Efecto Mariposa - Dramione

88.Draco 22

Todos los personajes y la historia pertenecen a JK Rowling

POV DRACO MALFOY 22

—¡PETRIFICUS TOTALUS DUO! —dos chispas salieron de la varita de Taurus, impactando una en Ron y otra en Harry. —¡PETRIFICUS TOTALUS DUO! —otras dos chispas salieron esta vez impactando a Violet y a Hermione. —¡INMOBULUS! —una chispa salió en mi dirección golpeándome cuando estaba a punto de sacar su varita. 

Me había quedado en un estado de tetraplejía, sólo podía mover la cabeza. Aunque eso era más movimiento que lo que podían hacer, que se había quedado totalmente petrificados sin poder moverse.

—¿Nunca te habían dicho que calladita estás más guapa, sangre sucia?—dijo Taurus mirando a Hermione que permanecía tumbada. 

—¡Taurus, por favor ...! —supliqué tratando de mover mis extremidades inútilmente.

—¡Cierra la boca, Draco! —dijo Taurus enfurecido dirigiéndose a por mi con la varita en alto. —Te he dejado en un estado para que puedas hablar, pero yo seré el que diga cuando tienes permitido hacerlo. ¡Estoy harto de ti, Draco! ¡No sé quién eres! ¿En qué te has convertido? He intentado comprenderte, me dije a mi mismo que eras las hormonas, un estado de rebeldía. Pero esto ha sido la gota que ha colmado. Por mí puedes decirle a padre que eres amigo de la sangresucia, del elegido y de todas las putas comadrejas que pueblan Hogwarts. Me da igual. ¡Me das igual!. ¡Se suponía que íbamos a ser los reyes, hermano! SIEMPRE JUNTOS —estuvo a punto de soltar unas lágrimas.  —emitió un largo suspiro. 

—Taurus .... —podía sentir como su dolor me alcanzaba. Sus palabras eran como puñaladas.

—¡TE HE DICHO QUE CIERRES LA PUTA BOCA! —rugió Taurus estando a escasos centímetros de mí y con una lágrima asomándose en su ojo izquierdo. —Si supieras todo lo que he hecho por ti ... ¡Lo que sigo haciendo por ti! ¡He arriesgado todo por ti! Si hubiera perdido ese partido de quidditch ahora mismo estaría desheredado o incluso muerto. Me bajaste al infierno y conseguí alzarme de nuevo. ¡Conseguí volver a ser rey! Las miradas de desprecio y lástima las he sustituido por envidia, admiración y terror. Y con eso he hecho que os vuelvan a respetar. —dijo mirándome a mi y a Violet. —¿De verdad creíais que Nott, Zabini y Greengrass o cualquier otro Slytherin se hubieran acercado a vosotros si yo no lo hubiera ordenado? ¡ERAIS UNAS MIERDAS CASI TAN REPUGNANTES COMO LAS SANGRE SUCIAS! Te he sacado del fango y de paso a tu amiguita del alma. ¿Y me lo pagas así? ¿Cuántas veces tengo que ver como me desprecias para defender a esa mierda de sangre sucia? Me dije a mi mismo que tenía que aguantar carros y carretas para protegerte. Al fin y al cabo eres mi hermano pequeño. Eres mi responsabilidad. Pero me equivoqué .... Mi hermano murió el día en que viste a esa sangre sucia en el tren de primero. Lo que estoy viendo es una copia mal hecha de Draco. —dijo con una mueca de asco.

Se me hizo un nudo en el estómago. Me costaba respirar. El dolor que sentí al transformarme en Zabini no era nada en comparación al dolor que estaba sintiendo ahora.

—Taurus ... —dije con la voz rota.

—Llama a Dobby. —dijo Taurus limpiándose con el dorso de la mano sus lágrimas.

—¿Eh? —dije sin preguntar.

—¡Acaso te has vuelto sordo! ¡Llama al puto elfo! —dijo enfadándose.

—No. —dije sin pestañear. No quería que recibiera ningún daño por parte de Taurus.

—¡Ahora que tienes que hablar no lo haces! He usado el hechizo Inmobulus en ti en lugar del Petrificus Totalus para que llames a esa rata. Yo no le caigo bien y no responde a mis llamados. Así que hazlo. —dijo Taurus.

—Te he dicho que no lo voy a hacer. —respondí.

—Grrr. —gruñó Taurus. —Lo harás. —sin dejar de mirarme apuntó con la varita a Hermione.

—¡Por favor, Taurus! ¡Yo he sido el que te ha hecho daño, págalo conmigo no con ella! —supliqué con lágrimas amenazando salir.

—Hazlo. —dijo con un tono amenazante Taurus.

—¡Por favor, no lo hagas! —no quería que le pasar nada malo a Hermione, pero tampoco podía permitir que Dobby experimentara la ira de Taurus.

—¡DENSAUGEO! —Taurus hechizó a Hermione. Los dos incisivos superiores crecían a una velocidad alarmante. Se parecía más y más a un castor conforme los dientes alargados pasaban el labio inferior hacia la barbilla. Si Hermione pudiera hablar estaría gritando de terror.

—¡DETENTE! —le grité medio asustado y medio enfurecido con Taurus.

—Hazlo. —volvió apuntar a Hermione. —No seré tan amable con mi siguiente hechizo.

Me mordí el labio con fuerza, provocando que sangrara en el labio inferior.

—¡Vale, vale! ¡Pero por favor, prométeme que no le harás daño a Dobby!

—¡Yo no te tengo que prometer una mierda!. ¡Tú también prometiste que siempre estaríamos juntos y mira en la situación que estamos! —dijo elevando el tono de voz. —¡Llama al puto elfo de una vez si no quieres ver como la dejo calva!

—¡Dobby ven! —grité

No podía permitir que siguiera sufriendo Hermione. Me importaba mucho más que Dobby. Polvo amarillo empezó a aparecer y de ahí una figura surgió. Era Dobby.

—¡Señorito Draco, que ocurre! —dijo extrañado Dobby. Luego se dio cuenta de la situación de la habitación. Cuatro cuerpos tumbados en estado de petrificación incluyendo a Harry Potter. —¡Harry Potter! ¿Qué hace con el señorito Draco y ahí tumbado? —preguntó asustado acercándose a él, pero un golpe en el estómago por parte de Taurus que hizo que se le cortara la respiración lo detuvo.

A pesar que Taurus seguía siendo un niño de 13 años, al lado de Dobby parecía un gigante. Los 0,90 centímetros y los 15 kilos del elfo no eran nada en comparación con los 1,58 metros y los 50 kilogramos de Taurus.

—Así que es verdad, conoces al cuatro ojos. Puta rata traidora. ¡Cómo te atreves a decir a extraños lo que pasa en casa! —dijo golpeándolo de nuevo con el pie en la cara.

—¡Déjalo en paz! —grité sin poder reprimir las lágrimas.

—¡Cierra el pico, esto es entre la rata traidora y yo! —me ordenó Taurus. —¡SILENZIO! —dirigió la varita contra mi, la chispa que salió me impactó en la boca quedándome mudo.

—Mmmmmmmm —traté de hablar pero no podía articular

—Mi señor, lo siento. ¡Dobby ha sido malo!. ¡Dobby malo!. —empezó a golpearse contra el suelo y a sollozar.

—¡Crees que con eso es suficiente, Dobby! —lo cogió del cuello con una mano medio asfixiándole en el proceso. —¡Eres una deshonra, Dobby! ¡Cuando padre se entere de tu insolencia y que vas contando chismes desearás no haber abierto tu asquerosa boca! —

—Aaggg—gimió Dobby sin apenas poder respirar. 

—MMMMMMMMMMM—traté inútilmente de hacerme oír, sacudí mi cabeza como la niña del exorcista para tratar de deshacer a la fuerza el hechizo. No lo logró pero hizo que Taurus dejara de prestar atención al elfo para concentrarse en mi.

—Draco, si tu antiguo yo pudiera verte en este momento ...... vomitaría del asco que sentiría. ¿Estás llorando por un elfo? —preguntó asqueado soltando bruscamente a Dobby y lanzándolo a una pared de la sala. —Eso es una cosa, Draco. Una cosa de nuestra propiedad que está defectuosa. Es lo mismo que un reloj que ya no sabe dar ni la hora. ¿Te pondrías así si tiro el reloj a la basura? ¡Pues esto es lo mismo! ¿Tanto te ha cambiado esa sangre sucia? —preguntó indignado.

—MMMMMMMMMM—de nuevo el conjuro me impedía replicarle.