Efecto Mariposa - Dramione

53.Taurus 13

Todos los personajes y la historia pertenecen a JK Rowling

POV TAURUS MALFOY 13

Llevaba en la enfermería una par de días recuperándome de la fractura de tres costillas que me había causado mi hermano. Mañana me darían el alta. Eso me había dicho la señora Pomfrey. Estaba aburrido como una ostra. No tenía permitido recibir visitas y no había nada con lo que pudiera distraerme. Así que sólo podía pensar y reflexionar.

Ahora que estaba yendo todo sobre ruedas ... 

Mierda. Draco había perdido el juicio. Nunca antes se había enfrentado a mi. Todo por la sangresucia. Si antes la odiaba por su sangre, ahora lo hacía por ser ella. Por su culpa todo se había ido a la mierda. Padre se enteraría y no se me ocurría nada remediar el desenlace.

Al día siguiente me despierto completamente recuperado. Lo primero que tenía que comprobar que tan grave habían sido las acciones de Draco para con nuestros compañeros de Slytherin. El muy imbécil desató su locura delante de todo el equipo de quidditch. No creo que les haya hecho gracia su defensa a la sangresucia y la renuncia al equipo.

Voy a la sala común de Slytherin y hago un examen rápido de la situación. Decenas de alumnos de Slytherin me miran con asco. Mierda, la situación parece más grave de lo que me temía. Veo que Nott y Zabini están jugando al ajedrez en un rincón. Me aproximo a ellos.

-Vosotros. Venid conmigo a la habitación. -les ordené.

-Espera que terminemos la partida. Por fin, parece que te voy a ganar, Theo. -dijo Zabini sonriendo a su contrincante.

Si estuviera viéndome en este preciso instante, no tendría esa estúpida sonrisa en la cara. Aprieto los puños con fuerza de la ira y de un manotazo tiro el tablero y todas las fichas del ajedrez.

-¡YA!. -volvía ordenar esta vez enojado.

Veo como me miran atemorizados y como tragan saliva. Me siguen sin rechistar a nuestro cuarto. Está vacío. 

-¿Y bien? ¿Qué ha pasado en la escuela en estos tres días que he estado en la enfermería? -les pregunté.

-Mmmm. No te va a gustar lo que vas a oír, Taurus. -comenta preocupado Nott.

-YA SE QUE NO ME VA A GUSTAR. -dije perdiendo la paciencia. - No hace falta ser un puto genio para saber que la situación está jodida. Lo que quiero saber es cuan jodida está. Así que contadme de una jodida vez lo que ha sucedido.—

-Básicamente lo ocurrido con tu hermano .... Ahora lo sabe todo el mundo. -dijo Nott

-Jodidos chismosos. Me aseguraré de hacérselo pagar a los de mi equipo de quidditch. -dije tratando de pensar en algún plan para resolver este entuerto.

-Es verdad que en parte que lo sepa todo el mundo es porque lo han contado los del equipo a su grupo de amigos, y de ahí el rumor se ha extendido. Pero lo que está haciendo que se le esté dando veracidad a esas palabras es la actitud de Draco.—explicó Nott

-¿Qué ha hecho ahora? -pregunté casi no queriendo la respuesta.

-En las horas de descanso, Violet y Draco no se separan de la sangresucia, de Weasley y de Harry Potter. Se les ve incluso riendo. Son una piña. -dijo Nott.

Me tapo la cara con una mano abatido. Las posibilidades de salir bien de esto se reducían drásticamente.

-No ha sentado nada bien en nuestra casa esto. Que haya renunciado al equipo y que se vaya con seres inferiores son actitudes que no se tolera aquí.—continuó Nott.

Me tumbo en la cama mirando el techo. Trato de encontrar una salida. No la veo por ningún lado

-Continúa Nott. Por lo que he visto en la sala común, a mi tampoco me ven con los mismos ojos.—dije pensativo.

-La historia que contaste de la trampa a los de Gryffindor para hacerles perder 150 puntos no se la cree ahora nadie. ¿Nos mentiste, Taurus?—preguntó Nott

-Hice lo necesario para protegerlo. Como siempre hago. Ni más ni menos. -dije mientras juego distraídamente con una snitch lanzándola al aire

-No te perdonan esa mentira. -dijo decepcionado Nott. -Es más, muchos creen que perjudicasteis a posta a Slytherin para que ganara Gryffindor el año pasado. Ahora mismo sois unos parias, tanto tú, como Violet y como Draco.

Adiós a mi corona. A decir verdad nunca la he tenido, pero la podía tocar con la yema de los dedos. Ahora mi popularidad está por los suelos. Por Merlin, cuando se entere padre no me quiero imaginar lo que nos hará tanto a Draco como a mi.

-¿Algo más? -pregunté mirando embobado la snitch.

-Flynt me ha pedido que te diga que has perdido tu puesto de titular en el equipo y que no jugarás un minuto mientras él sea capitán. -dijo Nott.

Maravilloso. La vida es maravillosa.

-Y Parkinson quiere hablar contigo, está muy cabreada. -terminó diciendo Nott

Se me había olvidado por completo que le debo 500 galeones (5.000 euros/5.000 dolares aproximadamente) por el dinero que me prestó en la fiesta. 

Sin dinero y con deudas, repudiado, odiado por mi hermano, traicionado por Violet Potter y sin posibilidad de jugar a quidditch. Mmm, podría ser peor. Todo esto tiene remedio. Podría ser un sangresucia y eso sí no tiene remedio.

-Voy a salir afuera que me estoy agobiando de tantas malas noticias. -dije y me llevo la snitch conmigo.

Salgo afuera al patio y respiro profundamente mientras me paso la snitch de mano a mano. Miradas de desprecio y cuchicheos se originan a mi alrededor. Pero no sólo por parte de Slytherin. Ahora me odia todo el mundo. El haber sido un abusón no se olvida por el resto de casas. Que me hayan dejado de lado los de Slytherin no hace sino acrecentar el desprecio del resto públicamente. Han dejado de temerme. Estoy sólo y ellos lo saben. 

Pasan los días y la situación no mejora. Me he vuelto insignificante, ya no tengo influencia alguna. Parkinson me ha exigido que le devuelva el dinero. Que soy un mentiroso y un mal hermano por dejar que Draco se vaya con una sangresucia. Le digo que en Navidad le pagaré cuando me den la paga mis padres cuando vuelva a la mansión Malfoy. Es una mentira como una casa de grande. El grifo lo tengo cortado y el único regalo que espero recibir cuando vea a padre es un palizón.

Por otro lado, no nos hemos vuelto a hablar Draco y yo. Por extraño que resulte, no le guardo rencor. Fui yo el que le dijo que debía elegir, simplemente ha escogido lo que yo no creí que nunca elegiría.  He comprendido que la culpa de todo esto no es de Draco. Ni siquiera es culpa de la sangresucia. La culpa es mía y sólo mía. Subestimé los sentimientos de Draco hacia sus amigos de Gryffindor. Debí haberme mordido la lengua ese día. A pesar que es un paria en nuestra casa, hacía tiempo que no le veía tan feliz. 

Pero aunque no le guarde rencor, no me siento con fuerzas para hablar con él. Antes tengo que pensar en un plan para solucionar esto. Cada vez que le veo, se me hace un nudo en el estómago al saber que cuando volvamos a casa padre no será gentil con él.

Sé que hay un modo de recuperar mi corona, de evitar el castigo de Draco, de pagar mi deuda y de ser titular en el equipo de quidditch. Tiene que haberlo, el problema es que aún no he descubierto el modo. Piensa Taurus. Piensa como si tu vida dependiera de ello.