96.Hermione 25

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Todos los personajes y la historia pertenecen a JK Rowling

POV HERMIONE GRANGER 25

Nos despedimos de Zabini, Nott y las hermanas Greengrass. Cinco minutos después aparecieron bajando las escaleras corriendo Ron y Harry.

—¿Qué ha pasado? ¿Por qué llegáis tan tarde? —preguntó Violet.

—Alguien ha entrado en nuestro cuarto y ha revuelto todo. Hemos tratado de averiguar si habían robado algo. Y lo único que se han llevado es el diario de Tom —dijo Harry, entristecido.

—¿Eso pasó anoche?—preguntó Violet.

—Sí. No pegué ojo, estaba aterrorizado por si el ladrón volvía. —dijo Ron, tragando saliva.

—La contraseña a la sala de Gryffindor la cambiaron anoche. Eso significa ... que sólo puede haber sido alguien de Gryffindor. Nadie más conoce la contraseña. Ni siquiera vosotros. —dije señalando a Draco y Violet.

—En efecto —confirmó Harry.

—Bueno, eso no ha sido lo más extraño que ha pasado hoy. —dijo Violet

—¿A que te refieres? —preguntó Harry.

—En el desayuno, hemos ofrecido a Hermione que se sentara con nosotros en la mesa de Slytherin. Cuando se ha sentado, a Aries no le ha sentado bien y se ha encarado con Draco y Hermione. Taurus le ha ordenado que los dejara tranquilos y ha dicho que la deje en paz. Y luego ha dicho que no se metan con ella mientras siga ayudando a Draco, a Blaise y Theo

—No me lo creo. —dijeron Ron y

—Bueno, sigue llamándola sangre sucia y me ha confirmado después que lo ha hecho por mi y no por ella. Pero, es un primer paso. —reconoció Draco.

Asentí dándole la razón. Sí que era verdad que era un primer paso para evitar la incomodidad que sentía cada vez que pasaba cerca del grupo de Taurus.

—Eso tiene más sentido. Empezaba a sospechar que alguno de vosotros dos le habían suplantado usando la poción multijugos. —dijo Violet sonriendo señalando a Ron y a Harry.

—Violet, Hermione y yo nos vamos a ver el partido de Slytherin contra Hufflepuff. ¿Os venís? —

—Por supuesto, lo siento por vosotros, —dijo Ron mirando a Violet y a Draco. — ... pero espero que pierda Slytherin. Si ganan habrán ganado la Copa. —

Abandonamos el Gran Comedor.  Cuando estábamos en la escalera de mármol un grito por parte de Harry nos detuvo.

—AAAAAHHHH. —gritó Harry.

—¿Qué te pasa, Harry? —preguntó su hermana.

Matar esta vez... Déjame desgarrar... Despedazar...

Harry dio un grito, y Ron y Hermione se separaron de él asustados.

—¡La voz! —dijo Harry, mirando a un lado—. Acabo de oírla de nuevo, ¿vosotros no? —negamos todos. —Oigo palabras sueltas, Matar ... desgarrar .... despedazar....—

Me vino una revelación. Me llevó una mano a la frente, molesta conmigo misma por no haberme dado cuenta antes.

—¡Harry, creo que acabo de comprender algo! ¡Tengo que ir a la biblioteca! —dije

Y me fui corriendo por las escaleras. Oí unas pisadas. Alguien me seguía. Era Draco

—¿Qué haces aquí? ¿No vas a ver a Slytherin? —pregunté.

—Aún quedan 40 minutos para el comienzo del partido. No voy a dejarte sola cuando hay un monstruo suelto que ataca a hijos de muggles. —dijo Draco alcanzándome. Sonreí agradecida.

—Pues hablando del monstruo, creo que sé lo que puede ser. —dije

—¿En serio? ¿Y qué es? —preguntó Draco con curiosidad.

—No estoy del todo segura y por eso voy a comprobarlo en la biblioteca. —dije mientras seguía corriendo. Los pasillos estaban desiertos. Todo Hogwarts estaba en las gradas del estadio de quidditch

Ya en la biblioteca fui directa a los libros de criaturas mágicas. Fui al índice y busqué la información que tenían sobre los basiliscos.

—Mira esto. —dije señalándole la página.

De las muchas bestias pavorosas y monstruos terribles que vagan por nuestra tierra, no hay ninguna más sorprendente ni más letal que el basilisco, conocido como el rey de las serpientes. Esta serpiente, que puede alcanzar un tamaño gigantesco y cuya vida dura varios siglos, nace de un huevo de gallina empollado por un sapo. Sus métodos de matar son de lo más extraordinario, pues además de sus colmillos mortalmente venenosos, el basilisco mata con la mirada, y todos cuantos fijaren su vista en el brillo de sus ojos han de sufrir instantánea muerte. —leyó Draco. —No entiendo, ¿cómo estás segura? —

—Harry oye voces, y es el único que entiende el idioma de las serpientes. No estaba loco. Estaba oyendo al basilisco. Sólo hay una especie de serpiente capaz de vivir más de 500 años que fue cuando Salazar Slytherin creó la Cámara de los Secretos, y esa es el basilisco. —dije convencida arrancando la página del libro..

—Pero si eso es verdad, ahora debería ser enorme. ¿Cómo es que no lo ha visto nadie? —preguntó no convencido Draco. Escribí la palabra cañerías debajo de la nota. —¿Por las cañerías se mueve?—

—Sí. Acabo de acordarme después de mi revelación que Myrtle me contó que murió hace unos 50 años. Eso concuerda con los recuerdos de Tom que nos contó Harry. Por tanto, estoy segura que Myrtle se encontró con el basilisco cuando se movía por las cañerías del baño de chicas del segundo piso —dije

—¿Pero por qué no ha muerto nadie este año? El libro decía que mata instantáneamente, pero sólo ha habido petrificaciones. —dijo Draco.

—El basilisco mata a la gente con la mirada. Pero no ha muerto nadie. Porque ninguno de ellos lo miró directo a los ojos. Colin lo vio a través de su cámara de fotos. El basilisco quemó toda la película que había dentro, pero a Colin sólo lo petrificó. Justin... ¡Justin debe de haber visto al basilisco a través de Nick Casi Decapitado! Nick lo vería perfectamente, pero no podía morir otra vez... Y a Mark Spacey lo encontraron petrificado en el baño de chicos. Debió ver al basilisco a través del espejo. —respondí.

—Primero la gata de Filch, luego Colin Creevey y ahora Mark Spacey —susurró la señora Pomfrey. —¿Qué significa esto?

—¿Y la gata de Filch? —preguntó Draco con interés..

—El agua..., la inundación que venía de los aseos de Myrtle la Llorona. Seguro que la Señora Norris sólo vio el reflejo... —contesté con aire triunfante por descubrir el secreto. —¡Tenemos que advertir a Dumbledore! —

Salimos de la biblioteca a toda prisa, pero cuando estábamos apunto de bajar por las escaleras Draco me detuvo con el brazo.

—¿Oyes eso? —me preguntó Draco nervioso.

Afiné el oído. No escuchaba nada. Cerré los ojos para concentrarme más. Ahora sí que escuchaba algo. Era una especie de .... ¡SISEO!. ¡ERA EL BASILISCO! Rebusqué con las manos temblando mi espejito de cara.

—¡Mira al espejo en todo momento, Draco! —ordené sujetando el espejito con la mano izquierda. 

Con la mano derecha arrugué el papel que había arrancado del libro de las criaturas mágicas y en el que había escrito la palabra Cañerías. Lo último que recuerdo ese día es la espantosa visión de unos grandes ojos amarillos.

Efecto Mariposa - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora