24.-Draco 07

159 37 0
                                    

A la mañana siguiente, nos llegaron notas para Violet y para mi, en la mesa del desayuno. Eran iguales.

Vuestro castigo tendrá lugar a las once de la noche. El señor Filch os espera en el vestíbulo de entrada.

Prof. M. McGonagall

Por Merlín. Se me había olvidado el castigo. Eché una mirada al fondo donde se sentaban Hermione, Weasley y Harry. Viendo su reacción imagino que han recibido la misma nota que nosotros. Mis pensamientos fueron interrumpidos con un golpe en el hombro por parte de mi hermano. Nos habíamos reconciliado. Que ayer nos salvara el culo a todos tuvo algo que ver.

-¿Qué significa esto Draco? -me preguntó mi hermano enseñándome la nota de Mcgonagall.

-Mmmm, verás cuando te dije que Mcgonagall nos había quitado 50 puntos a cada uno se me olvidó comentarte el pequeño detalle que también nos había castigado. -le dije avergonzado.

-¿Pequeño detalle? ¿Y en qué consiste el castigo? -me interrogó Taurus

-Ni idea. -le contesté. 

Vi como mi hermano trataba de averiguar si le estaba diciendo la verdad o le estaba mintiendo.

-Es cierto. Mcgonagall solo nos dijo que nos iba castigar, pero no qué castigo era. -habló Violet. Por lo visto Violet también interpretó lo mismo que yo en el rostro de Taurus.

Acto seguido apretó los dientes y se levantó de la mesa.

-¿A dónde vas? -le pregunté.

-A solucionar esto. -no me dio tiempo a preguntar más ya qué se marchó del comedor dando grandes zancadas.

-¿Qué crees que significa cuando dice solucionar? -me preguntó arqueando una ceja.

-Conociendo a mi hermano. -emití un suspiro. -Cualquier cosa.

No vi a mi hermano en todo el día. A las once de la noche, Violet y yo nos despedimos de Zabini, de Nott y de Pansy en la sala común y bajamos al vestíbulo de entrada con Hermione, Weasley y Harry. Filch ya estaba allí y también ...  Taurus. 

-¿Qué haces aquí?. -le cuestioné.

-Snape me ha castigado. Me he chocado contra él sin querer en el pasillo. -dijo despreocupadamente

¿Era esto su forma de solucionar esto?

—Seguidme —dijo Filch, encendiendo un farol y conduciéndolos hacia fuera—. Seguro que os lo pensaréis dos veces antes de faltar a otra regla de la escuela, ¿verdad? —dijo, mirándolos con aire burlón—. Oh, sí... trabajo duro y dolor son los mejores maestros, si queréis mi opinión... 

-Es una suerte que nadie haya pedido tu opinión squib. -le interrumpió de forma fría Taurus.

Filch se quedó callado. Por lo visto aún tenía muy en mente la amenaza que le soltó el día del duelo cuando le pilló. Marchamos cruzando el oscuro parque. Me pregunté cuál sería el castigo que nos esperaba. Debía de ser algo verdaderamente horrible ya que Filch estaba muy contento a pesar de la ruda contestación de Taurus.

Me di cuenta que nos estábamos acercando a la cabaña del guardabosques

—¿Eres tú, Filch? Date prisa, quiero empezar de una vez. -era la voz de Hagrid

Todos, salvo Taurus, emitimos un suspiro de alivio. No podría ser un castigo tan duro si era con Hagrid.

—No os pongáis tan contento. Es al bosque adonde iréis y no creo que volváis todos enteros.

Al oír aquello, Taurus se detuvo de golpe.

—¿El bosque prohibido? —repitió—. ¿Será una broma?.

—Que tenga una buena noche Sr. Malfoy —dijo Filch, con voz radiante y maliciosa. - Volveré al amanecer —dijo Filch— para recoger lo que quede de vosotros. -Acto seguido volvió sobre sus pasos al castillo.

Hagrid se acercó hacia nosotros, con su perro Fang pegado a los talones. Llevaba una gran ballesta y un carcaj con flechas en la espalda.

—Menos mal —dijo—. Estoy esperando hace media hora. ¿Todo bien, Harry, Hermione, Ron, Draco, Violet?

Entonces Taurus se volvió hacia Hagrid.

—Mi hermano y yo no iremos a ese bosque —dijo. Noté furia en su voz

—Lo haréis, si queréis quedaros en Hogwarts —dijo Hagrid con severidad—. Hicisteis algo mal y ahora lo vais a pagar.

—Serás cretino, ¡si fue tu culpa por la que estamos metidos en este lío! -le contestó Taurus señalándole con el dedo.

—Es cierto, por eso yo os acompaño. Si crees que tu padre prefiere que os expulsen, entonces volved al castillo . ¡Iros!

Malfoy no se movió. Miró con ira a Hagrid y apretó los puños, pero no dijo nada. Es cierto que fue culpa en parte de Hagrid, pero debimos saber que ese día se nos había hecho muy tarde.

—Bien, entonces —dijo Hagrid—. Escuchad con cuidado, porque lo que vamos a hacer esta noche es peligroso y no quiero que ninguno se arriesgue. Seguidme por aquí, un momento.

Nos condujo hasta el límite del bosque. Levantando su farol.

—Mirad allí —dijo Hagrid—. ¿Veis eso que brilla en la tierra? ¿Eso plateado? Es sangre de unicornio. Hay por aquí un unicornio que ha sido malherido por alguien. Es la segunda vez en una semana. Encontré uno muerto el último miércoles. Vamos a tratar de encontrar a ese pobrecito herido. Tal vez tengamos que evitar que siga sufriendo.

—¿Y qué sucede si el que hirió al unicornio nos encuentra a nosotros primero? —dijo Taurus cada vez más cabreado.

Yo me estaba concentrando en ocultar mi miedo. No quería quedar como un cobarde delante de Hermione.

—No hay ningún ser en el bosque que os pueda herir si estáis conmigo o con Fang —dijo Hagrid—. Y seguid el sendero. Ahora vamos a dividirnos en dos equipos y seguiremos la huella en distintas direcciones. Hay sangre por todo el lugar, debieron herirlo ayer por la noche, por lo menos.

—Yo voy con mi hermano —dijo rápidamente Taurus. -No es negociable medio gigante.

-Y yo con Violet. -dijo Harry aunque algo asustado.

Suspiré aliviado. Temía que si no tenía a Taurus cerca me meara en los pantalones del miedo. 

—Muy bien —dijo Hagrid—. Entonces yo, Harry, Violet y Ron iremos por un lado y Draco, Taurus, Hermione y Fang, por el otro. Si alguno encuentra al unicornio, debe enviar chispas verdes, ¿de acuerdo? Sacad vuestras varitas y practicad ahora... está bien... Y si alguno tiene problemas, las chispas serán rojas y nos reuniremos todos... así que tened cuidado... en marcha.

Después de andar un poco, vimos que el sendero se bifurcaba. Harry, Violet, Ron y Hagrid fueron hacia la izquierda y Taurus,  Hermione, Fang y yo nos dirigimos a la derecha.

Efecto Mariposa - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora