Efecto Mariposa - Dramione

23.-Violet 03

Estamos todos los de Slytherin en la casa común para tratar el asunto de la pérdida de los 100 puntos. Marcus Flynt quiere una caza de brujas, nunca mejor dicho.

-Quiero saber quien es el cretino o los cretinos que nos han hecho perder tantos puntos. Y más vale que el culpable salga por su propio pie, porque como tenga que ponerme a jugar a ser el detective no seré tan misericordioso. -dijo Flynt arrastrando las palabras.

Una multitud de murmullos se extiende por toda la sala. Genial, aún no le hemos dicho a Taurus que estamos de acuerdo con su plan y ya se está montando un pollo . Y hablando de Taurus. Se acerca a Draco y a mi sigilosamente.

-¿Y bien hermanito? -le dice en un susurro a Draco. -¿Ya lo has hablado con tus amiguitos?

-Estamos de acuerdo. -le decimos a la vez.

-Genial. -responde con una sonrisa de lado. -It is Show Time.- coge la varita y se la dirige a su garganta. -Sonorus. -se aplica a sí mismo el encantamiento amplificador de la voz

Es el mismo hechizo que realizó Dumbledore después de que Quirrel se desmayara para avisar que había un troll en las mazmorras. ¿Desde cuándo sabe usar un encantamiento tan avanzado? 

Veo que se aproxima a una mesa y se pone de pie en ella. Los murmullos y susurros se acaban de inmediato. Un enorme silencio reina en la sala. Todo alumno de Slytherin observa con atención a Taurus.

-¡Compañeros y compañeras de Slytherin! -comienza hablando Taurus con su voz amplificada mientras camina por toda la mesa. -Os he de confesar algo. La culpa es mía. -dice poniéndose la mano en el pecho. 

Vuelven los murmullos. 

-¡Pero antes de que me linchéis ! -gracias al encantamiento Sonorus no necesita gritar para hacer que todo el mundo se calle de nuevo. -Tenéis que conocer toda la historia. Después de que perdiéramos la copa quiddich ... ¡Esos cerdos de Gryffindor! Burlándose de nosotros como si fuéramos inferiores. -hizo una pausa dramática. -La ira crecía en mi interior- dijo mientras se tocaba el estómago. -Les tenía que quitar la sonrisa de la cara. Sabía que como ganaran la copa de las casas iban a ser insoportables. ¡Y eso no lo iba a consentir!. -dijo apretando el puño.

Wow, desde luego es un buen orador. Está haciendo que todo el mundo acabe de olvidar que ha reconocido hace un par de minutos ha dicho que la culpa era suya.

-Así que les conté mis preocupaciones a mi hermano y a Violet Potter. Lo cierto es que me impresionó Potter. No dudó ni un segundo en apoyar mi causa. Le dije a mi hermano que se acercara a la empollona sangresucia, el pequeño Weasley y el niño que vivió para que les tendieran una trampa. Por fin Violet se ha dado cuenta que NOSOTROS somos su familia ahora. Estoy muy orgulloso de los dos, tanto de mi hermano como de Potter. ¡Gracias a ellos, los de Gryffindor ahora tienen 150 puntos menos! -alzó los brazos de forma teatral consiguiendo un griterío de aprobación de todos. -Por desgracia, el plan no fue perfecto y Mcgonagall también les pilló a ellos. Pero el fin ha justificado los medios y ahora estamos por delante de ellos. ¡NO PODEMOS PERMITIR QUE ESOS INÚTILES DE GRYFFINDOR NOS ARREBATEN LA COPA!

-¡Eso no pasará!. -gritaron varios alumnos de cursos superiores.

-¡Por supuesto que no! -continuó Taurus. -Quiero que le deis un gran aplauso a los héroes que han hecho esto posible. Draco. Violet. Por favor, venid conmigo.

Por Merlin, mientras nos acercábamos a Taurus muertos de la vergüenza. Recibíamos palmadas de felicitación por los que nos rodeaban. Cuando estuvimos de pie en la mesa con Taurus escuché un sonoro aplauso.

-¡MALFOY! ¡POTTER! ¡ASÍ SE HACE! -oí que nos gritaban la muchedumbre. 

Taurus me había convertido en la heroína delante de todos. No sabía si agradecerle o pegarle un puñetazo. Es cierto que quería librarme del odio de mis compañeros. Pero ser el centro de atención me estaba agobiando. Le miré a los ojos. Esos ojos negros como la noche. No sé si es porque notó que le miraba pero me devolvió la mirada acompañado de su estúpida sonrisa ladeada.

-De nada Potter. -me susurró al oído Taurus mientras aún nos jaleaba la gente.

-Deberías darme las gracias a mí. Esto lo has hecho por Draco. No por mí. -le susurré. -Fui yo la que los convencí de que siguieran tu estúpido plan. -le sonreí falsamente.

Su respuesta fue su sonrisa soberbia habitual. Le odio.