25.Hermione 07

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Me interné en el corazón del bosque, con Draco, Taurus y Fang siguiendo el rastro de sangre plateada del unicornio. Draco llevaba una linterna.

-¿Qué haces Draco?. -le preguntó su hermano Taurus.

-¿A qué te refieres?. -le contestó Draco con otra pregunta.

-La linterna. Es una herramienta muggle y de squibs, déjala y usemos el conjuro lumos. -replicó Taurus.

Draco parecía dudar, pero la mirada penetrante de su hermano hizo que bajara la linterna. La cogí yo en su lugar. Taurus me observó arqueando una ceja.

-No sabemos cuanto tiempo vamos a estar fuera. Sería imprudente usar magia cuando no es necesario. Eso nos agotaría tanto física como mentalmente. Yo llevaré la linterna. -dije seriamente.

Ví como Taurus fruncía el ceño y apretaba las manos con rabia.

-Tch. -masculló el pelinegro. -En marcha.. -se dio la vuelta y encabezó la comitiva.

Anduvimos cerca de media hora, internándonos cada vez más profundamente, hasta que el sendero se volvió casi imposible de seguir, porque los árboles eran muy gruesos. Me fijé en una mancha que había en la raíz de un árbol, parecía más espesa. Enfoqué con la linterna a un punto cercano, había algo con un color blanco brillante que relucía en la tierra.

—Mirad... —murmuré, levantando un brazo para detener a los hermanos Malfoy.

Nos acercamos al bulto blanco brillante. Sí, era el unicornio y estaba muerto. Nunca había visto nada tan hermoso y tan triste. 

-El unicornio...-dijo Taurus con algo de preocupación. 

Draco y yo lanzamos chispas verdes al aire como nos había pedido Hagrid en caso  de que viéramos al unicornio.

-Quedaos aquí, voy a comprobar si está muerto. -nos ordenó Taurus.

Draco y yo asentimos, estábamos muertos de miedo. ¿Qué o quién podría hacer tal cosa a una criatura tan majestuosa?Taurus había dado un paso hacia el unicornio, cuando un sonido de algo que se deslizaba lo hizo congelarse en donde estaba. Un arbusto que estaba en el borde del claro se agitó. Entonces, de entre las sombras, una figura encapuchada se acercó gateando, como una bestia al acecho. Taurus, Draco, Fang y yo permanecimos paralizados. La figura encapuchada llegó hasta el unicornio, bajó la cabeza sobre la herida del animal y comenzó a beber su sangre.

—¡AAAAAAAAAAAAAH! -gritamos a la vez Draco y yo mientras nos abrazábamos muertos de terror.

Fang, el muy cobarde, huyó despavorido. La figura encapuchada levantó la cabeza y nos miró directamente . La sangre del unicornio le chorreaba por el pecho. Se puso de pie y se acercó rápidamente hacia Taurus... Éste, que estaba paralizado de miedo, reaccionó y levantó la varita.

-¡INCENDIO!. -de la varita de Taurus salió una llamarada en dirección al suelo.

Gracias a la hojarasca y a la cantidad de ramas que había en tierra un muro de fuego se interponía entre la criatura y Taurus. La criatura se alejó del lugar gateando, no sin antes dedicarle una última mirada a Taurus.

-Por Merlín. -emití un suspiro de alivio al ver que la criatura se había alejado.

Me solté de los brazos de Draco algo avergonzada. El fuego se iba propagando poco a poco. Volví a tener miedo. Me acerqué a Taurus que se hallaba con la mirada perdida.

 -¡Tenemos que apagar el fuego! ¡A este paso solo quedará cenizas del bosque prohibido! -grité cogiéndole de la túnica al mayor de los Malfoy.

Éste me quitó el brazo bruscamente.

-Esa cosa parece que tiene miedo del fuego. No pienso hacer una mierda hasta estar seguro que no está cerca de nosotros. -se acercó rápidamente a Draco. -¿Estás bien hermanito?. -le preguntó mientras posaba sus manos en los hombros del rubio.

-Sí, gracias Taurus. Her....digo Granger tiene razón. Tenemos que apagar el fuego. Si no nos apuramos, será demasiado tarde y nos podrían expulsar. Esa cosa se habrá largado ya. El cadáver del unicornio está chamuscado, ya no podrá beber su sangre. -dijo Draco algo asustado

-Tch. -hizo una mueca Taurus. -Quédate con mi hermano, Granger. Mientras, voy a extinguir el incendio y rezar para no que no aparezca de nuevo esa criatura. 

Levantó la varita.

-¡AQUA...! -se quedó callado de golpe al escuchar pisadas de ¿caballos?. -¿Qué demonios?

De la oscuridad salieron tres criaturas mágicas, de cintura para abajo caballo, de cintura para arriba humano.

-Centauros...-dije maravillada y con una sonrisa.

Mi alegría no duró mucho ya que vi que uno de ellos cogía del cuello con una mano a Taurus y lo elevaba en el aire, mientras que con la otra sostenía un arco. Éste soltó la varita y trataba de soltarse del agarre con ambas manos y dando patadas. ¡Lo estaba asfixiando!

-¡SOLTAD A MI HERMANO! -chilló Draco mientras lo amenazaba con la varita dirigida en su dirección.

Los otros dos centauros nos apuntaron con su arcos en respuesta de aquella amenaza. Me acerqué a Draco para tranquilizarle he hice que bajara la varita.

-Pequeño mocoso pirómano. -dijo el centauro que tenía sujeto a Taurus por el cuello. -¿Por qué quemas nuestro bosque?.

-Grrrrr. -fue la respuesta del pelinegro.

Taurus no podía hablar solo emitir gruñidos por el agarre del centauro. Su cara se iba tornando roja.

-¡Lo ha hecho para salvarnos! -sollocé. -¡Por favor, soltadlo! Lo vas a matar.

El centauro me hizo caso y soltó bruscamente a Taurus. Éste empezó a toser bruscamente mientras se retorcía en el suelo.

-Explícate. -me ordenó el centauro. Tenía ojos asombrosamente azules, como pálidos zafiros.

-Estábamos siguiendo el rastro de un unicornio herido y hemos encontrado su cadáver. Entonces apareció una criatura fantasmagórica que se estaba bebiendo su sangre y cuando se percató de nuestra presencia se acercó a nosotros. Así que Taurus lanzó el hechizo incendius para impedir que se acercara más. Ahora mismo iba a apagar el incendio cuando le has interrumpido cogiéndole del cuello -hablé entrecortadamente. 

Empecé a tomar aire para recuperarme de la fatiga. Cuando estoy nerviosa hablo rápido. Y ahora mismo estoy muy nerviosa. No estoy muy segura si ha entendido una palabra de lo que he dicho.


Efecto Mariposa - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora