. Una hora, concretamente.

—¿Eh?—dije con cara de idiota. Me di un pellizco por si estaba soñando, no sería la primera vez que soñaba con Hermione estando dentro de un armario ...—¡Au!—Me quejé adolorido.

Pues no, no estaba soñando.

—¡Chist! Mi yo del pasado no puede encontrarse conmigo bajo ningún concepto. —me regañó Hermione—Lo mismo digo sobre tu yo del pasado.—

—¿Quieres decir que estamos aquí en este armario y que también estamos ahí fuera?—pregunté

—Sí —respondió Hermione, con el oído aún pegado a la puerta del armario—. No hay nadie a la vista. Vámonos. —

Caminamos hacia las afueras del castillo y nos ocultamos en un arbusto de los jardines de Hogwarts. Fuera de peligro me atreví a preguntarle lo que me rondaba en la cabeza.

—Te he visto darle una vuelta a ese reloj de arena. ¿Ha sido eso lo que nos ha llevado al pasado?—pregunté. Ella asintió.—¿De dónde has sacado ese reloj de arena?—

Efecto Mariposa - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora