Efecto Mariposa - Dramione

104.Violet 18

Todos los personajes y la historia pertenecen a JK Rowling

POV VIOLET POTTER 18

Llegamos Taurus y yo sin problemas al cuarto de baño de Myrtle la Llorona sin encontrarnos con ningún profesor. Ahí estaban Lockhart, Ron, Harry y Myrtle.

—Al final has venido .... —dijo Harry mirando a Taurus. —No me lo esperaba.

—Dale las gracias a tu hermana. Cuando quiere puede ser muy persuasiva. —rodé los ojos. —¿Habéis pedido ayuda a este inútil?—dijo Taurus molesto. —Cuando me dijiste que fuiste a clase de mis padres, podrías haberme dicho también que eras un marginado y un torpe, así podría haberte tratado como la mierda que eres. Y yo conteniéndome por pensar que eras amigo de mis padres. Apartaos de él que voy a mandarlo a dormir. —dijo Taurus alzando la varita contra él. Éste se protegió poniendo a Harry delante suyo.

—Créeme que soy el primero que tengo ganas de darle un puñetazo, resulta que es un fraude y no hizo nada de lo que presume en sus libros. Esas hazañas las realizaron otros magos. Pero aún así, es posible que nos sirva más adelante, así que se viene con nosotros. —dijo Harry.

Me quedé anonadada. Siempre creí que Lockhart era un fanfarrón exagerando sus logros, no me esperaba que fuera un total fraude.

—Tú mismo lo has dicho. Es un fraude. ¿De qué nos puede servir?—dijo Taurus aún con la varita alzada.

—Puesss.... —se quedó pensativo Harry.

—Siempre nos puede servir de cebo. —dijo Ron.

—Mmmm. —Taurus bajó la varita. —Tienes razón, comadreja. ¿Y bien? ¿Dónde está la entrada? —preguntó Taurus mirando alrededor del baño.

—Myrtle nos acaba de decir que vio los ojos amarillos del basilisco ahí. —dijo Ron señalando al lavabo que estaba a nuestra izquierda. —Hay una serpiente grabada al lado de uno de los grifos. Creemos que esa es la entrada. Pero no sabemos como abrir la entrada. —

—Habla en pársel, cuatro ojos. —dijo Taurus examinando la serpiente grabada.

—¿Y qué digo? —preguntó Harry.

—No sé, qué tal ... ¡Abre la puerta puerta, por favor! o algo por el estilo. —dijo sarcásticamente Taurus.

—No seas tan brusco, Taurus. Y menos con mi hermano. —le reprendí.

—Estoy muy cabreado de tener que aguantar ver el careto de este inútil durante el rescate de la comadrejita —respondió Taurus señalando a Lockhart. —Así que disculpame si mi lenguaje le parece ofensivo, su majestad. —dijo Taurus fingiendo una reverencia.

Volví a rodar. Cuando se lo proponía, Taurus podía ser muy cretino.

—¡ÁBRETE! —gritó Harry.

—¡Lo has dicho en español, subnormal! —se quejó Taurus. Harry y yo dedicamos una mirada furibunda a Taurus.

—¡Sishlaw! —siseó Harry con un extraño silbido. Esta vez lo dijo con el idioma de las serpientes.

 El grifo brilló con una luz blanca y comenzó a girar. Al cabo de un segundo, el lavabo empezó a moverse. El lavabo, de hecho, se hundió, desapareció, dejando a la vista una tubería grande, lo bastante ancha para meter un hombre dentro. Nos asomamos los cinco a la apertura de la tubería. No se veía el final, parecía un tobogán interminable. Ron exhaló un grito ahogado.

—Bien, creo que ya no os hago falta —dijo Lockhart, —. Así que me...—detuvo su frase al ver como Taurus le apuntaba con su varita.

—No te puedes ir ahora. Es tu momento para brillar. —dijo Taurus con una sonrisa siniestra. —Sé un buen cebo y dinos si es seguro caer por ahí.