99.Taurus 23

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Todos los personajes y la historia pertenecen a JK Rowling

POV TAURUS MALFOY 23

Me quedé toda la tarde sentado al lado de la cama de Draco. ¿Cómo he podido ser tan ingenuo? Sabía que la mini comadreja era la causante de esto. Si la hubiera interrogado, sabría que monstruo se guarda en la Cámara y cómo se entra en ella. Poseería de la munición suficiente como para primero echar a Dumbledore por su incompetencia y para luego ser un héroe derrotando al monstruo.

Pero no, decidí no hacer nada. Al saber que mi padre estaba implicado y que no me contó nada, no quería chafarle sus planes. Así que no hice absolutamente nada. Nada. Lo único que he hecho este tiempo es fabricar mi red de apuestas a través de Aries y Aquarius. ¿Pero de qué me sirve mi poder, mis influencias y mi dinero ahora?

 Y ahora han atacado a Draco por mi culpa. Ingenuo de mí, pensé que aunque no hiciera nada, lo único que sucedería sería que hubieran más ataques a los sangre sucias. ¡Seré estúpido!. Draco y esa sangre sucia están todo el día pegados, es obvio que si el monstruo decidiera atacar a Granger también atacaría a cualquiera que estuviera cerca.

Vi como Padre había entrado a la enfermería.

—Quiero hablar con Taurus a solas. —exigió Padre a la señora Pomfrey. La enfermera le hizo caso y se marchó. Padre usó un hechizo de insonorización en toda la enfermería para que nadie escuchara. —¿Qué demonios hacía Draco con esa sangre sucia? —quiso saber Padre enfurecido.

—Estudiar juntos. —dije sin emoción alguno.

—¿Estudiar juntos? ¡Te dije que no quería verlo cerca de esa sangre sucia nunca más! ¿Por qué no me mandaste ninguna carta diciendo que estaba estudiando con una sangre sucia?—dijo Padre apunto de golpearme. Se lo pensó al reflexionar que me dejaría marca y sería difícil explicarlo cuando entrara la señora Pomfrey.

—Sus notas están mejorando gracias a ella. Además, Zabini, Nott y Greengrass también estudian con ellos. No me pareció importante contártelo. —dije empezando a enfurecerme.

—¿Qué no te pareció importante ....? —dijo mordiéndose el labio Padre. —¡Esto es culpa tuya, Taurus! —dijo señalándome con el bastón.

La rabia, la impotencia y la frustración que sentía conmigo mismo salieron a la luz.

—¿Qué esto es culpa mía? ¡No me hagas reír! ¡Esto es tu culpa, Padre! Lo sé todo, Padre. Sé que eres el responsable de que se abriera la Cámara de los Secretos. —dije gritándole aunque en el fondo sabía que la culpa era mía. —¡Tú has hecho esto a Draco! ¡No yo! —la cara de Padre reflejó absoluta sorpresa. Pero en seguida se recompuso

—Primero, no me hables en ese tono, jovencito. Segundo, ¿cómo lo sabes? —preguntó Padre.

—Vi como le entregabas a Ginny Weasley un cuaderno. Al principio no le di la mayor importancia, pero luego fui atando cabos por la extraña actitud de la mini comadreja. ¿Por qué no me contaste nada, Padre? —dije dolido.

—El Ministerio me sigue de cerca. No podía cometer riesgos. Cuantas menos personas lo supieran, mejor. Bueno, lo importante es que todo ha salido bien. He conseguido que despidan a Dumbledore y los sangre sucias se lo pensarán dos veces antes de decidir venir a este colegio —dijo Padre con una sonrisa triunfante.

—Pero Draco ... —dije con la voz entrecortada.

—Draco se pondrá bien, recibirá en breve la poción de mandragora y se curará. —dijo Padre.

—Pero la mini comadreja y el monstruo siguen sueltos ... —dije indignado. Quería venganza.

—El traidor a la sangre de Arthur Weasley recibirá su merecido cuando haga saber que ha sido su hija la que ha abierto la Cámara de los Secretos. Seguro que lo despiden y recibe una gran multa. —dijo con expresión maliciosa. —Ahora no hagas ninguna estupidez, mantén la boca cerrada y deja que yo me encargue de todo. —

Efecto Mariposa - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora