140.Taurus 36

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Todos los personajes y la historia pertenecen a JK Rowling

POV TAURUS MALFOY 36

Abrí los ojos algo mareado. Me incorporé de la cama y me percaté que no estaba en mi cuarto, me encontraba en la enfermería.  ¿Ein? No recordaba haber ido a la enfermería este año. 

—Uff. —emití un lastimoso suspiro. La espalda y el brazo me dolían horrores.

Reparé en mi cuerpo, estaba vestido con el pijama que se le da a los pacientes. Luego vi que tenía el brazo en cabestrillo. Ahí fue el momento cuando recordé lo que había sucedido. El hipogrifo me atravesó el brazo con su pico, me clavó sus garras en mi espalda y caí inconsciente. Eso lo explicaba todo.

Hice un rápido vistazo a la enfermería. No había rastro de nadie. Estaba completamente solo. Aún estaba bastante cansado y adolorido, así que decidí tumbarme en la cama. Un minuto más tarde, la puerta de la enfermería se abrió y de ella surgió la señora Pomfrey. Me miró unos segundos y luego se fue por donde vino.

Mmm, que extraño ... Creía que se quedaría para preguntarme al menos como me encontraba. Instantes después la puerta volvió a abrirse. Pero esta vez no era la señora Pomfrey la persona que entraba, era mi viejo y temible enemigo. El director Albus Dumbledore.

Por acto reflejo, recordé mi entrenamiento en oclumancia y mantuve mi mente en guardia. No iba a permitir que el viejo loco me volviera a leer la mente.

—Taurus, le he pedido a la señora Pomfrey que me avisara cuando te levantaras. ¿Puedo sentarme a tu lado, Taurus? —dijo con aparente amabilidad el director.

—Estamos en un país libre ... —dije concentrándome en mis defensas mentales. 

Spider me recomendó que evitara el contacto visual con Dumbledore, pero mi orgullo me impedía rehuir. Así que le observé directamente a los ojos, fijándome hasta el más mínimo movimiento de Dumbledore que me indicara que volvía a usar la legeremancia. A decir verdad, esperaba que intentara volver a atacarme mentalmente, quería descubrir si era capaz de repelerlo. 

—Lo tomaré como un sí. —dijo el director sentándose al pie de mi cama y observándome.

—¿Te dedicas a visitar a todos los alumnos que pasan por la enfermería? —pregunté .

—No a todos. Sólo a mis alumnos preferidos. —respondió Dumbledore acompañado de una sonrisa falsa. Sabía que era una sonrisa falsa porque sus ojos no le acompañaban en la sonrisa.

—Qué honrado me siento, Dumbledore. —dije sarcásticamente. —¿Has venido a saludar solamente?—

—No. Venía a preguntarte si recuerdas algo de lo que pasó. —dijo Dumbledore.

—Estoy seguro que ya lo sabes, Dumbledore. —respondí frunciendo el ceño.

—Ya me han contado los hechos acontecidos en clase de Hagrid. Pero quería escucharlo también de tu boca. —añadió el director.

—No hay mucho que contar. Parkinson hizo una estupidez y yo traté de evitar una tragedia. —

—Muy heroico de tu parte.—añadió el director.

—Ya sabes lo que dicen, no todos los héroes llevan capa.—respondí con altanería.

—Pues no lo había escuchado nunca.—dijo Dumbledore.

—Es un dicho muggle. Mayormente son unos mierdas, pero tienen algunas frases e ideas dignas de admirar.—argumenté con mi característica sonrisa ladina.

—Está siendo una muy agradable conversación, pero iré directamente al grano. ¿Quieres denunciar a Hagrid, al colegio o al hipogrifo por lo sucedido?—preguntó con el rostro impasible Dumbledore.

Efecto Mariposa - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora