14.-Violet 02

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Desde el acontecimiento del cerbero, Hermione y yo nos convertimos en amigas. El día siguiente a Halloween, Hermione me dijo que se hizo amiga de mi hermano y de Ron. Supongo que le salvaran la vida tuvo algo que ver. Por tanto, en las comidas, en las cenas y en los descansos nos juntábamos Harry, Hermione, Ron y yo. No consideraba a Ron un amigo como a Hermione, pero era gracioso y al menos no me trataba mal como mis compañeros de casa.

El comportamiento que tenían Taurus y sus amigos hacia nosotros rozaba el bullying desde que descubrió que mi hermano había sido seleccionado para jugar a quiddich. Empujones mal intencionados, burlas, insultos, incluso alguna zancadilla que otra. Draco era el único tolerable, incluso en alguna ocasión pillé discutiendo con su hermano por el trato que nos estaba dando. 

No me gustaría estar en la posición de Draco. Amistad por un lado, casa sangre y familia por el otro. Sabía que se llevaba bien con Hermione aunque no hablaran en público. Las miradas cómplices que se hacían cuando pensaban que nadie los estaban observando los delataban- No me sorprendió descubrir que también había ayudado a Hermione con el troll, aunque me pidió que no se lo dijera a nadie de Slytherin. ¿Y a quién creía que se lo iba a decir? Solo me dirigían la palabra para burlarse de mí o para menospreciarme.

En fin...Suspiro. Hoy es el primer partido de quiddich, como buena traidora a la casa Slytherin, que es la forma en que se refiere Taurus a mi persona, me sentaré con Hermione y Ron a pesar que los de Gryffindor juegan contra Slytherin.

Está siendo un día bastante malo, Snape le ha quitado un libro a Harry que le había regalado Hermione sobre quiddich y he recibido un escupitajo de Crabbe en la mejilla. No es nada en comparación o lo que me hacía mi primo, pero aún así me molesta.

 -Me pregunto qué le pasa en la pierna. -comentó mi hermano ante la cojera de Snape

—No sé, pero espero que le duela mucho —dijo Ron con amargura.

-Le pediré a Snape que me devuelva el libro- dijo Harry viendo que se metía en la sala de profesores

—Yo no lo haría —dijimos al mismo tiempo, 

Pero Harry pensaba que Snape no se iba a negar, si había otros profesores presentes. Así que no le hicimos cambiar de opinión.

-Te acompaño. Soy de Slytherin, igual tienes más suerte si vas conmigo


Bajamos a la sala de profesores y llamó Harry a la puerta. No hubo respuesta. Llamó otra vez. Nada. Empujó un poco la puerta, miramos antes de entrar... y nuestros ojos captaron una escena horrible.

Snape y Filch estaban allí, solos. Snape tenía la túnica levantada por encima de las rodillas. Una de sus piernas estaba magullada y llena de sangre. Filch le estaba alcanzando unas vendas.

—Esa cosa maldita... —decía Snape—. ¿Cómo puede uno vigilar a tres cabezas al mismo tiempo?

Harry intentó cerrar la puerta sin hacer ruido, pero...

—¡POTTER!

El rostro de Snape estaba crispado de furia y dejó caer su túnica rápidamente, para ocultar la pierna herida. Harry y yo tragamos saliva.

—Me preguntaba si me podía devolver mi libro —dijo.

—¡FUERA! ¡FUERA DE AQUÍ!

Nos fuimos rápidamente y subimos corriendo la escalera.

—¿Lo habéis conseguido? —preguntó Ron, cuando nos reunimos con ellos—. ¿Qué ha pasado?

Efecto Mariposa - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora